No fallan, desde su vuelta a segunda división han estado cada temporada luchando para entrar en las plazas de playoffs. Después de no meterse entre los seis primeros puestos en sus últimas dos ocasiones, esta temporada el Oviedo no quiere dejar pasar la oportunidad. Los puestos de ascenso directo, en los que se encuentra su eterno rival, ya están a demasiada distancia, pero las plazas de promoción se encuentran a solo un punto.

Los ovetenses llegan catapultados tras ganar en el Anxo Carro. La victoria les volvió a dar esperanzas y confianza de cara a la recta final de la campaña. El triunfo ante el Lugo supuso la primera victoria a domicilio en 2018, dato que refleja el nivel del equipo en este nuevo año.

Hacer del Tartiere un fortín

Las malas sensaciones en 2018 también se trasladan a los partidos en casa. Los últimos partidos en el Tartiere han sido decepcionantes para un equipo que busca jugar entre los mejores la temporada que viene. Después de ganar al Sporting de Gijón (2-1), han entrado en una dinámica descendente que intentarán revertir ante el Nàstic. Precisamente los malos resultados llegaron contra equipos que se están jugando el descenso: empates contra Albacete (0-0) y Barça B (0-0), y derrota hace dos semanas ante el Alcorcón (0-1). De estos últimos cinco partidos solo ganaron contra el Granada (2-1), rival que lucha por sus mismos objetivos.

Anquela quiere un equipo con personalidad

El técnico jienense tiene claro cuáles son los aspectos a mejorar del Real Oviedo, “tener más la pelota y hacer más cosas en ataque”. Así lo dijo en rueda de prensa, poniendo como modelo a seguir su anterior rival, el Lugo. La distribución de los jugadores en el campo sigue sin tener una opción fija. La mayor duda está en la línea defensiva. Los carbayones pueden jugar con tres centrales o con una zaga de cuatro. A raíz de la lesión del media punta Fabbrini en la primera vuelta, la defensa de tres centrales se convirtió en la más utilizada por el técnico local. Tuvo que dejar así, el 4-2-3-1 que traía de Huesca.

En el último encuentro, Anquela volvió a la defensa de cuatro, con la peculiaridad de dejar fuera a Mossa para dar entrada a Christian Fernández (habitual central) como lateral. Esto le permitió alinear a la vez a sus tres mejores hombres a nivel ofensivo: Saúl Berjón, Aarón Ñíguez y Diego Fabbrini. El domingo saldremos de cuentas para ver que táctica utiliza y saber si Mossa sale de titular para verse las caras con sus excompañeros.