25 de noviembre de 2017, jornada número 16 de La Liga 1 | 2 | 3. El Cádiz Club de Fútbol recibía la visita del Real Valladolid Club de Fútbol, en el Estadio Ramón de Carranza. Los de Pucela son considerados como uno de los equipos más goleadores de la categoría, con 29 goles anotados, mientra que los de la Tacita de Plata son uno de los equipos menos goleados, con diez tantos encajados.

Antes de comenzar la décimo sexta jornada de Segunda División, los amarillos son noveno clasificado con 23 puntos, y una diferencia de tres goles favorable, mientra que los blanquivioletas son séptimo clasificado con los mismos puntos que los gaditanos, con una diferencia goleadora de cinco goles favorable.

El partido comienza con el Cádiz queriendo conseguir la posesión del balón. Con la posesión del balón en el lado amarillo, se comienza a verse pronto reflejado en el luminoso. Minuto seis del partido, saque de esquina a favor de los cadistas, lanzado por Mikel Villanueva, pero Masip lo logra rechazar el balón lanzado y Álex Fernández logra recoger el rechace en las inmediaciones del frontal del área y con un fuerte chut logra introducir el balón en la portería, haciendo el único gol del partido.

Con el marcador favorable para los amarillos, y estos dominando el balón y el centro del campo, los Blanquivioletas apenas pusieron nervioso al portero cadista, Alberto Cifuentes. Con la segunda mitad llega las malas noticias. Primero fue la lesión de Mikel Villanueva en el minuto 59, por lo que tuvo que ser sustituido por Kecojevic. Y la segunda mala noticia fue la lesión de Álvaro García, en el minuto 76, y tuvo que ser cambiado por David Barral. Con dos cambios obligados por lesión, Álvaro Cervera sólo le quedo un cambio para dar frescura en el juego cadista, ese cambio fue la de Rubén Cruz en el minuto 68 de juego.

Minuto 84 de juego, tras una buena contra, Rubén Cruz llega al área de Pucela pero el defensa Luismi lo deriba en la frontal. Con esta acción el árbitro del partido lo sanciona con roja directa, dejando al Real Valladolid con diez jugadores en el terreno de juego. Los minutos finales se tradujeron como un sufrimiento para la afición amarilla.