Lo cierto es, que lo que envolvía al partido de ida no se parecía en absoluto a la situación que viven ambos equipos actualmente. El conjunto madrileño llegaba en séptima posición, mientras que el Real Zaragoza lo hacía en la décimoquinta, más preocupado de lo que venía por abajo que de aspirar a cosas mayores.

Tras la dura derrota frente al Huesca, los blanquillos llegaban a un partido frente a uno de los favoritos, que se presagiaba muy complicado. El choque fue emocionante y un sufrimiento para cualquier aficionado zaragocista.

Una primera parte soñada

El partido comenzaba con dominio visitante, que se tradujo en varias ocasiones claras que consiguió atajar Cristian. Sin embargo, cuando peor lo estaban pasando los maños, apareció Grippo para poner por delante a su equipo tras un imponente cabezazo a la salida de un córner. Lejos de echarse atrás, el equipo lo siguió intentando y tras una fantástica acción individual, Febas marcaría el segundo con un pase medido a la red. Hasta aquí llegó una primera parte que cualquier aficionado zaragocista habría firmado antes de empezar.

Imposible no sufrir

Como en todo partido que disputa el Zaragoza, tiene que haber sufrimiento y este no iba a ser menos. Tras la vuelta de vestuarios, el equipo se echó atrás y fruto de ello llegaron los goles de dos de los mayores peligros del Rayo, Raúl de Tomás y Trejo. El partido no iba bien y se mascaba la tragedia en las gradas de una Romareda que ya había vivido situaciones similares durante los últimos años. Sin embargo, y contra todo pronóstico, Borja Iglesias puso en bandeja el balón a Pombo para que este solo tuviera que empuajarla al fondo de las mallas.

A falta de un cuarto de hora, el equipo volvió a retrasar las líneas, aunque esta vez sí que consiguió aguantar el resultado, para conseguir tres puntos vitales y seguir alejándose de la parte baja de la clasificación.

El Real Zaragoza salió por la puerta grande aquella noche y repetirlo en Vallecas no será tarea fácil, ya que tan solo dos equipos han conseguido llevarse los tres puntos de allí. No se sabe lo que deparará el futuro, pero lo que está claro es que los maños buscarán ganar el segundo duelo de la temporada a un rival directo, el Rayo Vallecano.