Cuando parecía una utopía llegar a la recta final del campeonato con aspiraciones a volver a disputar la Europa League, la llegada de Imanol Alguacil al banquillo realista abrió las puertas de la esperanza a una afición que ha acumulado una larga lista de decepciones esta temporada. Con matices, pero algo similar se vivía en Sevilla tras la decepcionante trayectoria del equipo dirigido por Montella. Con el Sevilla en horas bajas, Caparrós había sido el elegido para comenzar a despejar el camino hacia la luz, para dar comienzo al resurgir sevillista en la carrera al sprint de las tres últimas jornadas. Europa pasaba por vencer a la Real y de paso, quitarse de un plumazo a un aspirante a alzarse con el trono europeo en forma de séptimo puesto.

De lo que no había ninguna duda era de la importancia capital que acarreaba el choque para ambos conjuntos. Los realistas querían y necesitaban sumar de tres para seguir manteniendo vivas sus esperanzas para alzarse con el séptimo puesto. Los hispalenses afrontaban el duelo en una situación parecida, con el Getafe un punto por encima y con el Girona a la par. 

Es por ello que a nadie le sorprendió el fulgurante inicio arrollador sevillista. Los de Caparrós salieron con la clara intención de mandar pronto en el marcador para tratar de gestionar el resultado, a sabiendas de que su rival tendría que ir en busca del mal menor, en este caso, la igualada. Sarabia tuvo en sus botas por partida doble la opción de adelantar a los suyos al primer cuarto de hora de juego, primero con un disparo desde la frontal que se marchó cerca del larguero y posteriormente, con un intento de vaselina al que Moyá respondió con solvencia.  

Inicio arrollador del Sevilla

Poco a poco, la Real comenzó a asentarse y a los 18 minutos del encuentro se produjo el primer aviso de los de Alguacil, en una conducción en solitario de Canales que terminó en córner, un lanzamiento de esquina que a su vez, cabeceó por encima Januzaj

El partido parecía estar destinado a decidirse en pequeños detalles, dado lo mucho que se jugaban ambos conjuntos y teniendo en cuenta de qué forma manejaba cada uno sus bazas. La Real se fue adueñando del balón, sobre todo a partir del ecuador del primer tiempo, y el Sevilla buscó hacer daño a base de un fútbol más vertical y directo. 

Cuando el partido se encaminaba al final del primer tiempo Canales proyectó un gran envío sobre Oyarzabal, que tras zafarse de Lenglet no pudo inquietar a un Soria que atrapó su disparo centrado con la izquierda. 

En la recta final del primer tiempo el Sevilla asedió la meta de la Real con remates de Sarabia de cabeza, de Sandro a pase de Banega al que respondió Moyá y con un disparo de Layún que desvió Odriozola con el meta mallorquín superado. El Sevilla se marchaba al descanso con más oportunidades pero incapaz de batir a un acertadísimo Moyá. 

Reanudación inmejorable para el Sevilla

El arreón final del primer tiempo sevillista no auguraba nada bueno para los intereses de la Real, que se vieron estrangulados por la ofensiva local, sobre todo en los últimos minutos previos al intermedio. Tanto fue así que cuando se disputaba el primer minuto del segundo tiempo, Llorente derribó en el área a Sandro, cuando éste se perfilaba para buscar un disparo algo escorado hacia la izquierda. Banega transformó el uno a cero con un penalti magistral que se coló junto al palo derecho de un Moyá que había adivinado la dirección del lanzamiento. 

El tanto espoleó a un conjunto sevillista, que pasó a dominar durante los primeros compases del segundo tiempo, con especial mención para el delantero Sandro, que fue una pesadilla para la zaga realista. El delantero dispuso de una gran ocasión en un contragolpe dirigido por Banega, que finalizó con un derechazo espectacular del delantero hispalense al que Moyá respondió con una parada cuanto menos antológica. Curiosamente, el delantero se quedó sin anotar aún siendo el jugador que más peligro generó en su bando. 

Leve mejoría de la Real en la recta final

Imanol Alguacil movió ficha cuando el encuentro se encaminaba al ecuador del segundo tiempo,  dando entrada a Juanmi en lugar de un Januzaj venido a menos según avanzaba el encuentro. A pesar de ello, a la Real le costó un mundo generar peligro sobre la meta sevillista, más en la fase posterior a la hora de juego donde apenas hubo oportunidades para ninguno de los dos equipos. Tan solo Sarabia por parte de Sevilla con un fuerte disparo que Moyá palmeó a córner y Canales con un lanzamiento lejano de falta que Soria desvió con gran acierto generaron peligro sobre ambas porterías. 

Bautista, que entró en lugar de Oyarzabal a diez minutos del final, tuvo en su cabeza el empate a cinco minutos de la conclusión tras un centro desde la derecha de Odriozola. Antes, Juanmi reclamó penalti de Mercado a pesar de que no tenía ninguna opción de alcanzar el balón ante la salida de Soria

En la recta final del encuentro, el Sevilla supo contener a la Real lejos del área, hasta el punto de que los donostiarras apenas pudieron generar peligro sobre la meta de Soria. Sin tiempo para más, la Real se queda a las puertas de volver a repetir una hipotética clasificación europea, con lo que con dos jornadas por disputarse, la temporada 2017/18 en San Sebastián ya es historia.