La unión hace la fuerza. Los azulgranas se concentraban en el centro del campo para darse ánimos y conseguir una nueva victoria que les permitiera continuar con la racha de imbatibilidad que, hasta ese momento, habían conseguido mantener.
Con orgullo de por medio y las ideas claras, los de Ernesto Valverde abrían las puertas del Camp Nou al Leganés con el objetivo de sumar los tres puntos en mente para reafirmarse como líderes y alcanzar un récord que únicamente un equipo en la historia del fútbol había logrado tener: el de la Real Sociedad, invicta en 38 jornadas, en los años 1979/80.
Máximo respeto a pie de campo. Con la mayor concentración, los azulgranas saltaban al césped del feudo culé con el objetivo de anular el margen de error y no permitirle al Leganés que se creciera por momentos como sí lo pudo hacer el Sevilla de Vincenzo Montella en el Sánchez-Pizjuán. Los de Ernesto Valverde, que venían de empatar en tierras andaluzas contra el conjunto hispalense, querían reafirmarse en sus aspiraciones y apretando el acelerador, apuntaron hacia el alirón.
Ernesto Valverde, que anunciaba el día anterior al partido, una convocatoria en la que no estaba Sergio Busquets por sus molestias y tampoco Aleix Vidal y Yerry Mina por decisión técnica, apostaba por un once inicial con rotaciones.
Con la regularidad personificada de Ter Stegen bajo palos, el técnico cacereño apostaba por Nélson Semedo en el lateral derecho, haciendo cobertura en todo momento con Rakitić y Dembélé, elegido para componer el ataque junto a Leo Messi y Luis Suárez. El portugués era titular en un partido en el que con juego eléctrico y zancada, aportaba al juego culé una marcha más.
En la zaga defensiva, Gerard Piqué y Thomas Vermaelen eran los elegidos para evitar la efectividad de los madrileños. Con Sergi Roberto por banda izquierda, Ernesto Valverde le daba descanso a Jordi Alba y a Umtiti y salía con un 3-4-3, con André Gomes como recuperador y Coutinho como pivote ofensivo.
Los de Asier Garitano salían en todo momento con una alta presión en la salida de balón por bandera. El conjunto madrileño, que quería seguir avanzando en la clasificación, terminó sucumbiendo ante un Leo Messi que se resarcía con otro gol de falta.
Desde un poco más lejos de la frontal del área, el crack argentino definía la oportunidad a balón parado y sorprendía a Cuéllar, que no pudo hacer nada para frenar el esférico.
Con un 1-0 en el marcador, los visitantes quedaban relegados a un segundo plano de la mano del ariete rosarino, que no había hecho más que empezar a dictar sentencia con su letalidad.
Los azulgranas se metían de lleno en el partido y miraban hacia la victoria con un Leo Messi de récord. El argentino, que firmaría poco tiempo después un hat-trick, conseguiría cuarenta en total con la elástica blaugrana, encabezando el Pichichi con 29 dianas e igualando a Salah, la novedad de la Premier, militante en el Liverpool, que apunta a la Bota de Oro.
Con el 2-0 en el marcador, el Leganés no dio su brazo a torcer en una segunda parte en la que la bajada del ritmo de los azulgranas se palpaba sobre el terreno de juego.
Siendo avisador en todo momento, el conjunto madrileño recortó distancias de la mano de El Zhar, que ponía en un aprieto al conjunto azulgrana en el minuto 68, obligado a sentenciar el partido.
Ernesto Valverde, que en todo momento lo estaba viendo venir desde la zona técnica, movía banquillo. Sacando a Andrés Iniesta y a Jordi Alba como revulsivos, el técnico cacereño le daba protagonismo a la regularidad. El capitán del conjunto azulgrana aportaba pausa a un juego agitado y el lateral zurdo de Hospitalet, aportaba recorrido por la banda izquierda.
Después de los intentos de Luis Suárez, con poca suerte y ante un posible empate, los azulgranas rehuían. Con efectividad de por medio y velocidad en el juego, Leo Messi firmaba su tercer gol en una noche de récord.
Siendo más líderes, la racha de imbatibilidad continuaba antes de abrirle las puertas al Valencia de Marcelino, un rival que jugará las cartas de la revancha.
El argentino asumía, una vez más, el rol de revulsivo en el conjunto azulgrana. Siendo pólvora en ataque e imparable para los defensas del Leganés, Leo se volvía a llevar el esférico a su casa sumando otras tres dianas a la colección.
La jornada 31 de LaLiga Santander dejaba una noche de espectáculo en el Camp Nou, en la que Ernesto Valverde se coronaba en el triunfo con moderación y en la que los jugadores, se alzaban con un récord colectivo, con ganas de entonar el alirón en el mástil del feudo culé de por medio y mirando ya hacia el Olímpico de Roma.
