Derbi por todo lo alto en Anoeta, los donostiarras le tenían ganas especialmente a los de Ziganda tras el fichaje de Íñigo Martínez por el cuadro bilbaíno. Aunque ninguno de los dos se jugaba nada futbolísticamente hablando, la previa ha sido intensa y ha estado marcada por el recibimiento al central rojiblanco, el cual ha visto como algunos aficionados realistas le lanzaban billetes con su cara en señal de disconformidad por su fichaje por el eterno rival.

Más goles que fútbol

Y es que ambos equipos nos mostraron muy poco fútbol en la primera parte, si es cierto que la Real Sociedad fue superior a los rojiblancos en todas las líneas del campo durante la primera parte, pero lo que se dice juego, hemos visto más bien poco.

De echo los locales se pusieron por delante en el marcador con poco esfuerzo y de la forma más desafortunada posible. Corría el minuto 15 cuando el equipo txuriurdín botaba un córner que San José - que no iba a tener su mejor tarde- remataba el balón a su propia portería.

La Real se veía superior ante un Athletic que un partido más hacía aguas en el centro del campo y es que este año es la línea del campo que más se ha resentido y Ziganda no ha terminado en encontrar la pareja ideal para hacerse con la posesión.

Los donostiarras avisaban y el Athletic no respondía y pasó lo que estaba claro, tras una gran jugada, Oyarzabal dejaba atrás a Lekue, que incomprensiblemente se paraba en su carrera y dejaba seguir solo al guipuzcoano para que pusiese el segundo en el marcador.

Los locales se gustaban y los rojiblancos pedían la hora al ver que podían irse con una goleada mayor al descanso, es más el tercer tanto blanquiazul lo impedía el poste.

Tarde negra para San José 

Y si ustedes han tenido una mala tarde la de San José ha sido para olvidar. A poco de reanudarse el encuentro, la Real iba a ver cómo su renta se veía aumentada, jugada de nuevo a balón parado y falta al área, el balón toca lo justo en San José y, de nuevo, se va para dentro.

Segundo gol en propia meta en la tarde de hoy del navarro que suma ya cinco goles en propia mete desde que viste la camiseta rojiblanca y le convierten en el jugador que más tantos ha anotado en su puerta de la historia del Athletic.

Pero no iba a ser el último error que se iba a ver en el partido, aunque el siguiente iba a llegar por el otro bando: mano en el área de LLorente y penalti que señalaba el colegiado a favor de los leones sin dudar. Raúl García era el encargado de anotar el único gol rojiblanco del encuentro.

Tras esto el Athletic parecía despertar y los cambios le ayudaban, ya que Muniain permitía que Williams tuviera más soltura que en la primera parte al no estar tan tapado por jugadores donostiarras, y así estuvo a punto de llegar el segundo para los de Ziganda, Illarramendi estuvo a punto de costarle un disgusto a los suyos tras un pase atrás que recuperaba Navas por poco, ya que el "11" del Athletic estaba rondando el área dispuesto a cazar el balón.

Dominio del Athletic pero sin inquietar

Los minutos finales fueron del Athletic contra todo pronóstico tras lo visto en los primeros compases, pero parece que tras el encuentro los vascos querían intentar conseguir un resultado menos abultado de vuelta a Bilbao y Raúl García era el que lo intentaba con más ahínco.

El navarro y pichichi del equipo - con 10 tantos en esta temporada- vió como su ex compañero Moyá - coincidieron en el Atlético de Madrid- frustraba el 3-2 por muy poquito al sacarle un balón junto al palo que llevaba mucho peligro.

El único que ponía peligro por parte local era un Januzaj incombustible en los minutos finales y que era el único capaz de hacer que Kepa no bajase la guardia, ya que la defensa hoy no le ha ayudado mucho a mantener la portería a cero.

Por todos es sabido que los derbis suelen ser partidos de alto voltaje y la tensión que se había vivido durante gran parte del encuentro, estalló en los minutos finales y terminó con explusión y tangana incluída. Corría el minuto 86 y Rubén Pardo, que hacía unos minutos que había saltado al campo, veía la roja directa tras una entrada durísima y a destiempo a Mikel Rico por detrás.

Y como no, tras eso llegó la trifulca y el colegiado repartió amarillas a todo el que pasaba por allí para volver a encarrilar un partido que estaba en su recta final.

Y pudo llegar el 3-2 a manos de Raúl García, sin duda el mejor de hoy en el Athletic, que lo intentó hasta el final pero se topó con un gran Moyá que volvía a la portería tras recuperarse de su lesión.

Una derrota más para los de Ziganda que parecen estar pensando ya en la temporada que viene, por el contrario los de Imanol aún tienen alguna esperanza de poder entrar en Europa la temporada que viene.