El Real Betis cayó derrotado en la tarde de ayer ante el Athletic Club. Los dos goles del conjunto bilbaíno llegaron en los últimos quince minutos, aunque todo podría haber cambiado si Alberola Rojas no hubiese invalidado un gol completamente legal a Javi García, al interpretar que Loren hizo falta a Kepa Arrizabalaga a la salida de un córner, que habría supuesto el empate a falta de tres minutos para la conclusión del encuentro.

De esta forma, los de Quique Setién vuelven a perder tras dos meses sin hacerlo. Una espectacular racha de juego y resultados que habían catapultado al equipo hasta la quinta plaza, habiendo sumado 22 de los últimos 24 puntos en juego. O lo que es lo mismo, un bagaje de seis victorias y un empate en ocho encuentros en los que se habían mostrado prácticamente intratables. Antes, habían perdido, también por 2-0, ante el Valencia en Mestalla.

Por su parte, el Athletic recibía al Betis en una situación completamente inversa a la del conjunto heliopolitano. Sin nada en juego más allá del honor, los leones llegaban a la cita con tan solo cuatro puntos conseguidos de los últimos veintiuno disputados. Una victoria en La Cerámica contra el Villarreal y un empate frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu era lo único positivo que habían extraído en estos siete choques. Los cinco restantes se contaban como derrotas.

Otro dato positivo que tiró por la borda el club de las trece barras ayer fue el de partidos manteniendo la portería a cero como visitante. El Alavés, a mediados de marzo, fue el último equipo que había conseguido batirle. Los verdiblancos, desde entonces, habían exhibido una solidez defensiva digna de admirar y no habían encajado en los últimos tres desplazamientos realizados. Ni Getafe, ni Girona ni Atlético habían sido capaces de hacerles gol jugando como local. Dicho de otra forma, el Betis ha estado prácticamente 400 minutos sin recoger el balón desde el fondo de su portería.

Los de Kuko Ziganda, en cambio, volvieron a dejar a un rival sin anotar ocho partidos después. Desde que venciesen por 2-0 al Leganés, no habían sido capaces de dejar su portería a cero e incluso Deportivo, Levante y Real Sociedad le habían hecho hasta tres goles en sus respectivos duelos.

Por otra parte, si por algo perdió ayer el Betis fue principalmente por la falta de intensidad. Ya fuera por la 'resaca' provocada por la celebración de la clasificación a la Europa League, por la relajación que esto ha podido provocar o por estar pensando en el derbi del próximo sábado, los de Heliópolis cuajaron una de sus peores actuaciones del curso. Solo dispararon seis veces y, para colmo, la primera a puerta no llegó hasta el minuto 85. Con todo y con eso, podrían haberse llevado un punto si el gol anulado a Javi García hubiese subido al marcador, pero la de ayer no era la tarde del Betis. Sí se mostró más incisivo el Athletic desde los primeros compases, ansioso por querer regalarle una victoria a su afición buscando el perdón por el mal curso realizado, rematando un total de catorce veces de las que seis fueron entre los tres palos.

Como viene siendo habitual en los andaluces desde que Quique Setién se sienta en el banquillo del Benito Villamarín, el Betis se hizo con el control del esférico en la mayor parte del encuentro. Aunque inocua, porque no sirvió ni para sacar un punto, tuvieron una posesión del 58% por un 42% de los rojiblancos.

Del mismo modo, en cuanto a las pérdidas y las recuperaciones, apenas hubo diferencia. Los locales perdieron 118 balones, uno menos que los visitantes, y recuperaron el cuero en 59 ocasiones por las 49 veces en que lo hicieron su rival.

Con la de ayer, son ya cuatro las veces consecutivas en las que los leones se han impuesto al Betis como local, que no vence en tierras bilbaínas desde el 3-5 de la campaña 2012/2013 en un choque que supuso el último que estos dos equipos disputaron en el Viejo San Mamés.

El Betis ya tiene la mente puesta en el encuentro ante el Sevilla que tendrá lugar el próximo sábado a las 18:30 horas. La motivación que supone siempre enfrentarse al eterno rival, el reto de cerrar la clasificación a Europa sin tener que jugar previas en verano y la necesidad de mantener el buen estado de forma de los últimos partidos son tres de las razones que tienen los heliopolitanos para afrontar el último encuentro como local de una temporada al que solo falta ponerle la guinda.

Por el contrario, el Athletic, tratará de finalizar el año de la mejor manera posible, intentando sumar los puntos que restan para maquillar un curso que ha estado muy por debajo de las expectativas generadas a su inicio.