El FC Barcelona de Valverde se encuentra en horas bajas. El Imperio Romano asaltó en su propio feudo sobrepasando por encima de los azulgrana y remontando un partido que muchos culés veían como un partido sin importancia. Hablando claro, se veían en semifinales sin haber jugado los cuartos.

Con esta eliminación, los de Valverde se encuentra tocados y así lo afirmó el propio entrenador ante los medios el pasado viernes: ''Es evidente que es un momento malo, estamos tocados no lo voy a negar. Aquí estamos todos para ganar partidos y cuando perdemos hay que juntarse más”. De esta manera, afrontan el partido frente el Valencia CF como un hueso duro de roer: "Espero el mismo Valencia de siempre. Después de aquel partido contra nosotros, todo lo que han hecho ha sido no perder. Están en una racha extraordinaria. Están ganando con un estilo reconocible. Creo que no tienen nada que perder. Supongo que serán fieles a su estilo porque les va bien. Están haciendo una gran temporada".

Mientras que los de Marcelino han estado toda la semana preparando el partido del Camp Nou. Quieren dar la campanada y ser el primer equipo de LaLiga en ganarles a domicilio. Además, pretenden aprovechar el batacazo de Champions para presionar más hondo en la herida blaugrana, y de esta manera, acercarse a la segunda posición de la tabla.

Pero Marcelino sabe que no será una tarea fácil. El Barcelona es la asignatura pendiente que le queda superar al técnico asturiano ya que es el único equipo que no ha podido vencer en sus 36 clubes a los que se ha enfrentado en Primer División.

En la primera vuelta ya se vivió un partido intenso y muy igualado. Rodrigo Moreno adelantó el marcador, pero un gol en el tramo final de Jordi Alba permitió al Barcelona rascar un punto de Mestalla. Un punto sufrido y muy peleado. En cambio, los choques coperos fueron bien distintos. Un Valencia desbordado por la acumulación de partidos no supo llevar el encuentro decisivo que se disputó en Mestalla.

Este será un partido bien distinto. Se espera gran rivalidad y con objetivos dispares. El FC Barcelona, con media liga en el bolsillo, querrá recuperar la confianza y la moral que perdió en Roma, mientras que el Valencia CF no se conformará con el tercer puesto. A estas alturas está dispuesto a todo.