Real Valladolid y Real Oviedo se verán las caras este viernes, a las 21:00 horas, en un choque con mucho en juego para ambas escuadras. Pese a ser dos clubes amigos, con dos aficiones que guardan buena relación entre ellas, solo queda salir a matar, en el buen sentido de la palabra.

Tanto pucelanos como asturianos se juegan buena parte de la temporada; participar en el playoff de ascenso depende, en parte, de este partido, un partido que confrontará al sexto y al undécimo clasificado, separados por un margen de cinco puntos. El Valladolid, que suma dos pinchazos consecutivos, se verá obligado a remar contracorriente; el calendario es duro, inmisericorde, y cualquier mínimo error puede condenarnos al más absoluto de los fracasos.

Esta mala dinámica del equipo blanquivioleta coincide, además, con esa paupérrima racha fuera de casa. Con tan solo dos victorias a domicilio, el Real Valladolid tendrá que superar a un Oviedo que se crece ante su afición, y que partirá como favorito en este disputado enfrentamiento.

Es momento de cerrar este negro capítulo del Valladolid, y tratar de recortar diferencias con los de arriba. Para ello, es importante echar la vista al pasado, tanto al partido de la primera vuelta, como a aquel Oviedo-Pucela de la 2015/2016, la temporada en la que el equipo asturiano regresó al fútbol profesional, que se saldó con un 2-4 favorable a los blanquivioletas.

El partido de la primera mitad de la campaña 2017/2018 no dejó indiferente a nadie. En un buen contexto, entre dos hinchadas que se respetan, y que siempre desean la mejor de las suertes al contrario, aquel sábado 18 de noviembre vio un buen espectáculo, y una victoria del Real Valladolid.

El partido, correspondiente a la jornada 18, comenzó a las 18 horas con las siguientes formaciones. El Pucela salió con: Jordi Masip; Antoñito, Kiko Olivas, Deivid, Nacho; Borja, Luismi; Toni Villa, Óscar Plano, Pablo Hervías; Jaime Mata. Pocas variaciones con respecto a lo que podríamos ver actualmente, con un Deivid sano por entonces, y que ya toca balón tras su dura lesión sufrida meses atrás.

Por su parte, el Real Oviedo formó con: Juan Carlos; Guillermo Cotugno, Juan Forlín, Christian Fernández, José Mossa; Ramón Folch, McDonald Mariga, Diego Johannesson; Aarón Ñíguez, Saúl Berjón; Miguel Linares.

El choque, que a priori parecía igualado, se puso de cara muy pronto para el conjunto local, que anotó el primer gol, por medio del central, Deivid, a los cuatro minutos de iniciarse la acción. La primera parte, estancada a partir de ese tanto inicial, dejó un parejo reparto de la pelota, varias llegadas a ambas áreas y un marcador muy corto para los pucelanos, con el que se llegaría al descanso. Ya en la segunda parte, y transcurridos quince minutos, Luis César Sampedro decidió mover ficha, introduciendo a Míchel y Gianniotas en lugar de Hervías y Toni.

En un momento de inseguridad y de inestabilidad por parte del Pucela, que se limitaba a defender ante el constante control por parte del Oviedo, fue el pichichi, Jaime Mata, quien extendió la ventaja local gracias a una asistencia de Míchel diez minutos después de entrar al campo.

Con ese 2-0 en el marcador, Miguel Linares, el hombre más peligroso del cuadro asturiano, fue capaz de recortar diferencias y meter el miedo en el cuerpo de la afición vallisoletana, que recobraría la calma un par de minutos después, gracias a un tanto de Míchel, protagonista del partido, que sentenciaría definitivamente con ese 3-1.

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Sobre el autor
Francisco Román
Valladolid. Estudiante de Derecho. Amante del tenis, fútbol, baloncesto y Wrestling. Redactor sobre tenis en VAVEL.com