El Real Oviedo vuelve a encadenar dos victorias consecutivas tras los últimos tres puntos conseguidos en el Carlos Tartiere ante el Gimnàstic de Tarragona, único equipo al que por el momento se le ha ganado en los dos encuentros. Los azules hicieron valer un bonito gol de Saúl Berjón en una jugada entre el asturiano y Toché para ganar una vez más ante su afición y meterse de nuevo en puestos de playoff de ascenso a La Liga Santander.

El gran Saúl Berjón

El fútbol en el Carlos Tartiere lleva el nombre de Saúl Berjón. El extremo ovetense de nuevo vuelve a ser decisivo en el encuentro, ya no solo por su gol, sino por todo el juego que creó en los minutos que estuvo sobre el césped. Durante toda la primera parte, las jugadas más peligrosas pasaban por sus botas, a excepción de alguna contra eléctrica conducida por Diego Fabbrini, muy intenso también y creando peligro a la portería defendida por Dimitrievski.

Nada más comenzar el encuentro, el atacante carbayón ya había logrado ponerle un gran centro a Toché con el exterior de la bota que el ariete acierta a rematar pero se le va desviado, pegado al poste derecho. Pocos minutos después y tras una transición conducida por Fabbrini, recibe falta en la frontal y el balón se lo vuelve a adjudicar Berjón, que estaba enchufado. El ovetense intentó sorprender con un disparo bajo que se coló por el medio de la barrera, pero le salió más centrado de lo que pretendía y Dimitrievski se encuentra con la bola, consiguiendo blocarla y dejando a los azules sin opción de rechace (de hecho, Carlos Hernández llegó a incomodar al portero esperando que se le escapase el esférico, pero el macedonio se mostró muy seguro).

Guillermo Cotugno volvió a jugar de titular en vez de Johannesson | Imagen: La Liga 1|2|3
Guillermo Cotugno volvió a jugar de titular en vez de Johannesson | Imagen: La Liga 1|2|3

Tras unos primeros minutos de acoso ovetense, el Nàstic logró deshacerse de la presión y comenzó a buscar portería, la cual casi encuentra en un saque de falta lateral botado por Sergio Tejera y rematado desde el lateral del área pequeña por Maikel Mesa, aunque el cancerbero azul, Alfonso Herrero, logró detener el cuero con las piernas antes de que se colase a portería y subiese el tanto en el marcador. Apenas un minuto después, de nuevo Saúl Berjón colocó un centro al corazón del área que remató Guillermo Cotugno, pero se le fue por encima del travesaño. 

Finalmente, a tan solo diez minutos del descanso, llegaría el gol del Real Oviedo en un nuevo contraataque iniciado por Aarón Ñíguez, quien abre la bola a banda a Saúl Berjón para que este la ponga en profundidad a Toché, aunque sin opción de remate ya que había quedado muy escorado. Sin embargo, el ariete murciano esperó al desmarque de Berjón, que ingresó en el área desde la esquina derecha y con el interior de la bota puso el balón en el palo largo, imposible de alcanzar para Stole Dimitrievski, poniendo el único gol de la noche en el electrónico del Carlos Tartiere

Saúl Berjón, el hombre de azul con más peligro | Imagen: La Liga 1|2|3
Saúl Berjón, el hombre de azul con más peligro | Imagen: La Liga 1|2|3

Se perdonó mucho, pero se logró vencer

En la segunda parte, el juego no fue tan atractivo como en la primera, debido especialmente a las continuas interrupciones por faltas y tarjetas amarillas, con las que el árbitro cortaba constantemente el ritmo del partido. No fue hasta los últimos quince minutos que el encuentro volvió a ganar en interés y emoción, con ambos equipos gozando de ocasiones para marcar algún tanto, de manera más desesperada por el Nàstic por la necesidad, aunque con mayor peligro de los azules ya que jugaban con más cabeza al encontrarse por delante en el electrónico. Sin embargo, los de Anquela perdonaron excesivamente cuando llegaron a la meta rival, contando con un tiro de Toché que volvió a marcharse desviado, una gran volea de Fabbrini repelida por Dimitrievski de manera magistral y un tiro muy suave de Mossa detenido por el macedonio después de que el lateral valenciano tirase con su pie menos bueno y le saliera un remate muy flojo. 

En los últimos minutos, el Real Oviedo casi tuvo que lamentar haber perdonado en las ocasiones de ataque con las que contaron, ya que Álvaro Vázquez tuvo una gran ocasión para empatar el encuentro en el 88, pero el delantero remató por encima de la portería defendida por Alfonso Herrero y sin capitalizar la mejor ocasión de toda la segunda mitad para los catalanes. En el descuento, el Nàstic siguió atacando con insistencia aunque sin acierto y los veteranos del Real Oviedo buscaron aguantar el esférico en la esquina para así dejar el encuentro morir, asegurándose unos nuevos tres puntos.

Diego Fabbrini sigue dando buenas actuaciones al Real Oviedo | Imagen: La Liga 1|2|3
Diego Fabbrini sigue dando buenas actuaciones al Real Oviedo | Imagen: La Liga 1|2|3

Excesivas amonestaciones en ambos bandos

El colegiado Eduardo Prieto Iglesias no tuvo un encuentro sencillo, con repetidas faltas por parte de ambos conjuntos y muchas dudas a la hora de amonestar a jugadores. De hecho, en la primera mitad llegó a enseñar hasta tres tarjetas amarillas en la misma jugada a hombres del Real Oviedo aunque solo terminó recogiendo una de ellas en el acta, ya que no sabía bien a quién tenía que mostrársela y terminó indicando a dos jugadores azules que en realidad a ellos no les había amonestado. En el bando contrario, a pesar de que en la primera parte solo amonestó a Suzuki en el minuto 9, el conjunto catalán terminó recibiendo ocho tarjetas amarillas y una roja (por doble amarilla), además de ver cómo un miembro de su equipo técnico era también expulsado del encuentro. 

Después de esta victoria, el Real Oviedo se concentra ya en preparar el segundo encuentro consecutivo en casa, en esta ocasión ante el Real Valladolid, el próximo viernes 20 de abril de 2018 (21:00 horas).

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