El Leganés salió al Santiago Bernabéu con la intención de no encerrarse en el área. La alineación del Real Madrid invitaba a ello, pues solo repetía uno de los que habían jugado en Múnich y salieron de inicio jugadores casi inéditos como Marcos Llorente o Dani Ceballos. Los de Garitano mantenían su defensa lejos del área, al igual que lo hacía el Real Madrid ,lo que provocó que el partido en la primera parte fuese de área a área.

El problema es que los blancos tenían a Bale sobre el campo, el jugador al que más les costó frenar a los jugadores del Leganés durante todo el partido. El galés recibía en la izquierda, se giraba y abría a la banda derecha a un Achraf que se incorporó con bastante frecuencia. El Leganés, por su parte, intentaba tocar cuando el Real Madrid le dejaba y no lo hizo mal, acumuló varias posesiones largas en el campo de Real Madrid. Tuvo ocasiones para empatar que llegaron la mayoría por la banda derecha entre Zaldúa y El Zhar, pero un día más no estuvieron acertados fuera de casa.

Tras el mazazo del segundo gol antes del descanso, el Leganés salió en la segunda parte dispuesto a no irse del partido sin dar guerra. El Real Madrid bajó una marcha pensando ya en el Bayern y el equipo de Garitano aprovechó el momento para empezar a llegar cada vez con más frecuencia. Beauvue sustituyó a un muy desacertado Guerrero y con su sola presencia ya causó aún más problemas en la defensa del Real Madrid.  Dos minutos después una jugada de Amrabat, que completó un gran partido moviéndose por todo el frente de ataque, acabó en el gol de Brasanac.

Siguió intentándolo el Leganés ante un Real Madrid que ya no creaba ningún peligro. Beauvue era un incordio para los centrales, pero ni los extremos ni los laterales estuvieron muy acertados en poner un buen centro más allá de la jugada que acabó con el remate que sacó Kiko Casilla en la línea. En la recta final del partido, salieron Eraso y Naranjo, pero apenas pudieron elaborar ninguna jugada en los minutos que disputaron.

El Leganés completó otro buen partido en el Santiago Bernabéu, no sufrió en exceso las acometidas del Real Madrid y tuvo ocasiones claras para empatar.

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