Las temporadas de bonanza y felicidad en Bilbao quedaron atrás, igual que esos futbolistas talentosos que deleitaban cada noche a la parroquia vasca en el viejo San Mamés. Con una Liga ya para olvidar, la afición solo piensa en el futuro, dadas las mínimas posibilidades que tienen de ver a su Athletic en Europa. 

Aunque la situación esté ahora mismo así para un conjunto vasco irreconocible durante todo el campeonato, una evaluación más detallada de todo eso que ha llevado al equipo a ubicarse en la décimo tercera plaza liguera permite desvelar cuáles han sido los problemas que tanto ha acusado el club de Ibaigane. No hay más que ver el rendimiento de ciertos jugadores, las estadísticas generales o la escasa regularidad cada vez que el grupo mostraba su mejor cara en un partido.

Inicio aceptable, pero desarrollo muy cuestionado 

Así comenzó el nuevo técnico del equipo bilbaíno tras la inevitable marcha de Ernesto Valverde hacia el banquillo del líder de esta Liga Santander. José Ángel 'Kuko' Ziganda fue elegido para reemplazarle y, después de su buen papel con el filial vasco, todo apuntaba en la buena dirección. No obstante, las expectativas iniciales han quedado muy lejos de la realidad.

'Kuko' Ziganda en la zona técnica durante un partido I Foto: La Liga
'Kuko' Ziganda en la zona técnica durante un partido I Foto: La Liga

El primer reto para el entrenador del Athletic Club fue clasificarse en las rondas previas de la Europa League para disputar la segunda máxima competición europea, a la que los 'leones' se habían acostumbrado bastante en los últimos años. Vencieron con autoridad tanto a Dinamo de Bucarest como a Panathinaikos, consiguiendo el objetivo. 

Comparando el nivel mostrado frente a otros conjuntos del continente de una forma similar al Real Madrid cada vez que llegaba martes o miércoles de Champions, al equipo de Ziganda se le terminó acabando el crédito contra el Olympique de Marsella. Los franceses devolvieron a los vascos la cruel realidad de una Liga donde apenas sumaban de uno en uno. 

Raúl García remata a puerta en un partido de Europa League I Foto: La Liga
Raúl García remata a puerta en un partido de Europa League I Foto: La Liga

Y es que, el Athletic Club ha sumado solamente nueve triunfos en 32 jornadas, cosechando hasta doce empates y once partidos perdidos. A pesar del buen inicio ganando a Eibar y Girona, se precipitaron después poco a poco hacia el abismo de no ser el mismo equipo de antaño.

Sin llegar, eso sí, a estar en la zona roja de la tabla, tanto aficionados como jugadores reconocen que la temporada ha sido decepcionante por números y juego. Solo en tres ocasiones los bilbaínos fueron capaces de ganar dos encuentros consecutivos, escapándose los tres puntos contra Málaga, Deportivo, Las Palmas o Getafe. Con el descalabro copero, la eliminación europea y la actual posición liguera, la mayor parte de culpa recae sobre un Ziganda muy cuestionado.

El Athletic Club más desconocido y sin su ADN de 'león'

Una frase acertada para resumir en pocas palabras lo que ha sido el club vasco durante prácticamente todo el curso. En la mayoría de duelos, los del 'Kuko' no han dado la talla ni por actitud, juego, intensidad o resultados. El primer motivo ha estado en la falta de un líder para manejar el balón en el centro del campo. Beñat hacía esa labor anteriormente, pero este año no ha estado, así de simple.

Mikel Vesga en un partido de Liga contra el Sevilla donde anotó el tanto del triunfo I Foto: La Liga
Mikel Vesga en un partido de Liga contra el Sevilla donde anotó el tanto del triunfo I Foto: La Liga

Entre lesiones (la dichosa pubalgia de la edad), falta de continuidad y de encontrarse con su mejor nivel, el veterano futbolista no ha ayudado a su equipo. Su función la han ido asumiendo hombres experimentados como Iturraspe o Mikel Rico, pero también el joven Mikel Vesga. Este último parecía asentarse, a principio de temporada, junto al pívote defensivo San José. Sin embargo, ni uno ni otro ha terminado por convencer en una medular sin nombres propios. 

