La temporada del Athletic está siendo un horror. Los rojiblancos están en un momento de forma muy malo en San Mamés en este final de temporada, desde que los de Kuko Ziganda vencieron al Leganés en casa allá por principios de marzo, los leones no han conocido la victoria en casa. Celta, Deportivo y Levante, este último con un 1-3 muy merecido merced al doblete de falta de Bardhi, y al gol de Morales, que hicieron inservible el misil de Raúl García, son los últimos equipos que han puntuado de manera consecutiva en La Catedral del fútbol.

Golazos por ambas partes

El partido comenzó con el Levante dominando, aunque sin demasiada presencia en el área de Kepa, lo que molestaba a la parroquia del Athletic, pues no es de buen gusto que te domine en tu estadio un equipo que lucha por la salvación, pero que parecía quedar en un espejismo a los ocho minutos, cuando Raúl García, tras un despeje de la defensa a internada de San José, disparaba desde larga distancia un misil que se colaba en la escuadra. El guion, mejor imposible para los leones.

El espejismo sin embargo fue, el gol del Athletic, pues el Levante creció mucho con el gol del Athletic, y comenzó a asustar de verdad a los rojiblancos. Un buen pase filtrado de Morales dejaba solo delante de Kepa a Boateng, que marraba el mano a mano ante el de Ondarroa, e Iñigo Martínez evitaba el remate en segunda instancia del propio Boateng.

Dos minutos después el Levante volvía a probar fortuna. Una nueva llegada de los valencianos acababa en un disparo de Coke que atrapó sin problemas el guardameta del Athletic. Hasta que se llegó al último cuarto de hora, maldito para los rojiblancos, donde tras tres córneres consecutivos, Postigo remató a las manos de Kepa, y llegaron las faltas.

Ambas idénticas, ambas desde posiciones muy parecidas, ambas muy bien ejecutadas por Bardhi, y ambas en las que Kepa puede hacer algo más, zona izquierda de la zona de ataque del Levante, balón por encima de la barrera que entra a media altura de la portería. En la primera el guardameta del Athletic la saca de dentro de la portería, 1-1, y en la segunda, hace la estatua para ver como el disparo del macedonio se cuela en las redes, 1-2, resultado merecido al descanso.

Esperpento rojiblanco

La segunda parte con el Athletic a remolque fue complicada para los leones, que tan solo han remontado un encuentro en casa esta temporada, contra el Málaga en San Mamés, y se remontó en el primer periodo para acabar pidiendo la hora en el segundo. Aun así, el Athletic, con más corazón que cabeza, y con más empuje que táctica, intentaría el empate, y Williams tendría la primera ocasión de la segunda mitad, remató a media vuelta desviado.

Sin embargo, el Levante supo que debía hacer para aguantar el resultado, lo mismo que en el primer periodo, dominar. Volvió a hacerse con la pelota y dominó en la segunda mitad, teniendo además ocasiones para cerrar el partido. Morales lo intentó tras jugada elaborada, pero Kepa volvió a hacerse con la pelota.

Aun así, el Athletic iba a tener un último arreón, siempre lo tiene, y esta temporada, siempre sin encontrar el premio. Un centro desde la derecha de De Marcos lo remató al larguero Raúl García. Aunque no sirvió de mucho este arreón, pues el Levante perdonó una vez, pero no dos. Roger se quedaba solo en el mano a mano ante Kepa, y disparaba fuera.

En la segunda, un jugadón de Morales acaba con un gol de muy bella factura en el que con una cabalgada deja atrás a Unai Núñez y tira una vaselina a un toque que bate a portero del Athletic, que intentó tapar el disparo. No pudo y se desató el enfado en San Mamés. Un último disparo de Iñigo Córdoba al palo fue lo último destacable del encuentro, pero ya daba igual, la afición estaba descargando todo su enfado contra el entrenador, y el presidente.

Con la victoria, el Levante se queda cerca de la salvación, pues se coloca a nueve puntos del Deportivo quedando doce por jugar, y el Athletic, dice definitivamente adiós a Europa, y espera que el domingo el Barcelona sea capaz de sacar al menos un punto en Riazor, para salvarse matemáticamente.