Cuando Leo Messi juega, el espectáculo está asegurado. El crack argentino, líder en la zona de ataque y revulsivo total, apunta a otro récord individual gracias a su fútbol, algo que sigue maravillando a todo aquel que vive con emoción lo que el delantero rosarino demuestra dentro de una cancha en la que todos los rivales se pelean por parar al más imparable.

Apuntando a una nueva Boto de Oro y sin darse demasiada importancia, Leo asiste, crea, dribla, juega y regatea. Cuando regatea, define. Cuando define, marca. Cuando marca, asombra a cualquier aficionado que sepa que entre las cuatro paredes de un estadio, lejos de cualquier comparación, hay una estrella que adquiere el rol de revulsivo de un equipo al que lleva guiando desde que en 2004, salía sorprendiendo y generando la emoción que el buen fútbol genera. Dentro del campo, el argentino es imparable. A pesar de la presión a la que le juegan los rivales al conjunto azulgrana, el argentino desoye y omite cualquier tipo de barrera y galopea con elásticas tildadas de efectividad y rapidez, siendo modesto y perseverante cuando las cosas se ponen mal para un equipo que está acostumbrado a estar en lo alto.

Firmando un hat-trick contra el Leganés, el de Rosario se ha puesto a 29 goles en LaLiga. Lejos de cualquier estadística, el argentino crea sensacionalismo en el barcelonismo y hace que este deporte, sea un poco más ameno. Con fair play de por medio, el 10 culé se cae y se levanta a la vez, sin dejar escapar la victoria y luchando hasta el final a sus 31 años, dejando atrás una trayectoria más que reconocida a nivel internacional y mundial

Leo se ha metido de lleno en una lista en la que Mohamed Salah, la sensación de la Premier alistada en el Liverpool y que asumió el rol del conjunto de Klopp cuando Philippe Coutinho abandonó el barco para jugar al lado de otros astros, encabezaba con claridad. Compartiendo el número de goles, la leyenda de ‘La Pulga’ se va avivando cada vez que salta al césped de cualquier estadio: él mismo agranda una trayectoria infranqueable e insuperable.

Carácter y lucha son las palabras del lema de vida de un jugador que comenzó su historia siendo pequeño, pero haciéndose cada vez más grande. A sus espaldas, otros artilleros que también reconocen la superioridad de un ariete que causa sensación: Immobile y Lewandowski.

Europa se rinde ante cada maniobra del argentino y el Camp Nou puede presumir de ver a la magia personificada dirigiendo un esférico que casi siempre se termina llevando con su poderío y capacidad de hacer hat-tricks de por medio. Con su equipo, el Fútbol Club Barcelona, el listón sigue creciendo. Con cuarenta a sus espaldas, sumando 546 en total con la elástica blaugrana y con más espectáculo en sus botas, a Leo parece no afectarle el tiempo y eso se ve en unas cifras de leyenda que con récord incluido, ya ha igualado a la Real Sociedad de los años 1979/80.

Messi es un jugador ante el que sobran los calificativos. Con una carrera de película, el argentino es merecedor de un pasillo en cada partido porque en cada tanda de 90 minutos, demuestra que es una pieza clave, imperante, a su vez, en el feudo culé.