Todas las miradas se centraban en él, y la verdad, no defraudó. Gerardo Berodia llegaba a Navalcarnero, el club en el que había jugado las temporadas 2014-2015 y 2015-2016 tras su vuelta de Bolivia, y donde parecía que iba a volver a jugar este verano... hasta que en su camino se cruzó el Rayo Majadahonda. El delantero madrileño dejó en la estacada al conjunto navalcarnereño cuando todo parecía hecho y era un secreto a voces, y firmó por los majariegos, donde tan sólo se mantuvo hasta el mes de enero.

El ex de la cantera del Real Madrid recibió la crítica dura y los silbidos de los aficionados locales durante todo el encuentro, pero supo desquitarse anotando el gol del triunfo desde los once metros. Todo un desafío que se intuía desde la grada, que barruntaba que Berodia podría lanzar ese penalti a lo Panenka. Con mucha clase. El delantero del Adarve sorprendió a unos cuantos, no a todos los presentes, e hizo el único tanto del partido de esa magnífica forma. Aún sin ser su mejor partido, dejó detalles de esa calidad que necesitaba el Adarve en invierno para doblar la apuesta y mantenerse en el fútbol de bronce.

A fe que está consiguiéndolo... de manera virtual de momento. Quedan tres jornadas, nueve puntos, y esa es la diferencia que mantiene 'El Lobo' con el descenso directo, al que solo una rocambolesca combinación de resultados mandaría de nuevo a Tercera División de forma directa. Pero ya poco probable vista la distancia con la quema del descenso. El que no pudo mantenerse a flote fue el Navalcarnero de Julián Calero. Los rojiblancos lo intentaron todo, pero se marchan de vacío de un partido decidido por una acción ingenua que el árbitro señaló como penalti.

Stevens se lanzó a despejar la pelota de cabeza tras un centro de Ángel Auñón. Nadie había para el remate, y nadie iba a llegar a ese balón excepto él, que decidió lanzarse para despejar con la cabeza. El lateral diestro falló en el despeje y desvió el balón con la mano. El árbitro, cerca de la jugada, decidió que la mano era punible y señaló el punto de los once metros, desde donde Berodia decidiría el resultado del partido demasiado pronto. Los locales protestaron mucho la decisión, bastante polémica, entendiendo la acción como involuntaria, ante la ausencia de posibles rematadores visitantes en el segundo palo.

El 'Naval' lo intentó de todas las maneras

Viéndose por detrás en casa, y con el conjunto local celebrando un día especial para su cantera, los de Julian Calero se fueron a por el empate. Pudo haber sido pronto, si el centro chut de Gonzalo Ónega no se hubiera topado con el larguero de la meta defendida por Parra. El partido iba y venía de un área a otra con mucho ritmo y velocidad trepidante. El Navalcarnero más volcado, tratando de elaborar su juego para superar la organizada defensa visitante, que quería robar para salir al contragolpe. Ambos equipos lo tenían claro y así se sucedían las mejores ocasiones de las dos escuadras.

Fran García disfrutaba de las mejores llegadas visitantes. Un disparo al larguero, un mano a mano que se marchó alto, y una gran intervención de Isma Gil a un remate del atacante del Adarve pusieron el susto en el cuerpo de los locales. Éstos respondían con varios intentos de Acosta y un mano a mano de Barbosa con Parra que en primer lugar estrelló en el cuerpo del meta visitante, y luego, con el rechace a su favor, fue Juanma el que evitó el tanto del empate sacando bajo palos el remate.

No existía la palabra tregua en el vocabulario de ambos conjuntos. Las dos plantillas fueron ambiciosas en todo momento del choque y buscaron con ahínco los goles que les acercasen al triunfo. La segunda parte fue mucho más tensa pero igual de vertiginosa y rápida. Héctor avisaba cabeceando fuera un gran centro desde la derecha de Ángel Auñón. Cifo, entrado en el descanso por el bando local, también disponía de una ocasión para el empate, pero erró con el disparo.

Gol anulado a Barbosa

El 'Naval' pudo empatar en una gran acción personal de Joaquín, muy activo todo el partido. El disparo del atacante local se topó con el poste de la meta defendida por Parra, y su rechace lo anotó Barbosa en un fuera de juego muy protestado por los locales y su afición. Ángel, completando su gran partido, tuvo el 0-2 en sus botas pero estrelló su disparo desde la frontal con la zurda en el poste de la portería local. Era el minuto 80 y el partido ya no tenía forma de frenar.

Los últimos minutos fueron una angustia para ambos conjuntos. Unos veían como la fase de ascenso se escapaba y los otros sufrían por esperar hasta el pitido final del colegiado para asegurar virtualmente una permanencia histórica. Salvo hecatombe, el Unión Adarve seguirá en Segunda B una temporada más. Parece que el Navalcarnero también, que se dejó todo buscando el triunfo en casa, pero se aleja del cuarto puesto y empieza a ahogarse en la orilla.