Una de las principales razones por la que el Sevilla no ha aspirado a más en este año es su falta de gol. Y es que todo gran equipo necesita un gran delantero. En Münich no tienen ese problema, ya que el gol tiene nombre y apellidos: Robert Lewandowski. El delantero polaco que lleva ocho temporadas en Alemania entre Dortmund y Münich, acumula en este año 34 tantos entre las tres competiciones oficiales. En la Bundesliga cuenta con 26 tantos en 26 partidos, lo que le hace promediar al menos un gol por partido. En Copa ha conseguido tres goles en cuatro partidos, mientras que en Champions lleva cinco goles en nueve encuentros

Asentado en Alemania

Tras dos años en los que despuntó en Polonia, llevando al Lech Poznan a conseguir el título de Copa en 2009 y la Supercopa y la Liga en el año 2010. Después de dos grandes temporadas, Lewandowski salió por 4.5 millones de euros en dirección a Alemania, donde firmó por el Borussia de Dortmund. En el conjunto bávaro consiguió ganar dos Bundesliga, una Copa y una Supercopa de Alemania. Sus números de fuera de serie hicieron que el Bayern se fijara en él y se hiciera con sus servicios en 2014.

Desde que llegara al conjunto de Münich, el delantero polaco no ha hecho más que crecer hasta convertirse en uno de los "9" más cotizados de Europa. En el Bayern ha ganado tres Bundesliga, dos Supercopas y una Copa de Alemania. Todo esto sumado ha convertido a Lewandowski en uno de los delanteros con mejor ratio de goles en todo el continente y estar pretendido por los mejores equipos de cada país.

Goles de todos los colores

Pese a no ser un delantero muy grande físicamente, el polaco se caracteriza por no tener miedo de luchar los balones. Su destreza para marcar goles desde casi cualquier posición lo hace ser un peligro para la zaga rival. Sus remates pueden venir por arriba, desde fuera del área o desde dentro tras jugada personal. Las asociaciones con el resto de jugadores del Bayern, mayoritariamente Ribery y Müller, suelen crear mucho peligro y dejar sólo a Lewandowski es un error que la zaga sevillista debe evitar si no quiere sufrir los goles del polaco.

Su altura de 1,85 metros lo hace ser un jugador a tener en cuenta en los centros al área, aunque su estatura no está reñida con su técnica. El delantero se desenvuelve muy bien con el balón en los pies y es capaz de generar ocasiones de peligro, aunque prefiere ser quien las culmine.

Que no tuviera un partido muy brillante en la ida fue una ventaja que el Sevilla debió haber aprovechado si los jugadores hubieran estado finos de cara a puerta. En Münich nadie sabe cómo puede ir el partido y si Robert Lewandowski quiere, puede terminarlo él solo.