El Real Zaragoza venía de una contundente derrota por tres goles a cero en Almería y necesitaba ganar y recuperar sensaciones ante su afición. La previa comenzaba bien, Borja Iglesias recibía el premio al mejor jugador del mes de la Liga 1|2|3, lo que hacía presagiar una buena noche para "el panda".

Sin embargo, el conjunto aragonés falló de nuevo en La Romareda a pesar de realizar un buen juego y contar con numerosas ocasiones para llevarse el triunfo. Este partido fue un buen ejemplo de buen juego y mal resultado.

Se aprecian numerosos cambios del Real Zaragoza anterior respecto al actual, desde el once hasta La Romareda, que en aquella noche recibió a 14.943 espectadores. Naxto González apostó por un 4-4-2 formado por Cristian, Delmás, Mikel, Verdasca, Ángel, Papu, Eguaras, Zapater, Febas, Vinícius y Borja Iglesias. La entrada de Papu y Vinícius cambiaron el sistema de juego del equipo aragonés respecto a las anteriores jornadas.

El partido comenzaba con la clara intención del Reus de adueñarse del esférico, pero sin materializarse en ocasiones de peligro. Pero pronto el Real Zaragoza empezó a llegar con peligro a la portería del conjunto visitante. Febas regatea dentro del área y realiza un buen disparo que despejó Edgar Badía hacia Papu, pero se topó con el palo.

El peligro del equipo local fue aumentando, Borja Iglesias y Febas eran los protagonistas de las constantes llegadas de los aragoneses, pero el final siempre era el mismo, Edgar Badía, que sin lugar a dudas, tuvo su noche.

Tras el descanso, el partido se estancó más, pero las ocasiones continuaban siendo del Real Zaragoza. Borja Iglesias tuvo otra, pero Badía acudió de nuevo al rescate de los catalanes.

Los cambios que introdujo Naxto fueron Grippo por Mikel (minuto cuarenta), Toquero por Vinícius (minuto 75), y Buff por Papu (minuto 76), con la intención de que llegara un gol que nunca llegaría a producirse, pero que se mereció.