La mejoría del Real Club Celta de Vigo en Segunda División B es una realidad, y es que los celestes están protagonizando un final de campaña espectacular. Con cuatro victorias consecutivas el filial ya huele los puestos de playoff, que están a un solo punto. Quedan cinco partidos para terminar la fase regular de la competición, uno contra el Deportivo Fabril (segundo clasificado) y otro ante el Navalcarnero (cuarto clasificado), pero las ganas de los chicos de Rubén Albés son infinitas. El Celta quiere estar en Segunda División, peleando con los más grandes, por lo que las últimas semanas serán clave para los vigueses.
El Celta B tenía ante sí un partido crucial para sus aspiraciones. Los celestes se desplazaban al Municipal de O Vao para medirse al Coruxo FC en el derbi vigués. Los celtiñas presentaban una alineación calcada a la de la jornada anterior, con la excepción de Drazic, que no pudo estar por lesión, entrando así en su lugar Rai Marchán. Con la lluvia y la igualdad como protagonistas, los de Rubén Albés terminaron imponiéndose gracias a un solitario tanto de Juan Hernández en la primera mitad para sumar otra victoria más, que les mantiene cerca de los puestos de ascenso.
No fue fácil para el filial celeste. El terreno de juego estaba demasiado lento por la lluvia y eso dificultaba la práctica del fútbol que quería el equipo visitante. Además, delante tenían a un Coruxo que necesitaba la victoria como agua de mayo para salir de los puestos de descenso. El encuentro comenzó con igualdad máxima entre ambas escuadras, que tuvieron serias dificultades para trenzar acciones de peligro. Apenas cumplidos los diez minutos de encuentro, Juan Hernández aprovechaba un rechace dentro del área para superar al guardameta con un sublime disparo.
El Celta se convirtió entonces en una locomotora de ocasiones e intentó el segundo por medio de Dennis Eckert y Agus Merina. El Coruxo, lejos de dejarse intimidar por el cuadro celeste fue creciendo al paso de los minutos, pudiendo empatar a la media hora, pero se encontraron con un gran Dani Sostres, que con su parada mantuvo las esperanzas de su equipo. El partido se fue al descanso con el marcador de 0-1 y la sensación de igualdad máxima. Con el campo complicado, la situación de partido era óptima para empatar o sentenciar.
La segunda mitad comenzó con un Coruxo intenso, que se atrevió a llevar la iniciativa del juego pero el peligro no llegaba con claridad a la portería del Celta. Los pupilos de Rubén Albés aguantaron con mucha contundencia los segundos 45 y sumaron así la cuarta victoria. Los celtiñas ya esperan a la Sociedad Deportiva Ponferradina, a quién ganaron en la primera vuelta, con goles de Dennis Eckert y Víctor Pastrana.