El Deportivo Alavés ha caído por la mínima contra el Atlético de Madrid en un duelo en el que ha merecido más. Los babazorros han estado muy bien en defensa, pero no han acertado a aprovechar sus oportunidades en ataque, especialmente en la segunda mitad. Sólo ha faltado el gol para dejar completamente satisfecha a la parroquia vitoriana. 

Ese único tanto ha llegado precisamente desde los 11 metros. No en el primer penalti de la tarde, pues en ese un sensacional Pacheco, salido desde el banquillo, ha evitado el tanto. No ha podido repetir la hazaña en el 78, y Gameiro ha puesto el único tanto del partido. No ha sido mejor el Atlético, pero sí que ha estado más preciso en ambas áreas.

Abelardo y Simeone introdujeron un buen puñado de novedades en sus respectivos onces. Con los albiazules ya salvados, Sivera debutaba bajo palos en Liga y en los laterales formaban dos centrales: Alexis y Diéguez. Wakaso repetía titularidad, aunque en la sala de máquinas. Lo único que se mantenía era la pareja de delanteros que tan buen resultado le ha dado al Glorioso: Guidetti junto a Munir. Simeone, que dejaba a varios de sus titulares en Madrid con la mente puesta en el duelo contra el Arsenal, también daba la alternativa en Primera a Werner en la meta. Thomas y Vrsaljko ocupaban los carriles. Arriba, Torres junto a Costa. 

Sin la presión obligada del resultado, ambos salieron a intentar sorprender a su rival en los primeros minutos. El Atlético buscó para ello la posesión, y el Alavés, los espacios que dejaban libres los colchoneros. Eso se tradujo en algunas tímidas llegadas a ambas áreas, pero sin concretarse en ninguna jugada peligrosa.

Sólo pasado el primer cuarto de hora estuvo a punto de inaugurarse el marcador. Grave pérdida de Lucas en zona defensiva que deja a Munir adentrándose sólo dentro del área. Cuando está a punto de disparar Lucas choca contra él y cae al suelo. Los babazorros pidieron penalti de forma vehemente, pero el colegiado decidió que el contacto no había sido suficiente. La ocasión encendió al Atlético, que dispuso de dos buenas ocasiones, primero en las botas de Torres y después en las de Thomas. 

El partido parecía que empezaba a coger revoluciones, pero se quedaba en espejismo. Lo intentaban ambos, pero no se tradujo en más que idas y venidas de unos y otros sin peligro real. El sol iba asomándose en la tarde vitoriana, pero eso no iluminaba el juego de babazorros y colchoneros. 

Ya al filo del descanso tuvo que hacer Sivera su primera gran parada a un buen remate de Costa, muy activo durante toda la primera mitad. Fruto de hiperactividad el hispano-brasileño tuvo un conato de bronca con Sobrino que el colegiado solventó con una amarilla para cada uno, lo que no gustó a Mendizorrotza. Con pitos al colegiado llegaba el partido a su ecuador.  

Acierto desigual

El guion del comienzo de la segunda mitad fue calcado al de la primera. Dos equipos con la vista puesta en el área rival que quieren comenzar de la mejor manera posible. Especialmente desde los costados, llegaban algunos acercamientos, pero sin desembocar en ocasiones claras.

Los minutos pasaban, y era el Atlético el que incrementaba el asedio sobre la meta de Sivera. En el 60 Vitolo mandaba al palo un buen disparo desde la frontal. Sivera se hacía daño en la jugada y tenía que abandonar el terrano de juego. Amargo debut del valenciano, que estaba cuajando un buen partido. El Atlético aprovechaba el parón para dar entrada a Godín y Gameiro por Koke y Costa. Simeone pasaba a defensa de tres centrales. 

El parón daba alas al Alavés, que se acercaba con peligro a la meta de Werner. Guidetti, desde fuera del área, le hizo esforzarse al máximo para mandar la bola a córner. El partido volvía a bajar revoluciones, y sólo un penalti pudo volver a encender la chispa. Internada de Vitolo desde la izquierda, y Wakaso acaba derribando al extremo canario. Torres se disponía a marcar el primero, pero Pacheco adivinó de forma magistral sus intenciones y detuvo el lanzamiento. 

Con un cuarto de hora por delante, todo estaba por resolverse bajo la intensa lluvia de Vitoria. Y, una vez más, aparecía el penalti. Jugada embarullada que acaba con un remate colchonero que golpea en el brazo de Wakaso. Estaba vez era Gameiro el encargado de lanzarlo, y acertó con un disparo por el medio. El Atlético se ponía por delante en un partido que parecía condenado al 0-0.

Tras el tanto el Alavés se lanzaba sobre la meta de Werner, y en el 83 estaba cerca de lograr el tanto del empate. El disparo cruzado de Pedraza se marchaba fuera lamiendo el poste. Vitolo respondía con un buen cabezazo que Pacheco paraba con calidad.

Ni Ibai ni Pina acertaban, ya casi a la desesperada, a poner el 1-1 en el marcador. El Atlético sólo tuvo que dejar pasar el tiempo, no sin sufrimiento y con uno menos tras la expulsión de Correa, para lograr una victoria que puede valer un segundo puesto. Los babazorros merecieron más, y tendrán contra el Málaga una nueva oportunidad para escalar puestos en la tabla. 

Wakaso cometió dos penaltis  |  Fotografía: La Liga
Wakaso cometió dos penaltis | Fotografía: La Liga
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Sobre el autor
Jon Aroca
1996. 4º de Periodismo en la Universidad del País Vasco