Jairo Morillas no está teniendo suerte con las lesiones. El canterano perico se ha vuelto a lesionar apenas cuatro meses después de superar la grave lesión en el talón de Aquiles que le mantuvo apartado de los terrenos de juego durante casi todo un año. Esta vez se trata de una lesión fibrilar de grado uno en el abductor de la pierna izquierda 

Jairo se lesionó del talón de Aquiles la temporada pasada, mientras disputaba un encuentro con el Numancia, equipo en el que estaba cedido por el Espanyol, frente al Sevilla Atlético en el Ramón Sánchez Pizjuán. El ariete, que antes de caer lesionado había conseguido el empate definitivo para los numantinos desde el punto de penalti, se perdería todo lo que quedaba de temporada y le esperarían varios meses de recuperación y rehabilitación. 

Tras comenzar el verano, el delantero sevillano volvió a la disciplina espanyolista y siguió su recuperación, pero el club decidió finalmente dejarle sin ficha puesto que se encontraba en la fase final de la recuperación. Aun así, cuando consiguió volver al trabajo en grupo, Jairo cayó otra vez lesionado, esta vez por temas musculares. 

En invierno, una vez conseguida el alta médica y con las consiguientes bajas que tuvo el equipo barcelonés, Jairo fue dado de alta y se le asignó el número 20. Aun así, el atacante no ha jugado todavía ni un minuto, pero a pesar de esta nueva lesión, todavía podría tener algún minuto esta temporada si se recupera a tiempo puesto que desde la destitución de Quique Sánchez Flores y el nombramiento de David Gallego como entrenador del primer equipo, el andaluz ha comenzado a entrar en las convocatorias del nuevo míster perico.

Jairo, que en su cuenta particular con el primer equipo lleva un gol, conseguido en Copa contra el Alavés en 2014, no ha podido completar esta mañana la sesión grupal y ha empezado un trabajo específico para favorecer una rápida recuperación junto a los fisioterapeutas del equipo blanquiazul.