No hay mal que cien años dure. De ello puede dar fe el Real Madrid Castilla: el conjunto de Solari, después de cinco partidos seguidos sin lograr un triunfo, venció por cuatro goles a dos al Cerceda en el Alfredo Di Stéfano. Un doblete de Feuillassier, sumado a los goles de Cristo y Quezada, se impuso a un rival que fue inferior, pero que también tuvo oportunidades de crear más peligro.
Desde el inicio de la primera mitad quedaron claras las intenciones del filial blanco. Su fuerte presión obligó al Cerceda a replegarse atrás, lo que otorgó el dominio al plantel blanco. No obstante, los visitantes se defendían bastante bien y aguantaron hasta que Cristo, en el minuto 35, inauguró el marcador, dando pie a una mayor relajación de los de Solari.
No sería hasta después del descanso cuando el Real Madrid Castilla consiguiera una ventaja mayor que le diera aún más tranquilidad. Lo hizo al empezar la segunda parte por medio de Quezada. Los blancos se estaban sintiendo bastante cómodos en el terreno de juego, algo que favorecía y hacía más dinámica la presencia blanca en territorio enemigo.
El primero de Feuillassier llegó justo después, poniendo el 3-0 en el electrónico. El Cerceda recortó distancias en unos instantes de ida y vuelta de posesión. Pero Feuillassier, de nuevo, firmó el doblete y el cuarto del Madrid.
Gracias a esos cuatro tantos, el Real Madrid Castilla se estaba asegurando tres puntos que necesitaba urgentemente para no verse más cerca de Tercera División que de Segunda División. Un gol de Kike Pérez, jugador del Cerceda, volvió a recortar distancias, pero su equipo ya no tuvo más oportunidades de remontar ni de cambiar más el resultado. Veinte minutos después del gol visitante terminaría el encuentro y dejaba los tres puntos en tierras merengues.
