Los grandes de Europa han vuelto a enfrentarse. No ha sido un día cualquiera. Era una jornada de Champions League. Todos sabemos que los días se hacen más largos hasta que llegan las 20:45 horas y nos sentamos en el sofá, ansiosos por ver la mejor competición del mundo. El Real Madrid conquistó Múnich (1-2) con un gol de Marcelo en el primer tiempo y otro de Marco Asensio en el segundo. Esta derrota por parte de los alemanes ha logrado que los blancos consigan tres victorias seguidas frente al Bayern de Múnich.

Para los de Zinedine Zidane vencer en el Allianz Arena se ha convertido en una tradición típica de los grandes clubes deportivos de Europa. No fue una victoria fácil. El Real Madrid no comenzó con buen pie y sufrió lo suficiente como para mostrar el punto débil de los de Zidane, tanto que el marcador cambió en el minuto 27 a favor de los alemanes. Los blancos tenían el sudor en la frente y a la viva imagen de Dios en la portería. Fue Asensio el que colocó a los blancos más cerca de Kiev puesto que, hasta el momento, el encuentro estaba empatado 1-1. El mallorquín logró la calidad necesaria para encauzar a los de Chamartín a la capital de Ucrania. Pero la victoria no está asegurada. El próximo martes, 1 de mayo, los alemanes viajarán al Santiago Bernabéu para poner las cartas sobre la mesa.

Jupp Heynckes no dejó a ninguno en el banquillo; sacó a todo el arsenal ofensivo. El Bayern salió al ataque y Lewandowski aprovechó un error de Carvajal para dar el susto a los blancos cuando casi lo encuentra Muller. No todo parecía de color de rosas para los alemanes. A los pocos minutos del comienzo del partido Robben se lesionó. Los de Heynckes levantaron la cabeza, no se dejaron caer y, cuando el Real Madrid estaba más confiado… ¡Zas! Abrieron el marcador. Una contra despistó a Marcelo y Kimmich batió a Keylor Navas con un balón imparable. No se le podía reprochar nada al costarricense. No había nada que hacer para salvarlo.

La oscuridad volvió a aturdir a los alemanes que, a pesar de recuperarse de lo de Robben, sufrieron una segunda lesión; esta vez fue Boateng el que se retiró a la media hora del encuentro convirtiéndose en la segunda baja para los Die Roten. El Real Madrid remaba a contracorriente para recuperar un partido que ya iba perdiendo en la primera parte. Marcelo consiguió apaciguar las aguas al firmar un empate. Un disparo cruzado del brasileño desde la frontal dejó indefenso al portero alemán poniendo el marcador 1-1.

Fue en el segundo tiempo cuando entró Marco Asensio y silenció al Allianz Arena al anotar en el minuto 56’ gracias a una buena contra del gallego, Lucas Vázquez.  El mallorquín fue decisivo. Tampoco iba todo a pedir de boca para los blancos, diez minutos después, en el 66’, se lesionó Dani Carvajal retirándose con molestias musculares. El Bayern se vio obligado a remar contracorriente y encauzar el barco porque no es un buen resultado para el partido de vuelta de la próxima semana. Los alemanes buscaron el empate, pero los blancos defendieron bien sus intereses.

El resultado del encuentro le da un respiro a los blancos que se ponen en ventaja en la eliminatoria de las semifinales de la Champions League. Zinedine Zidane y los suyos están un paso más cerca de la capital de Ucrania, pero no hay que confiarse en que el encuentro está ganado. La poca ventaja entre ambos clubes es más que evidente y los alemanes van a llegar a Madrid con las pilas bien cargadas para conseguir remontar al huracán madridista.