El último mes de competición ya está aquí. Y la jornada 34 se abría con un duelo por todo lo alto entre Gernika y Real Sociedad B, dos de las revelaciones del Grupo del Norte. Los de Bizkaia han conseguido colarse entre los "cocos", dejando a un abismo los puestos de descenso, apropiándose de un puesto de Copa e incluso soñando por el play-off. Pese a su última derrota en Logroño, los blanquinegros quieren recuperarse y meter presión a los conjuntos de la zona noble. Por su parte, la Real Sociedad B llegaba enrrachada, con opciones incluso de pelear el primer puesto, a cinco puntos de distancia antes de empezar la jornada. Con 20 grados de temperatura y el astro rey presente, las condiciones eran inmejorables para la práctica del fútbol.

Comenzó intenso el encuentro en Urbieta. Los locales trataron de aplicar su habitual intensidad, pero toparon con un conjunto visitante que salió dispuesto a demostrar que era el más en forma de la tabla. Los primeros minutos se jugaron casi siempre por arriba. La primera tentativa la llevó a cabo Olaizola, pero su disparo con rosca se perdió por encima del marco de Carrio. La lucha en el centro del campo era infernal. Dominaban más los vizcaínos, pero los guipuzcoanos llevaban las ocasiones. Sangalli desbordó desde la zurda, se internó dentro del área y disparó. Esta vez el cuero se fue mucho más cerca. El Gernika presionaba alto, dificultando mucho la salida de balón de los donostiarras. En una mala cesión atrás hacia Garrancho, un atacante foral estuvo a punto de interceptar el esférico y poner el primero.

En torno al cuarto de hora, una buena incorporación de Capilla acabó en un envío hacia Sangalli, que remató a bocajarro. Pecharromán despejó sobre la línea cuando el cuero ya se colaba. Posteriormente, Gorosabel también lo probó desde la frontal, encontrando una buena respuesta de Carrio. Conforme pasaban los minutos, los txuribelz imprimieron más ritmo al encuentro, haciendo estar incómodos a los donostiarras. El peligro venía especialmente en las jugadas a balón parado. Concretamente en dos faltas laterales. La primera, un centro-chut de Carracedo que pasó a escasos centímetros de la cepa del poste. La segunda, minutos después, en un golpe franco lanzado por Entziondo.

 

Salida de los equipos hacia vestuarios (fuente SD Gernika)
Salida de los equipos hacia vestuarios (fuente SD Gernika)

Celorrio desniveló el encuentro

En esa acción, tras unos segundos de incertidumbre, consiguió despejar el cuero un defensor de la Real. Los locales desbordaban por los costados y colgaban centros, pero no materializaron sus ocasiones. Capilla, de los más activos en el cuadro de la Bella Easo, arrancó por su costado, deshaciéndose de su marca, metiéndose hasta la cocina y asistiendo a Celorrio, quien solamente tuvo que empujar a la red. El tanto sentó bien al cuadro de Zulaika, que controló el encuentro con tranquilidad hasta que David Iglesias decidió decretar el descanso. Los de la Villa Foral fueron mejores, pero los potrillos demostraron efectividad y eso al final es lo más importante en este deporte.

El Gernika quiso reaccionar al principio del segundo tiempo, pero un nuevo mazazo iba a sacudir a los de Luaces. Sangalli robó el balón en tres cuartos, vio a Carrio adelantado y estableció el 0-2. Sin tiempo para reaccionar, vino el 0-3. En un centro lateral, Lapeña se elevó, ganando a todos por alto y sentenciando definitivamente el encuentro. Los donostiarras demostraron una capacidad de definición casi insuperable, convirtiendo casi todas las ocasiones de las que disponían. Y fue aún más duro para los gernikarras cuando Murgoitio introdujo el cuero en su propia portería. Ese 0-4 acabó definitivamente con un partido que parecía no tener ya demasiada historia. Demasiados golpes para los locales, con media hora aún por jugarse.

Los de Busturialdea quisieron demostrar orgullo y seguir peleando, pese a lo abultado del simultáneo. Luaces metió a Santamaría y Etxabe, buscando conseguir al menos un tanto. Era complicado para los gernikarras afrontar el partido. Por más que lo intentaban, se encontraban con una defensa recia que repelía todas sus intentonas. Y además, no renunciaban a conseguir la "manita" al contragolpe. Saltó al verde el capitán del Gernika, Lander Torrealdai. Centros y más centros llegaban al área de Garrancho. El arquero donostiarra, con bastantes dificultades para blocar algunos balones, mantuvo su puerta a cero. Otra vez más. Los minirealistas han encajado solamente un gol en sus últimos once duelos. Su único gol recibido, en Tudela y de penalti. Con todo el pescado vendido, finalizó el encuentro en un día idílico en Urdaibai.

Próxima jornada

El equipo de la Ciudad de La Paz queda con 55 puntos y dice adiós a sus opciones de cuarta plaza. Pero nada puede borrar la magnífica temporada que han cuajado los de Jabi Luaces. Han hecho soñar a un pueblo, llevándolo a hacer la mejor campaña de su historia.  Y tienen a un paso la clasificación para la Copa. La próxima jornada viajarán a Irun para medirse al Real Unión.

Por su parte, la Real Sociedad B acumula 20 de los últimos 24 tantos en juego. No pierde desde el 28 de enero en Lasesarre. Y todo pese al cambio en el banquillo. Imanol Alguacil subió por méritos propios al primer equipo, pero el filial sigue en estado de gracia. Sólidos atrás y letales en la definición. Su próxima cita, frente al Mirandés. ¿Quién sabe si en Anoeta? Lo es es seguro es que será un partido crucial para el desenlace de la temporada.

Puntuaciones VAVEL

Capilla (Real Sociedad B) 3
Lapeña (Real Sociedad B) 2
Sangalli (Real Sociedad B) 1