El fútbol no es un deporte predecible. No lo es bajo ningún concepto. Que se lo digan al Real Madrid que cayó derrotado ante el Alcorcón. O al Barça eliminado de Champions. Se puede especular con el resultado, pero siempre se mantendrá un margen de error lo suficientemente importante como para no fiarse en la mayoría de los casos. No obstante, existen una serie de partidos en las ligas que, debido a las circunstancias, a los seguimientos exhaustivos de uno y otro equipo, y a los estilos de juego, que admiten un porcentaje más alto de predicción. De hecho, una forma de reconocerlos, es que no son fáciles de reconocer. 

Comienzo de infarto

Los seis primeros minutos bien pudieron decidir el partido entero. Pues, tras un rebote, Fran Pérez puso un balón con tal efecto que, de no ser por el larguero, hubiera adelantado al UCAM en el electrónico, ya que Leandro se vio superado por tan inteligente chut.

En la siguiente jugada llegó la respuesta. Allyson cae dentro del área y el colegiado señala penalti. Jacobo es el encargado de ejecutarlo, pero su disparo lo detiene, con una muy buena intervención, Javi Jiménez.

Dos ocasiones claras de gol en los primeros seis minutos de partido. Los 84 minutos restantes se avecinaban interesantes.

Ambos equipos plantearon esquemas diferenciados. Iván Ania, tras la mala experiencia en Melilla, regresaba al 4-4-2 que tan bien estaba funcionando. Así, era Borja el que se quedaba fuera del once en favor de Carlos Andújar. La defensa serona también presentaba novedades. Tras la recuperación de Espín, Javi Barrio pasó a ocupar el puesto de lateral derecho y, debutando con la elástica verdiblanca, Juanmi ocupaba el lateral izquierdo. 

Los de Munitis optaron por el juego con bandas y una única referencia en ataque, Onwu. Este sistema les permitiría crear mucho juego por bandas, contando por el apoyo de un boyante centro del campo.

El choque estuvo marcado por unos condicionantes inevitables. Dos, para ser más exactos. El primero era el choque de estilos de juego. La potencia en ataque y altura de los jugadores del UCAM Murcia chocaba con la incesante posesión del cuero del Villanovense. Los locales movían el esférico por todos sus componentes mientras los visitantes buscaban interceptar un balón para montar la contra. El UCAM vive para y por los balones parados. No hay modo de que causen más peligro y, por ende, los de Munitis buscan siempre forzar un córner o una falta al borde del área. El choque de estilos nos lleva al segundo fenómeno, el juego brusco. La incapacidad de adaptarse al juego del rival llevó a ambos equipos a emplear la fuerza en muchas acciones, por lo que el choque estuvo marcado por un ambiente bronco.

En lo que respecta a ocasiones, el resto de la primera mitad no tiene mucho más que destacar. El UCAM llegó un par de veces a meta de Leandro con remates tras un córner o falta. El Villanovense a punto estuvo de ver puerta con un testarazo de Allyson, en una muy buena jugada por banda izquierda de Jacobo y Juanmi, que entró en la dinámica del equipo desde el minuto uno.

Segundas partes "siempre" fueron buenas

Cada vez nos acostumbramos más a ver segundas partes para enmarcar en Villanueva de la Serena. Aunque parezca algo anecdótico, el hecho de que el Villanovense haya ganado varios partidos en los minutos finales tiene mucho de estadístico. Y hoy se ha vuelto a demostrar.

Tras una primera parte que bien parecía un "flashback" del partido en Murcia, en el que ambos equipos fallaron penaltis, era obvio que los dos estilos de juego tan diferenciados que presentaban uno y otro incrementaban la igualdad entre los dos. El partido intuía un 0-0 al término del mismo. 

Pero, nada más lejos de la realidad, el desarrollo del choque dio un giro de 360 grados. 

Los primeros compases del segundo tiempo mostraron la mejor versión del Villanovense, ante la que su rival no tuvo otra alternativa que replegarse. Jacobo pisó en dos ocasiones el área visitante, pero no supo zafarse de su rival. Allyson, demostrando estar en el mejor estado de forma desde que empezó la temporada, también se atrevió con disparos lejanos que obligaron a esforzarse al meta murciano. El UCAM, al igual que los buscaban para su propio beneficio, también intentaba arrinconar a los jugadores del Villanovense en la línea de fondo, aunque el resultado fuera un córner en contra, sabían que en altura vencían a los de Iván Ania, que son más peligrosos si desarrollan su jugada por la medular. 

Llegó el minuto 60 y llegaron los cambios en las líneas seronas. El primero en ingresar al campo fue Dani Muñoz, quien comenzó a calentar hacia el minuto 35 de la primera mitad. Su puesto en el campo se lo cedió Diego Sánchez. Iván Ania lo tenía claro, el sistema estaba funcionando, lo único que necesitaba el equipo eran cambios de "hombre por hombre", que funcionaran como revulsivos. Y funcionó. 

Los visitantes optaron por no modificar sus esquemas hasta pasado el minuto 70, ya que un empate fuera de casa no podía contarse como un mal resultado, y estaban viviendo sus mejores minutos del partido. Aunque, para frustrar sus intenciones, apareció, una semana más, Leandro Montagud, que detuvo de manera acrobática los remates a bocajarro de los jugadores murcianos, como el de Fran Pérez, en el minuto 70. 

Así discurrieron los minutos y el resultado parecía ser definitivo.

Aquí llegan los clichés. Muestra el marcador el minuto 85 y el Villanovense entra en "estado de gracia". Y se cumplió, por supuesto. Cazó Javi Barrio un balón muerto tras un centro y, con una postura poco ortodoxa, cruzó un potente chut que batió al meta visitante. Estalló en vítores la grada que había visto cómo los suyos habían aguantado 83 minutos trabajando a fondo por conseguir el tanto. Frente a ellos el UCAM, que disfrutaría de un doble córner en los minutos siguientes que pudieron devolver las tablas al marcador.

Por el contrario, fue Dani Muñoz el que se vistió de héroe y, en los últimos minutos de partido, recibió un balón de Kamal que cruzó a la perfección para batir por segunda vez al meta murciano, ejecutando la diagonal opuesta al primer tanto.

Los últimos minutos del partido estuvieron marcados por la polémica, pues vio Fran Pérez la segunda amarilla que le mandaba a vestuarios antes de tiempo.

Esta victoria devuelve al Villanovense a la senda del triunfo, tras verse sumido en la derrota durante dos semanas consecutivas y peder la buena racha de la que disfrutaban. El UCAM Murcia ve cómo se esfuma una buena oportunidad de engancharse al tren de un posible playoff y Copa del Rey.

Mejores actuaciones

3 PUNTOS CURRO
2 PUNTOS JAVI BARRIO
1 PUNTO URKO ARROYO