Muchísimo fútbol. Eso le ha faltado al Athletic Club. Para colmo, su jugador más en forma -Iker Muniain- y que podía ejercer esas labores desde la mediapunta, cayó lesionado en su mejor momento. El equipo bilbaíno no fue el mismo tras su larga baja, mientras el joven talento destinado a sustituirle -Ager Aketxe- se terminó yendo por la puerta de atrás. 

Iturraspe en un partido contra el Espanyol de Liga I Foto: Noelia Déniz (VAVEL)
Iturraspe en un partido contra el Espanyol de Liga I Foto: Noelia Déniz (VAVEL)

Con la mínima creación de juego, el peligro siempre quedaba relegado a las bandas y a los balones colgados para Raúl García o un Aduriz que quería ser el eterno goleador, pero que ahora no aparece en las alineaciones titulares. Sea por la edad o por cortesía de un Ziganda que prefiere jugar con otro perfil ofensivo -ese que le ofrece Iñaki Williams gracias a su velocidad y ocupación de espacios- el pichichi con más garra ha ido perdiendo protagonismo, aunque llevaba buenos números (ocho tantos).

A la escasa producción arriba con tan solo 35 goles a favor, inclusive más dianas fuera de San Mamés, se ha sumado la debilidad defensiva. Sin restar méritos a un Kepa soberbio en cada una de sus actuaciones, el trabajo se le ha acumulado hasta recibir unos 32 tantos, ya que en varios duelos fue baja y su lugar lo ocupó Herrerín.

La calidad de centrales como Laporte (hasta su marcha en Navidad) o Iñigo Martínez no ha servido para frenar a los rivales, siendo las bandas las que más han sido castigadas. Los desajustes atrás y la falta de contundencia han costado muy caros.

Laporte y Núñez, la pareja de centrales favorita de Ziganda I Foto: Noelia Déniz (VAVEL)
Laporte y Núñez, la pareja de centrales favorita de Ziganda I Foto: Noelia Déniz (VAVEL)

Consecuencia todo ello de que el equipo ha salido en muchos partidos al césped sin ese ADN de 'león' que tanto le caracterizaba: la garra, el ímpetu, la constancia o la concentración. Ausentes sus cualidades, ausentes los 'leones' y ausentes los buenos resultados.

Unai Núñez e Iñigo Córdoba, lo único salvable del Athletic Club

Entre tanta penuria con la pérdida de poderío en 'La Catedral' (solo cinco triunfos allí en Liga), los largos tramos de desconexión en partidos o la incapacidad del 'Kuko' para encontrar soluciones, dos hombres recién ascendidos desde Lezama sí han jugado una buena campaña. 

El central Núñez ha mostrado una enorme madurez, potencia y otras positivas cualidades para formar parte de la zaga bilbaína con muchas garantías. Antes de la vuelta de Yeray, el joven lo jugaba prácticamente todo a un nivel excepcional. 

Por su parte, el otro 'cachorro', Córdoba, le ha aportado al grupo esa chispa necesaria en multitud de ocasiones. Sus arrancadas, regates, actitud y otras prestaciones le han servido para ganarse el pasado lunes 16 de abril una ampliación de contrato con incremento de la cláusula. Vistos sus partidos, se lo ha merecido el chaval.

Iñigo Córdoba en un partido europeo con el equipo vasco I Foto: Athletic Club
Iñigo Córdoba en un partido europeo con el Athletic I Foto: La Liga

A pesar de haberse estrenado en el apartado goleador hace muy poco, no sorprende en un Athletic Club donde el gol cuesta un riñón, se generan pocas oportunidades, faltan ideas de juego y los errores atrás acaban condenando al empate o la derrota. Este equipo bilbaíno no es el que era.