Llegaban ambos equipos al choque con la misma necesidad: sumar los tres puntos. La diferencia reside en las situaciones y objetivos. La afición blanquiazul no deja de soñar a pesar de que el equipo se encuentra en una situación complicada. Los gallegos sentían la presión de ganar para quedarse a dos puntos del Levante y, por tanto, de la salvación (el Levante aún tendría que jugar su partido).

Por parte de los visitantes, los tres puntos eran necesarios para no descolgarse de la lucha por la plaza europea. El conjunto sevillista venía de una mala dinámica, pues no ha conseguido la victoria en las últimas cinco jornadas.

A pesar de la importancia del partido, Montella, sus futbolistas y la afición hispalense tenían la mirada puesta en el siguiente partido. Y es que el próximo sábado el conjunto sevillista se juega, nada más y nada menos, que un título: la Copa del Rey. Este hecho se vio reflejado en el once titular. El técnico italiano optó por dar descanso a una importante cantidad de futbolistas titulares e introducir novedades. La mayor de ellas fue la titularidad de Carlos Fernández, el delantero del filial sevillista. El canterano 68 minutos y dejó pinceladas de su talento.

Choque brutal

El inicio del partido trajo la primera jugada que requería la asistencia médica. Geis y Krohn Dehli saltaron para disputar un balón aéreo y chocaron cabeza con cabeza. La caída del centrocampista danés fue realmente dura. Los médicos de ambos clubes no titubearon a la hora de entrar rápidamente en el césped.

Ambos pudieron continuar. En el caso del futbolista blanquiazul, se mantuvo en el terreno de juego hasta el minuto 35, cuando ya tuvo que ser sustituido.

Primera parte de golpes

Los primeros 45 minutos se caracterizaron por un intercambio continuo de golpes, de llegadas al área contraria por parte de ambos equipos. Sin embargo, nos fuimos al descanso sin goles, y eso que hubo varias buenas ocasiones de gol.

La primera ocasión del Sevilla fue en el minuto 17. Pizarro remató un medido centro al área de Geis. Rubén Martínez mandó el balón a córner. Antes, Soria palmeaba y mandaba a saque de esquina un disparo de Adrián que supuso el primer peligro real para la portería sevillista.

La primera mitad continuó siendo de idas y venidas, hasta los últimos minutos. Fue entonces cuando el Sevilla monopolizó las llegadas. Banega y Carlos Fernández disfrutaron de dos ocasiones claras que fueron salvadas por el portero local.

Segundo asalto

La segunda parte comenzó con la misma hoja de ruta que la primera mitad. Ambos equipos lo dejaron claro en el primer minuto. El primero en golpear fue el equipo gallego, apenas 30 segundos después del pitido del árbitro. Mosquera remató desde el punto de penalti un buen centro desde la banda derecha. Afortunadamente, el disparo se marchó alto.

La respuesta sevillista no se hizo de rogar. Banega disparaba desde fuera del área tan solo un minuto después. Su buen disparo fue repelido por Rubén.

En los minutos siguientes, el Depor buscaba con más insistencia el área contraria con una alta presión. En esa coyuntura, Sandro tuvo una nueva oportunidad. El intercambio de golpes y llegadas continuaba. Ninguno de los dos equipos daba su brazo a torcer. Mientras, los porteros seguían encargándose  de que no se moviera el marcador.

Final de infarto

Soria evitó el gol y la victoria locales en los últimos minutos

En la segunda mitad, el Sevilla tuvo sus llegadas y sus opciones de anotar gol. Los más destacados en ataque durante todo el partido fueron Banega, Navas y Sandro. Sin embargo, fueron los locales los que buscaron con más ansia y mayor claridad el gol. En los últimos minutos, el Deportivo tuvo numerosas ocasiones para llevarse los tres puntos.

Si no llegó el gol coruñés fue, en gran medida, gracias a Soria. El portero sevillista salvó la mayoría de esas ocasiones locales. Las más claras fueron dos disparos en el minuto  68 y 85, ambos de Lucas Pérez. También la suerte jugó su papel, y estuvo de cara de los visitantes. Borges remató desde fuera del área en el minuto 86, pero su disparo dio en el palo.

El final del partido fue de infarto. La afición gallega se lamentaba una y otra vez por las ocasiones de su equipo que no se materializaban. El Sevilla se vio superado en los últimos minutos por su rival, con el que había mantenido un partido igualado hasta el minuto 80.

Empate que sabe a poco

La igualada en el marcador y el reparto de puntos no dejó satisfecho a nadie. Los blanquiazules necesitaban los tres puntos para no perder la ilusión por la salvación. El empate sabe a poco, y más teniendo en cuenta de que el Levante, de conseguir la victoria en esta jornada, logrará aumentar su crédito con respecto al Depor en dos puntos más.

Por su parte, el Sevilla se complica estar en competición europea la temporada que viene por vía liguera. Y es que este empate será olvidado pronto en Nervión, pues en apenas unos días se enfrentará al Barcelona en la final de la Copa del Rey. Esta puede ser otra vía de conseguir estar en competición europea el año que viene. De ganar la final, no solo se conquistaría la Copa, sino también una plaza para la Champions.