Pocos jugadores hay en el panorama futbolístico que ofrezcan algo más en el terreno de juego. En España existe uno y ese es Francisco Alarcón, Isco. El malagueño posee una ‘magia’ que le hace único. Cuando sale a escena actúa principalmente al borde del área, su famoso regate estático y la forma de tocar el balón le hace parecer un jugador de fútbol sala en un campo de fútbol once. Su mayor virtud es hacer jugar al equipo y dar ese último pase que culminan los delanteros.

Esto hace que esté muy bien valorado en el mercado. Según la web Transfermarkt, el valor de Isco es de 75 millones de euros. El malagueño vale cinco millones más que su compañero Bale. Actualmente compagina su lugar en el Real Madrid con la Selección Española. Sin embargo, la situación que vive en uno y otro equipo es muy diferente. Mientras que en el equipo nacional es un ídolo de masas, hasta convertirse en una de las piezas claves en el esquema de Lopetegui, en la Castellana no se siente tan importante. Se puede deducir que que Zidane no confía mucho en él, le dejó fuera en el clásico de diciembre y contra el PSG. 

Con la equipación nacional, Isco disfruta y hace las delicias del espectador. Cuando se coloca la camiseta blanca, en muchas ocasiones, ni siquiera pisa el césped. Y los aficionados se preguntan el por qué.

El debate de Isco no es nuevo de ahora. Desde que comenzase el 2018, y antes, es la tónica entre periodistas, analistas y amantes del fútbol. Las dos exhibiciones que dejó el de Arroyo de la Miel contra Alemania y Argentina lo han acrecentado más. Bien es cierto que el juego de La Roja no es igual que el que plantea Zinedine Zidane pero un jugador como este puede estar y adaptarse donde sea. Tampoco es menos cierto que el futbolista ha tenido, en los últimos meses, un rendimiento muy por debajo de lo que acostumbra dentro del Real Madrid. Aun así, cuenta con la total confianza de Julen Lopetegui.

Algo pasa con Isco

El tema Isco es la comidilla de la zona noble del Santiago Bernabéu que no se cree lo que está viendo del que fuera un fichaje muy ilusionante. El malagueño está sumido en su peor momento de la temporada y lleva un cierto tiempo en un bache de juego del que no sale. A pesar de ello, hasta la fecha, ha completado 41 partidos con siete goles y ha superado el número de minutos disputados la temporada pasada.

Cambio radical

Su rendimiento estelar ha cambiado de la noche al día y nadie sabe dar una explicación. A finales de la campaña anterior fue la estrella del club merengue. Gran parte de la Liga conquistada fue suya gracias a sus asistencias, trucos y goles. Su temporada 2016/2017 fue la más anotadora para él, pues sumó un total de diez dianas, algunas de ellas valieron puntos muy valiosos. Pero ahí no terminaría la cosa. En la final de Cardiff y en la Supercopa de España de agosto también vio portería. En ambos fueron campeones.

Foto: VAVEL
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Con el mismo guion, comenzó la nueva temporada en la que, no solo era uno de los hombres más en forma del mundo sino que era el mejor del Real Madrid. Para muestra sus actuaciones ante Girona y Espanyol pero ahora no está. Una vez firmada su renovación, en septiembre, el juego del andaluz dejó de brillar y eso ha hecho que pierda su puesto de titular y ha sido relegado a un segundo plano.

Bajón de juego en 2018

Dicen que año nuevo vida nueva. Isco parece que se lo ha tomado al pie de la letra pero para mal. 2018 no está siendo su año y los números lo demuestran. En Copa, solo un gol ante el Numancia. Por último, en Champions, lleva tres de tres. Y en los 10 partidos de Liga Santander que ha disputado en el presente año, sólo ha conseguido anotar un gol y repartir dos asistencias. Datos que están muy lejos de los cuatro goles y dos pases de gol repartidos entre la jornada 7 y 11 del presente campeonato doméstico.

Cornellá sentenció

El partido en Cornellá fue el claro ejemplo de la crisis de Isco. Saltó al césped y completó su duelo menos participativo en meses con solo 56 pases.

Foto: VAVEL
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Quizá su bajo estado de forma tiene algo que ver la nueva línea que están siguiendo los blancos: la falta de profundidad. Y, para solucionarlo, ha dado entrada a Lucas Vázquez y Marco Asensio. Ambos son futbolistas verticales, directos, que buscan la red contraria. Aquí el malagueño sufre. Ya no recibe tanto el esférico, y  no es capaz de liderar los ataques de su equipo como lo estuvo haciendo el año anterior.

Ahora bien, cuando toca la llamada de la selección, la alegría en Isco se multiplica por mil. En La Roja, el malagueño se transforma y olvida su situación en Madrid.

Isco, I de España

Tal es la buena sintonía con el cuadro nacional que, con permiso de Felipe VI, Isco ha pasado a ser el rey de España. Con Julen Lopetegui la selección sufrió una regeneración en la muchos de los sub-21, a los que ya conocía el técnico vasco, se asentaron con la absoluta como ha sido el caso del malagueño. Sus características nadie las pone en duda. Él es el único jugador que le otorga a la selección española un salto de calidad, gracias a su capacidad de crear, regatear y conducir el balón hacia un ataque que puede ser decisivo y demoledor.

Cuando empezó a convocarle, Isco era suplente con el equipo de la capital. Pero Lopetegui le tenía en su cabeza y nada iba a hacerle cambiar de idea. El mediapunta captó el mensaje y se lo devolvió con creces.

Foto: VAVEL
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Cada vez que es convocado por Lopetegui, se convierte en un jugador indispensable y titularísimo. Isco ha disputado 13 partidos con él en la absoluta, siendo titular en nueve ocasiones y anotando otros nueve goles.

La encumbración ante Italia

El 2 de septiembre el fútbol internacional asistió a una exhibición para la historia. España se enfrentaba a Italia y el joven Isco dio un absoluto y exquisito recital de fútbol. Llevó la manija del juego e hizo ‘doblete’. Este partido marcaría un antes y un después en la proyección del jugador como internacional. En los siguientes partidos también marcó.

España ha completado una fase de clasificación inmaculada, llega invicta a Rusia. En ello, Alarcón tuvo mucho que ver porque firmó cinco goles en nueve encuentros más dos asistencias.

Los siguientes retos eran Alemania y Argentina. Ante la actual campeona del Mundo y la subcampeona sobresalió sobre los demás. Contra los bávaros, inició su actuación con una gran presión sobre la banda izquierda que echaba atrás la creación de juego de los alemanes. Y sus entradas por el centro buscando el hueco en el ataque de España dieron horizontalidad, pero a su vez incrementaba el peligro. El entendimiento con Iniesta quebraba la cabeza de los locales y desequilibraba a la defensa rival con sus pases al hueco. Pudo marcar pero Ter Stegen lo evitó.

Contra la albiceleste más de lo mismo. Isco lideró a todos sus compañeros en la incontestable goleada. Además de su brillante participación, hizo el primer 'hat-trick' de su carrera. 

Foto: VAVEL
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La Roja es su refugio

Isco encuentra su sitio y siempre está de dulce cuando juega con La Roja: "Cuando no tienes continuidad con tu equipo, los partidos con la selección me dan la vida. Aquí tengo la confianza del míster, en el Madrid quizá no me la he ganado. Tengo muchas ganas de demostrar que soy un buen jugador".

Solo queda un mes de competición doméstica y dos para el Mundial. Isco tiene ante sí marcarse un final de temporada épico, aunque en el Madrid será más complicado, con la selección no. Isco es 'magia' y la 'magia' siempre vuelve