La temporada 2017/18 en el Grupo III de Segunda División B está siendo una de las menos habituales en los últimos años. Hay menos goles en los partidos y este hecho afecta directamente a una clasificación con puntuaciones muy distintas a las de las últimas temporadas en este Grupo III.

El principal efecto de esa ausencia de goles es el gran número de empates que se están dando esta temporada, con equipos como el Sabadell que ya superan la veintena y con dieciocho de los veinte equipos del grupo superando los diez empates en estas 34 jornadas que ya se han disputado. Esta cantidad de empates ha producido que la zona alta de la clasificación no sea tan exigente en cuanto a puntos y que la salvación requiera más puntos de lo habitual este año.

Es cierto que el grupo es uno de los más mediáticos en varias temporadas, con equipos que poseen una gran masa social y que, ya sea por historia o por una importante inversión realizada, únicamente piensan en lograr un ascenso que podría solucionar muchos de los problemas de la entidad. Sin embargo, también coincide esa reunión de clubes con historia con un gran número de esos equipos llamados modestos por los aficionados; clubes que, sin hacer grandes gastos y con el trabajo diario, tratan de mantenerse otra temporada más en la categoría de bronce del fútbol español. 

Menos de dos goles por partido

La cifra de esta temporada es sorprendente, pues la media goleadora es de 1,8 goles por encuentro. Está siendo una temporada con muchos empates a cero y victorias por la mínima que pueden explicar ese hecho, pero también es importante resaltar que la cantidad de encuentros con un número abultado de goles se han reducido respecto a otras campañas. 

Esa poca eficacia goleadora es una clara muestra de que las defensas de los equipos han mejorado y, pese a que en este Grupo III se encuentren jugadores con un gran número de goles en sus temporadas anteriores, solamente cinco hombres han superado la cifra de diez goles esta temporada y dos de esos hombres abandonaron el grupo en el mercado invernal. 

Foto: Oscar Yeste
Foto: Oscar Yeste (VAVEL)

A los delanteros les cuesta más encontrar portería y el trabajo de las defensas es excelente, pero eso no termina de explicar el porqué de que esos pocos goles se traduzcan en una clasificación más apretada. Otro factor es que, siendo los equipos conscientes de lo difícil que es hacer gol este año, los fallos suelen costar puntos, pues quizás un equipo pueda disponer de un par de ocasiones en un encuentro y no aprovecharlas se traducirá en una posible pérdida de puntos.

La eficacia está siendo la mayor virtud de los equipos esta temporada, y un claro ejemplo puede ser el Ebro-Sabadell disputado hace dos semanas. Los dos equipos dispusieron de una ocasión clara, pero fueron los aragoneses los que fueron eficaces y convirtieron un solitario gol de Adri Cuevas en tres puntos vitales para el cuadro de Emilio Larraz. Este ejemplo posiblemente se haya podido dar en varios encuentros cada jornada y puede explicar el motivo que lleva a esta tabla más compacta y en que una mala racha puede poner a cualquier equipo en problemas.

Un descenso más caro y con un mayor suspense

La igualdad del grupo nos deja con un fenómeno que no suele ser habitual en las últimas temporadas, pues la pelea por el descenso está al rojo vivo y, salvo el desafortunado descenso del Deportivo Aragón, el resto de equipos que ocupan esa zona baja pueden lograr aún la salvación si logran terminar la temporada con una buena racha. 

Es la Penya Deportiva, con 35 puntos, el equipo que ocupa la antepenúltima posición, pero, si se compara con temporadas anteriores, se trata de una cifra que no se daba en un penúltimo clasificado desde la temporada 2006/2007 en que el Barcelona B ocupó esa posición con 37 puntos. En esa misma temporada, aunque de forma más radical aún, se daba un caso similar al de este año y la pelea por el playoff y la salvación fue de las más apasionantes que se recuerdan.

También encontramos a un Atlético Baleares que, con 38 puntos, ocupa la plaza de promoción por la permanencia. Los dos equipos entre Penya y Baleares son Llagostera y Formentera con 37 puntos, ésto muestra que la igualdad es máxima y permite que cualquiera de estos equipos puedan lograr la salvación si realizan un buen final de temporada.

Foto: Oscar Yeste
Foto: Oscar Yeste (VAVEL)

Fuera de esa zona de descenso están Olot y Saguntino, ambos con 39 puntos y que pelean semana tras semana por alejarse un poco más del descenso. Tras estos dos conjuntos encontramos a Sabadell y Alcoyano con 42 puntos, dos equipos que a priori no parecían hechos para pelear por el descenso pero cuyo mal año les está haciendo sufrir más de lo esperado. Un punto por encima está el Peralada y, ya con 46 y más cerca de la salvación, encontramos a Ontinyent y Valencia Mestalla.

La lucha por evadir el descenso va a ser feroz y muy posiblemente no haya nada decidido hasta la última jornada. Además, es muy posible que, con el nerviosismo de estas jornadas finales, se den más empates de lo habitual y el sufrimiento sea aún mayor.

¿Excepción o cambio de rumbo?

Es cierto que, en términos de igualdad, posiblemente no se diese una temporada tan exigente desde hace varias temporadas. Sin embargo, es posible que el mundo del fútbol esté ante un cambio de rumbo, ante temporadas con mayor competitividad; con partidos de pocos goles, sorpresas en los encuentros y una pelea por evadir el descenso más cara y competida.

El playoff también se encarecerá, esta temporada lo ha hecho cuando, a inicios de verano, todo el mundo daba por hecho que Mallorca y Elche serían capaces de prácticamente dominar la categoría con mano de hierro sin dejar opción de nada al resto de equipos. Ese dominio no se ha dado en la forma en que se suponía y, pese a que ambos conjuntos están en posiciones de playoff, no han tenido las facilidades que se suponía que iban a tener.

Foto: Oscar Yeste
Foto: Oscar Yeste (VAVEL)

Se suele hablar sobre la importancia del gol en Segunda B, muchos entrenadores recalcan lo importante que es lograr goles en cada partido. Sin embargo, este año la frase debe cambiar y dejar espacio a la efectividad; es cierto que nunca viene mal tener un goleador en el equipo, pero esta temporada lo importante está siendo ser efectivo y aprovechar las pocas ocasiones que pueda tener un equipo.

Está siendo una temporada atípica, igualada y en que, salvo el Deportivo Aragón, todos los equipos están peleando por cumplir un objetivo y poder lograrlo para felicidad de los aficionados y del club. Posiblemente sea cosa de un año, posiblemente esta igualdad no se repita hasta dentro de varias temporadas y posiblemente se recuerde este año como uno de los más igualados.

Los pocos goles dejan una pelea feroz por la salvación, se dan más empates, los equipos pelean por un puntos que puede ser diferencial y cualquier error penalizará todo el buen trabajo realizado. El Grupo III es apasionante, los equipos compiten hasta el final en cada encuentro y todo se decidirá en cuatro apasionantes jornadas. Descenso, playoff y Copa del Rey se deciden en cuatro jornadas, es el momento de disfrutar.