Los dos niños mimados por Zidane volvieron a formar esa pareja letal, esa bala en la recámara que solamente los virtuosos del fútbol y de la visión del juego son capaces de disparar con maestría. El técnico francés no escatimó en alinear juntos a un Lucas Vázquez que solucionó el agujero blanco incluso ocupando el lateral derecho, mientras Marco Asensio fulminó al Bayern de Munich gracias a un regalo bávaro, idealmente aprovechado. 

'Pico y Chencho' -apodos puestos por el capitán Ramos- respondieron con mucho esfuerzo, trabajo atrás, una motivación descomunal e incluso el tanto de la victoria frente a un conjunto alemán a mil revoluciones en la presión, entre largas posesiones laboriosas y con el mejor Ribery de antaño, rejuvenecido en lo futbolístico pero falto de físico al final. 

Del infortunio en forma de lesiones al extraño gol de Kimmich

Se jugaban los primeros minutos de la ida de semifinal entre Bayern y Real Madrid en un Allianz Arena destellante, con las banderas de los aficionados bávaros ondeando tras la portería de un Keylor Navas pronto señalado. Una jugada de lo más extraordinaria por su final inesperado acabó enchufando a un equipo local que empezó apretando de lo lindo pero se fue desinflando hasta el gol.

Gran parte de culpa estuvo en la suerte. Esa que condenó a Robben a abandonar el partido cuando apenas se habían disputado siete minutos. Acción individual, lesión en el bíceps de su pierna. Inmediatamente, retoque de planes para Heynckes, dando entrada a Thiago por el holandés.

Thiago, que entró por Robben, controla el balón I Foto: Bayern Munich
Thiago, que entró por Robben, controla el balón I Foto: Bayern Munich

Como era de esperar, la alineación tan ofensiva del técnico pasó a ser más de control, con el internacional español en el medio y la liberación de la banda derecha. Algo que, por cosas del fútbol, le sirvió en bandeja el primer tanto de un encuentro que estaba desarrollándose con mucha dureza por ambas partes.

Kuipers decidió no sacar tarjetas, pero cedió la mano hacia su bolsillo en la segunda mitad para amonestar a Casemiro. Antes, pudo hacerlo con Boateng -lesionado en el minuto 33 completamente solo tras una subida ofensiva sin mucho sentido- por una fuerte entrada sobre Isco. No obstante, los cuarenta segundos jugados desde su pitido inicial eran motivo suficiente para guardarse la amarilla. 

Josua Kimmich festeja con energía su gol I Foto: Bayern Munich
Josua Kimmich festeja con energía su gol I Foto: Bayern Munich

Entre faltas, presión asfixiante de ambos y marcaje de lapa, el extraño gol de Kimmich sorprendió a todos, incluido a un guardameta 'tico' que vio cómo el esférico se perfilaba hacia el área, pero terminó colándose junto a su manopla.

Pero para cantada la de Marcelo, que en esa jugada estaba todavía regresando y algo entretenido. Autopista para el joven lateral bávaro: 1-0. Alegría en el Allianz cuando más se acercaba o dominaba el equipo madridista.

La efectiva pareja de Zidane para frenar a Ribery

Este deporte es tan caprichoso que, antes del descanso, una volea limpia y ajustada del propio Marcelo puso la igualada para la justicia en el marcador. El Real Madrid había sido mejor en ciertos tramos, el lateral se resarció del error anterior con sus poderosas dotes atacantes. Esas que no había perdido (a pesar de su veterana edad) un rejuvenecido Franck Ribery, el mayor peligro bávaro. 

Marcelo controla un balón durante el partido I Foto: Real Madrid
Marcelo controla un balón durante el partido I Foto: Real Madrid

Pero ante esas continuas ofensivas por ambas bandas, al virtuoso de 'Zizou' se le ocurrió repetir la fórmula que funcionó contra el PSG: la pareja Lucas y Asensio. Fuera Isco, al campo su amigo Marco. La idea era clara: defensa total frente a un Bayern lanzado arriba e intentar aprovechar los robos con velocidad. 

Así, la diana del 20 mallorquín dio la razón a un entrenador que sabía muy bien lo que se traía entre manos, pues debían proteger los laterales y vaya que si lo hicieron. La temida banda izquierda no volvió a sufrir, mientras que en la otra un maravilloso Lucas Vázquez se colocó hasta por Carvajal, después de su leve lesión. 

Benzema regateando a dos jugadores del Bayern I Foto: Real Madrid
Benzema regateando a dos jugadores del Bayern I Foto: Real Madrid

Por el madrileño saltó al verde un apagado Benzema, por tercera vez suplente. Hizo compañía a un Cristiano demasiado aislado arriba todo el encuentro e incluso pudo anotar un grandioso gol, que Ulreich le impidió con una gran estirada de piernas.

Poco más del galo y sin noticias de Bale, tristemente sentado en el banquillo. La 'BBC' ya es historia, ahora la tendencia la marcan 'Pico y Chencho', sobre todo, gracias a su laborioso e incesante trabajo defensivo. 

Aunque sea esa la tarea más fea para un jugador, los dos jóvenes blancos se están convirtiendo en los protagonistas de esta Champions, del camino hacia la décimo tercera del club madridista. Y por si fuese poco, Asensio tiene ese duende que le permite marcar en el momento más oportuno.

Lucas asiste a Asensio para el gol I Foto: Real Madrid
Lucas asiste a Asensio para el gol I Foto: Real Madrid

Rafinha -a pesar de ser, curiosamente, el futbolista que más porcentaje de acierto en el pase obtuvo (90 %)- erró justo el que mató a su equipo, con el robo de Lucas en campo rival y su asistencia para que Asensio definiese a sangre fría, sin arrugarse. Tras ello, también Keylor recuperó la confianza en sí mismo gracias a una gran intervención a disparo de Ribery, que acabó devastado físicamente en los últimos minutos. 

Con una invasión de espontáneos tras el pitido final, el Real Madrid se llevó de Munich un valioso resultado para la vuelta, igual que ya hizo el año pasado. No apareció, esta vez, el 'bicho' portugués. Sí pasaron, se divirtieron y dejaron su huella en el Allianz tanto Lucas como Asensio. El futuro madridista ya asienta las bases camino de Kiev.