Partido de necesidades el que se iba a vivir en el Miniestadi. El Barcelona llegaba con la urgencia de sumar los tres puntos por la delicada situación que vive el equipo (ocho partidos sin conocer la victoria) y que le ha situado en los puestos de descenso a solo siete jornadas del final. Por su parte el Rayo Vallecano necesitaba ganar para colocarse como líder provisional de la Segunda División. La Ciudad Condal presentaba un día soleado, y con buena temperatura, para disfrutar del fútbol.

Pese a que el encuentro se disputaba en territorio culé, el Mini nunca dio la sensación de parecer el campo del Barça. La grada norte presentaba una generosa entrada de seguidores rayistas, que no perdieron la oportunidad de convertir Les Corts en Vallecas. La tónica es habitual en territorio azulgrana, donde acostumbra a ver más aficionados de los rivales que del propio filial. 

La afición rayista convirtió el Miniestadi en el Estadio de Vallecas | Foto: Noelia Déniz, VAVEL
La afición rayista convirtió el Miniestadi en el Estadio de Vallecas | Foto: Noelia Déniz, VAVEL

El trabajo se desmorona en una acción

El FC Barcelona presentaba novedades en la alineación. Gerard López presentó un sistema nuevo, que hasta entonces no había utilizado en la categoría. El conjunto local salía con un 4-5-1 en ataque, que se convertía a 5-3-2 en defensa; debutaba de esta manera Samuel Araujo en banda derecha puesto que Marc Cucurella pasaba a realizar funciones de carrilero. Con ello, el técnico catalán buscó incidir más por banda a la vez que proteger más al equipo de los posibles ataques que pudiera plantear el rival. Los primeros minutos de los barceloneses fueron más que positivos, puesto que monopolizaron la posesión del esférico ante un Rayo que también quería ser protagonista pero que no podía.

El Barça monopolizó la posesión del esférico ante un Rayo que quería ser protagonista pero que no podíaPese al dominio inicial, el Fútbol Club Barcelona no terminaba de materializar las escasas ocasiones de las que disponía. Delante, el conjunto madrileño se mantenía replegado, cerrando muy bien los espacios, a la espera de tener una ocasión al contraataque, de esas que tanto daño hacen al Barça. En el minuto 18 los visitantes protagonizaron el primer acercamiento a la puerta defendida, de nuevo, por Alberto Varo; sin embargo, Palencia despejó a saque de esquina sin aparente problema. Dos minutos más tarde Carles Aleñá puso un balón en profundidad para Nahuel, que la centró al corazón del área y Marc Cardona no llegó por milímetros, blocándola Alberto.

El Barcelona se sentía bien en este guión de partido y seguía cómodo sobre el terreno. De nuevo Aleñá puso un centro frontal que remató Cardona de cabeza pero no encontró puerta, en parte por el gran acierto del meta rayista, que la envío a córner. Entre posibles ocasiones que no supusieron peligro llegó el primer tanto de los madrileños. Sergi Palencia hizo caer a Comesaña dentro del área y el colegiado concedió, sin dudarlo, penalti. Raúl de Tomás fue el encargado de tirarlo, a lo panenka, adelantando así a su equipo en el marcador. Jarro de agua fría para el Barça, que veía como a quince minutos del descanso todo el trabajo se iba a pique por una acción.

El Rayo Vallecano celebrando un tanto | Foto: Noelia Déniz, VAVEL
El Rayo Vallecano celebrando un tanto | Foto: Noelia Déniz, VAVEL

El tanto noqueó al Barcelona, situación que aprovecharon los de Míchel para agarrar el esférico. Los de Gerard López, atónitos, esperaron replegados al Rayo en lugar de intentar presionar para crear fallos. A poco del final, Nahuel realizó una jugada individual filtrando para Cardona, que a punto estuvo de llegar. Los blaugrana, sin poseer el balón, comenzaron a crear peligro mediante ocasiones manifiestas; pudo subir el empate en más de una ocasión pero de nuevo el acierto jugó un papel importante. El Barça cerró la primera mitad con un centro envenenado de Monchu, que rechazó Alberto. Buen partido el que protagonizó el futbolista del Juvenil A, que se ha ganado la plena confianza de su técnico.

El Barça se queda a un paso de sumar

La segunda mitad comenzó con la caída de Marc Cardona dentro del área, acción que levantó la polémica en el Miniestadi puesto que la afición consideró que debió pitar penalti. El cuadro blaugrana salió atrevido al césped, tratando de anotar el primer tanto para amarrar cuánto antes el empate. Los de Gerard López gozaron de grandes ocasiones pero seguían sin materializar. Cuando todo parecía de cara un disparo de Bebé en el minuto 54 rebotó en el palo derecho de la portería que defendía Alberto Varo y se coló dentro. De nuevo, golpe muy duro para un Barça que había salido motivado al partido.

El FC Barcelona llegó a estar solo un tanto por debajo pero no fue capaz de conseguir puntuarPese al mazazo, dos minutos bastaron para ponerle emoción al encuentro. Monchu levantó al Miniestadi enviando dentro un esférico que había quedado muerto dentro del área; el canterano está que se sale y con acciones como estas encandila a toda la afición culé, que ve en él uno de los futuribles para el primer equipo. El Rayo Vallecano notó entonces como su rival le devolvía el golpe a la vez que se oían gritos de "Barça, Barça". El tanto hizo despertar al filial, que dispuso entonces de las mejores oportunidades; la más destacada fue una cabalgada de Palencia que terminó con la pelota paseándose por el área.

El equipo de la capital, consciente de que estaba en una situación delicada, se plantó ante el Barça para discutirle el dominio, y lo consiguió. Una pérdida en la frontal de Sergi Palencia terminó con el tanto de Raúl de Tomás en el minuto 72. Gerard López movió el banquillo dando entrada a Vitinho junto con Ballou Tabla, una solución que le funcionó al entrenador puesto que seis minutos más tarde el extremo canadiense anotaba el segundo para los suyos. El gol desató de nuevo al FC Barcelona.

Ballou Tabla salió desde el banquillo y anotó el segundo tanto para el Barça | Foto: Noelia Déniz, VAVEL
Ballou Tabla salió desde el banquillo y anotó el segundo tanto para el Barça | Foto: Noelia Déniz, VAVEL

El despliegue de fútbol y espectáculo que se vivió en esos instantes fue absoluto. El Rayo Vallecano se defendía con uñas y dientes para tratar de defender un liderato muy necesario con el final de la competición tan cerca. El Barça cerró el partido con un disparo potente de Rivera que salió muy centrado y blocó sin ninguna dificultad el guardameta rayista. Tres puntos que se le volvieron a escapar al cuadro culé, que seguirá una jornada más en el descenso, con 12 puntos en disputa todavía.