Tras la llegada de Imanol Alguacil al banquillo donostiarra, se ha visto un levantón en el equipo que ha podido mejorar su situación en dos jornadas, consiguiendo el empate en Ipurúa y la victoria con goleada incluida contra el Girona en Anoeta. En el primer partido con Alguacil al mando, Illarramendi no dejó una buen exhibición y además fue suspendido para jugar contra los gironeses. Para el próximo compromiso, el mutrikuarra podrá volver al control de la medular. 

Cumplida la sanción, el guía del centro de la cancha volverá a la acción en Gran Canaria. Y aunque los esquemas de Alguacil, en un inicio aparentan ser un 4-2-3-1, han vuelto lentamente al habitual 4-3-3 con Zubeldia en el centro y Canales poco más adelantado. El ex del Real Madrid ha sido determinante para el equipo y esta ha sido su temporada más goleadora, para su retorno se pueden barajar unas cuantas opciones para el esquema que se usará en territorio canario. 

Reinstalar el 4-3-3

Illarramendi se ha visto cómodo en el 4-3-3 variando sus funciones desde ser un recuperador bastante efectivo hasta ser uno de los pasadores más positivos. Sus dotes se ven mejor resaltados en este esquema porque favorece al dominio de la medular, algo que a Illarra se le da muy bien cuando tiene compañeros que se entregan a sus tareas. 

En la repartición de labores parece que Alguacil la tiene difícil, con el bajón de rendimiento de Zurutuza y la baja de Xabi Prieto, todo apunta a que Canales se puede instalar en el once y realizar la labor intensiva de crear, haciendo que las tareas de Illarra se vean reducidas. Zubeldia también ha ido ganando confianza y no ha dejado mal sabor de boca. 

Probar con los menos privilegiados

En el cierre de temporada la Real no se juega más que acercarse a los puestos de primera mitad de tabla y por eso Alguacil puede utilizar a los jugadores que no tuvieron tantos minuto con Eusebio tales como Zubeldia y Rubén Pardo, quienes más parecían ser descartes del club. 

Pardo tuvo su oportunidad contra el Girona y puede colaborar con Illarra en un doble pivot que bien puede incorporarse en el 4-2-3-1 que había propuesto Alguacil contra el Eibar y a la vez ubicar a Canales como enganche para aumentar las opciones de peligro. 

El regreso de Illarra cae como un alivio para Alguacil que necesita tener la mayor cantidad de activos posibles para hacer frente a la recta final del campeonato. La experiencia y la calidad del mutrikuarra será vital cuando se visite a Las Palmas sin importar por cuál opción se decante el técnico.