El ascenso vuelve a alejarse con una mala imagen fuera. En este partido en casi todos los aspectos mandaba el Nàstic. El Gimnàstic de Tarragona, liberado tras la última victoria, buscaba tres puntos que le hicieran mirar a la zona de descenso con cierta distancia. 

Con la exigencia de mejorar las cifras como local pero con el apoyo de un publico que se vio favorecido por una oferta del propio Club, el duelo comenzaba con mucha exigencia del equipo local. 

Los de Nano Rivas tenían la misma exigencia que los pucelanos. Debían buscar sus oportunidades y, desde el primer instante, lo intentaron. A balón parado encerraron al Real Valladolid en el área de Jordi Masip.

Sin grandes ocasiones pero con mucha sensación de peligro, el dominio de los primeros 31 minutos fue local. Los tarraconenses dominaban a un Pucela que no era capaz de sacudirse la superioridad local. 

No sería hasta sobrepasada la media hora de juego cuando los visitantes probaron a Stole Dimitrievski, portero local. Borja Fernández y Jaime Mata, de forma consecutiva, agitaban de sus asientos a un público catalán muy acomodado desde el inicio del partido. Tras ese disparo alto del '8' blanquivioleta, el Real Valladolid dio un paso al frente y el partido cambio de roles.

El Pucela dominaba y el Nástic, defendía. El intercambio de papeles era total. El dominio del balón y de la sensación de peligro era pucelana pero sólo era eso, una simple sensación. Sin grandes ocasiones, el partido llegaba al descanso con el empate inicia

Cambio de papeles en el Nàstic. Tras ese intercambio de guión con el que se terminó la primera parte, el partido sufrió una nueva variación con el inicio del segundo acto. Los de Nano Rivas adelantaron líneas y ejercieron una presión muy avanzada sobre la defensa del Pucela.

Gracias a esa exigencia, Jordi Masip tuvo que sacar sus mejores reflejos para seguir manteniendo el empate inicial. Una jugada muy bien elaborada por el equipo local en el minuto 51 terminaba con una gran parada del '1' sobre Juan Muñiz.

Esta ocasión demostraba que el equipo local había conseguido devolver el partido a su terreno. El Real Valladolid volvía a estar a merced del rival. Sin la aparición de los tres jugadores que acompañan a Jaime Mata en el ataque, el '9' está desaparecido y solo y se nota cuando falta su presencia y el Real Valladolid, obviamente, sin opciones de llegar a la portería de Dimitrievski. Con este inicio, la pequeña esperanza con la que se terminaba la primer parte desaparecía. El clima de los partidos pucelanos fuera de Zorrilla volvía a planear sobre el cambiante.

Jordi Masip el mejor del partido que nos ha salvado hasta desde entonces, la defensa un desastre y el medio centro desaparecido y una acción muy mal defendida por el equipo de Luis César facilitaba el tanto de Álvaro Vázquez en el minuto 88. Parecía la sentencia del partido pero el duelo, como la temporada, dejaría una opción franca para Jaime Mata. Su mano a mano ante el portero rival salió cruz. El jugador falló la ocasión y el partido caía del lado local.