Se acabó lo que se daba para la Unión Deportiva Logroñés. Un conjunto blanquirrojo, que a falta de tres jornadas, deja de tener opciones matemáticas para el play-off. Con 55 puntos, los riojanos ven muy de lejos al cuarto clasificado, el Racing de Santander (65). No ha sido ésta la temporada para los de Sergio, que han carecido totalmente de esa dosis de fortuna necesaria para alcanzar grandes cotas. Decisiones arbitrales, plaga de lesiones, mala suerte con jugadores que parecían claves y malas resoluciones en las dos áreas han provocado que la temporada finalice el 22 de abril para la UDL. Y todo, tras morder el polvo ante un Sporting B al que sí le está saliendo todo. Las dos caras de la moneda.
Los asturianos, dirigidos por Jose Alberto, están siendo la sensación del Grupo II. Hace menos de un año, lograban su ascenso a Segunda B. Y este año, en su redebut en bronce han pulverizado todas las previsiones. Nadie en Mareo podría predecir que el filial asturiano iba a estar en cabeza en la jornada 35. 71 puntos y la sensación de que todo les sale. Todo a pesar de su exultante juventud. Invictos en el Pepe Ortiz, siendo los segundos mejores visitantes y los máximos artilleros. La parroquia de El Molinón puede frotarse las manos ante lo que se viene. Berto Cayarga, Isma Cerro, Claudio Medina... El futuro promete. Y hoy, han levantado un partido que se les había puesto en contra para recuperar la cabeza y afrontar la promoción con ilusiones de ascenso.
Se enfrentaban dos de los equipos más valientes y que mejor fútbol ofrecen de toda la categoría. Y desde el primer minuto de juego se vio. Riojanos y asturianos se dispusieron a controlar el cuero y a buscar siempre la portería rival. Miguel Santos fue el primero que lo intentó. Los primeros minutos fueron de tanteo, con largas posesiones de ambos conjuntos. Ñoño y Marcos André empezaron a percutir por la zurda, mientras que Cayarga, Medina, Traver e Isma Cerro comenzaron a asociarse, sin aún llegar a asustar. El juego de los asturianos generó acciones a balón parado. En una de ellas, Víctor Ruiz disparó duro pero sin encontrar los tres palos. Tras minutos de igualdad, se encontró el cuadro local a mediados de la primera parte.
Gol que hacía justicia
Ñoño reclamó la pena máxima en una caída y Remón disparó desde la frontal. Su lanzamiento, desviado por la zaga, acabó en córner. Eran los mejores minutos del Logroñés y su parroquia lo notaba. Sin embargo, estuvo a punto de llegar el gol visitante. Miguel se la dejó por error a Cayarga, pero una rápida intervención de la zaga riojana evitó el 0-1. El "8" también estuvo cerca, con un golpe franco que rozó la escuadra. Pero eran intentos aislados. El peso del partido recaía en los anfitriones, que triangulaban y desbordaban por los flancos, casi siempre buscando la asociación corta, aunque con algunos envíos largos que descolocaron a los ayer rosas. Así se fraguó el primero. Sotillos condujo, descargó hacia el costado y volvió a recibir, ya en disposición para rematar. Cuero a las mallas, merecido por el dominio demostrado. Sin embargo, la tranquilidad estaba a punto de romperse.
La expulsión lo cambió todo
Antes de ello, Marcos André pudo poner el segundo tras una gran jugada individual, resolviendo finalmente el defensor a córner. El choque iba a cambiar de la forma más inesperada. En un saque de esquina, un balón hacia la frontal fue rematado con Paredes, que tuvo muy mala suerte. Su rechazo propició un contragolpe que dejó solo a un atacante visitante. Santos le hizo falta siendo el último defensor, pero el trencilla dejó seguir. Sólo cuando Caneda resolvió decretó el catalán la cartulina roja para el zamorano. Una decisión extraña y controvertida que levantó al estadio riojano en contra del colegiado. Una pañolada pocas veces vista y un grito unánime. "Fuera, fuera", clamaba la afición, harta de demasiados errores. El descanso llegó con un ambiente enrarecido y la sensación de que el lío no iba a quedar ahí.
Los guajes tenían 45 minutos en superioridad numérica. Lógicamente, subieron líneas y comenzaron a avasallar a su rival. Un gran disparo desde 40 metros de Isma Cerro obligó al arquero a enviar a la esquina. Y el empate iba a llegar. Balón hacia el lateral, centro, remate, anticipación y gol. El cuero le llegó a Montoro, que la sirvió hacia Claudio Medina, definiendo el "killer" por el centro y llegando a la docena en su cuenta particular. Jose Alberto quitó a Aizpiri y metió a Pablo Fernández, yendo a por el partido. Los riojanos, muy tocados, encontraban a un Ñoño inspirado que volvió a caer dentro del área. Agua otra vez. Los de casa lo estaban pasando mal, muy mal. Tras la expulsión, la formación 4-4-1 dejaba a Marcos André muy solo y sin posibilidad de recibir el esférico.
Remontada de líder
Sergio vio que había que recomponer. Titi dejó paso a Zubiri. Un paso atrás que parecía necesario, visto como iba el encuentro. Un centro desde la diestra llegó a Cordero, que remató a las mallas. Instantáneamente, el grueso de la nómina blanquirroja fue hacia el linier, reclamando fuera de juego. Pero el 1-2 ya era una realidad. Sergio protestó y fue expulsado. La afición estalló y el choque se volvió algo feo. Entradas duras y lluvia de cartulinas. Una tras otra, hasta once. Espina y Chamorro salieron en los de los siete valles, buscando quemar las naves. Antes de ello, una magnífica jugada entre Espina, Ñoño y Marcos André acabó con un remate alto del brasileño, cuando parecía prácticamente gol.
Iba a tener que sudar tinta el Sporting B para conseguir llevarse los tres puntos. Los espacios se multiplicaban e Isma Cerro quedó en buena posición. Se fue en carrera y remató, suave hacia las manos de Miguel. El Logroñés sacó fuerzas de flaqueza y trató de al menos igualar. Y la tuvo, pero nuevamente salió cruz. Marcos André encaró dentro del área, un zaguero le interrumpió su carrera y le derribó. Parecían once metros. Pero Pere Barceló Roca no lo quiso así. Definitivamente, la UDL no iba a puntuar. Los gijoneses consiguieron un triunfo de enorme valor. Recobran el liderato a costa del Mirandés y sueñan en serio con el ascenso. De los campos de barro al fútbol profesional. Dependen de sí mismos los del Principado. La Rioja se quedará otra temporada más sin fútbol de élite. 18 ya, ciertamente, demasiadas...
Próxima jornada
La Unión Deportiva Logroñés viajará a Santander para medirse al Racing, en un encuentro clave para los cántabros en su lucha por meterse entre los cuatro mejores. Lo hará sin Santos, Rubén Martínez y Marcos André, además de más bajas. Por su parte, el Sporting B recibirá a la Real B, en otro duelo clave en la zona noble. Se acaban las oportunidades y los puntos tienen ya una importancia suprema. No se puede fallar.