El Rayo se ha ganado a pulso ser la sensación de la Liga 123. El conjunto de Michel está intratable en los últimos partidos y se ha ganado por derecho la primera plaza de la clasificación de la categoría de plata. El maquinista de este tren es un pasajero experimentado, el histórico capitán de la nave rayista es ahora el que la comanda, y quiere que los viajeros que transporta hacia Primera División se concentren en cada una de las estaciones, no sea que alguien les quite ese asiento.

La primera parada será Granada, la ciudad nazarí quiere empujar a los suyos a un playoff que parece que se les escapa, pero una victoria les pondría a dos puntos de esos puestos de promoción. No lo tendrán nada fácil, delante tendrán al expreso de Vallecas al que deberán ganar para poder aspirar todavía a esos puestos de privilegio. Se antoja desde luego difícil que lo consigan, pues no se viven días tranquilos en la ciudad de la Alhambra. El entrenador Pedro Morilla ha sido despedido y su sustituto será Miguel Ángel Portugal. La incógnita es saber si este plan les funcionará.

Una vez pasada esa estación, Vallecas vivirá una de esas tardes que tan bien conoce, una de lucha por la permanencia. Esta vez no será en sus carnes, el Córdoba será el que llegue al coliseo rayista deseoso de conseguir oxígeno. Los andaluces se reforzaron en el mercado de invierno y han protagonizado una remontada meteórica, puntuando prácticamente contra todos sus rivales. Está por ver si el mismo maquinista que fue despedido del Rayo por descarrilar el tren, José Ramón Sandoval, es capaz de volver a hacerlo, pero esta vez desde la locomotora visitante.

No habrá que desplazarse mucho para la siguiente salida. El Alcorcón lleva toda la temporada jugando con fuego, de momento sin quemarse, esperará que para aquel entonces Huesca y Sporting hayan pinchado en algún momento, de manera que los vallecanos lleguen al encuentro más relajados para poder rascar alguna cosa en Santo Domingo.

Los siguientes en visitar Vallecas son los gallegos del Lugo, en el que se antoja el partido más tranquilo para los franjirojos en este tramo final, con los de Francisco Javier Rodríguez sin aparentemente nada en juego. Los gallegos han protagonizado una caída insana, llegaron a ocupar la segunda plaza que daba derecho al ascenso directo no hace tanto tiempo, sin embargo, una segunda división tremendamente apretada provocó que una mala racha los colocase en tierra de nadie.

La última parada, ojalá sin nada en juego ya, será Tarragona. El Nástic vive bordeando el alambre de la segunda B, y espera que el Rayo llegue ya ascendido a ese último partido para poder tener alguna opción de victoria, en caso contrario, este encuentro será una lucha a vida o muerte, salvación vs permanencia, algo que el Rayo conoce muy bien en su propia piel y con lo que debería saber lidiar.

¿Será el maquinista Michel el conductor de un AVE o tan solo de un cercanías que soñaba en llegar más lejos? Estas últimas 5 estaciones serán las definitivas, de su propia maquinaría depende, pues no hará falta mirar los otros trenes, asturiano y aragonés, para saber si se está cumpliendo con el recorrido. ¿El objetivo? Llegar a la estación término, aquella de la nunca debió salir un tren que siempre abarrota sus vagones, un tren llamado Rayo Vallecano de Madrid. 

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Sobre el autor
Angel Tellez
Estudiante de Historia (UB), jugador de fútbol sala y seguidor del Rayo Vallecano.