La Real Sociedad rompió la racha ante el Málaga perdiendo dos a cero en La Rosaleda de tres partidos seguidos ganando, y cuatro sin conocer la derrota y dejar la portería a cero. La primera derrota en la era de Alguacil llegó después de mostrar una imagen pobre y encajando dos goles, algo que no había sucedido cuando el entrenador del Sanse cogió las riendas del primer equipo, asemejándose más a una versión horizontal y frágil en defensa de Eusebio que un equipo rocoso, vertical y arrollador en ataque. Un dato curioso fue la falta de intensidad y pelea, al no cometer ninguna falta durante los 90 minutos, eso da pie a un sinfín de conclusiones como no entrar al partido concentrados y sin la tensión necesario para competir en Primera.

En la primera mitad la Real controló el balón y fue el equipo que propuso el fútbol en La Rosaleda. Sin embargo, el Málaga se adelantó con un gol de Adrián en la primera llegada a los once minutos de encuentro, recogiendo una asistencia del Chory en un rechace de un córner que la defensa txuri urdin estuvo floja. Los realistas continuaron en la tónica de buscar el empate, y Januzaj en dos ocasiones y Canales en un libre indirecto dentro del área por una cesión que Estrada Fernández señaló a favor de la Real perdonaron el uno a uno.

Circulación de balón lenta y juego previsible

A los de Imanol Alguacil les faltó mover el balón más rápido y tener más voracidad en los últimos metros para conseguir un resultado favorable antes de irse a los vestuarios. No estuvieron como en el partido contra el Atlético de Madrid, ágiles con el esférico y no aprovecharon las ocasiones, además de no tener llegadas al área claras, y remates en posición de ventaja los delanteros realistas. Los malaguistas sin nada en juego, disputaron el partido sin presión añadida por conocer su descenso a Segunda, y queriendo demostrar a su afición la entrega y compromiso de la plantilla. En la segunda llegada al área, En- Nesyri amplió las diferencias después de un centro de Chory adelantándose a Kevin Rodrigues y dando una alegría a la grada.

Willian José calentó durante los últimos minutos de la primera parte.

El entrenador oriotarra no lo vio claro y avisóa Willian José para calentar en su idea de puntuar en La Rosaleda y ir a por la remontada. La Real volvió en estos 45 minutos a la era de Eusebio, donde la defensa recibía goles con facilidad, y la circulación de balón era lenta, el juego previsible siempre jugando planos y sin verticalidad.

Los blanquiazules tardaron en entrar al partido, y les pudo el tener un exceso de confianza ante un rival descendido a Segunda División. Se les vio relajados en el campo, y demostraron no estar motivados como contra el Atlético de Madrid, un equipo de mayor nivel para ir a por los tres puntos. La falta de puntería en el otro área y los errores de concentración en defensa fueron los principales detonantes para irse al descanso perdiendo por dos a cero. El Málaga salió con más intensidad y mereció acabar la primera parte ganando por su acierto y tener capacidad de reacción ante su afición  a pesar de certificar su descenso.

Willian José entra al inicio de la segunda parte

Imanol Alguacil salió en la segunda parte con Willian José en punta sustituyendo a Agirretxe, al que no le llegaron muchos balones y solo tuvo un remate de cabeza para marcar.

Los realistas retomaron el partido llegando al área sin peligro, y dominando al Málaga pero no tuvieron ninguna ocasión clara para meterse en el encuentro hasta la hora de juego, cuando Zurutuza disparó a puerta pero su remate se le fue desviado. El equipo de José González no hizo más que defender el resultado y llegar a los 20 puntos en La Liga. El técnico oriotarra metió más verticalidad y potencial ofensivo en el campo para buscar más mordiente arriba y lograr un resultado positivo, sustituyendo a un centrocampista Zurutuza, por un extremo rápido y con gol como Oyarzabal.

No hubo reacción de la Real en toda la tarde y La Rosaleda vivió un partido plácido. El Málaga se sintió comódo en el campo, juntando las líneas y slaiendo a las contras con peligro para sentenciar el choque y dar los tres puntos a una afición que animó a su equipo durante los 90 minutos. Estuvieron más preocupados por su situación y dudas para el próximo proyecto que por ver peligrar la victoria en su estadio.

Se equivocó el entrenador txuri urdin en la alineación y también con los cambios, porque no ofrecieron esa energía y intensidad necesaria en la segunda parte.  Asier Illarramendi entró al campo en el minuto 75 en lugar de Zubeldia, para dar equilibrio al centro del campo y aportar más control de mitad para arriba. Los realistas no inquietaron la portería rival en ningún momento y fracasaron en el intento de seguir con la racha de cinco partidos consecutivos invictos desde la llegada del oriotarra. En-Nesyri apunto estuvo de anotar el tercero para redondear la victoria del Málaga en La Rosaleda, la Real acabó su imbatibilidad en Liga y perdió el primer partido en la era Alguacil.