Sergio Gómez dejó la cantera del FC Barcelona en enero de este mismo año rumbo al club alemán Borussia Dortmund, donde ha disputado este domingo unos minutos cuando el encuentro ya estaba sentenciado.

Actualmente, el Barcelona está siendo todo un profesional en desperdiciar auténticas perlas de su cantera, quizás la mejor en cuanto a jugadores. La directiva culé se está centrando más en el mediatismo de los jugadores internacionales que no en el talento de "nuestros pequeños".

El extremo catalán, harto de no encontrar oportunidades en el filial B, decidió marcharse en busca de minutos a la Bundesliga. Fue observado por los alemanes durante el Mundial Sub17, siendo elegido el segundo mejor jugador del torneo, anotando dos goles en la final, la cual no llegaron a ganar los españoles.

Sergio llegó al Barcelona de la mano del RCD Espanyol. Empezó a jugar en el Alevín A. Con tan solo 17 años, el jugador fue al club germano, desperdiciando así un nuevo talento en La Masia. La salida del jugador fue porqué el Borussia pagó la cláusula de rescisión del jugador, que era de tres millones de euros. El catalán decidió aceptarla para comprobar si tendría más minutos allí.

El Barcelona, con la baja de Sergio, se queda sin un control claro de la banda zurda, donde dominaban sus jugadas y sus desbordes en el uno contra uno, asistiendo después a sus compañeros o jugándosela a terminar la jugada él mismo.

Es, más o menos, un caso similar el de Jordi Mboula, quien se marchó rumbo a Mónaco. Éste, al ver el club que tenía mucha calidad, decidió renovarlo hasta 2022 en enero de este mismo año.

Finalmente, se sabe que el Borussia es un experto en fichar jugadores con mucho talento por muy poco dinero, así que Sergio Gómez puede ser el nuevo Ousmane Dembélé para el Dortmund; comprar barato y vender caro, la gran estrategia alemana.