El Barça, ya como campeón de liga, recibía al Real Madrid. Es cierto que todo lo que giraba alrededor de este partido no era tan apasionante como en otras ocasiones e incluso muchos repetían que era un partido sin alicientes, pero nada más lejos de la realidad, un "Clásico" nunca defrauda y este, no fue una excepción.

En un partido caliente y no exento de polémica, FC Barcelona y Real Madrid empataron a dos goles, con el conjunto local con un futbolista menos durante toda la segunda mitad tras la expulsión directa a Sergi Roberto. 

Buen inicio azulgrana

Sin sorpresas en el once por parte del conjunto dirigido por Ernesto Valverde, los azulgranas salieron al verde con el típico 4-4-2 con una banda derecha formada por Philippe Coutinho y Sergi Roberto. Este último, causó estragos por la banda y de hecho la asistencia en el gol de Luis Suárez salió de sus botas, aunque un tiempo después acabaría siendo expulsado. 

Esa banda derecha, de hecho, fue por la que más daño hizo el Barça, ante un Marcelo el cuál no es el mejor defensor y con Coutinho partiendo mucho hacia dentro, realizando tareas de interior y dejando toda la banda a Sergi Roberto, cosa que cambiaría en la segunda parte.

Roberto y Coutinho, en la acción del gol de Suárez | Jordi Grífol - VAVEL
Roberto y Coutinho, en la acción del gol de Suárez | Jordi Grífol - VAVEL

El Barça salió mordiendo desde el inicio y planteó una presión alta para atosigar a los centrales blancos y evitar que estos lograran una aseada salida de balón. Sin embargo y paulatinamente, el Real Madrid empezó a sentirse cómodo en el feudo azulgrana y, por lo tanto, fue de menos a más. Sin lugar a dudas, quienes ocasionaron eso fueron Luka Modric y Toni Kroos, que cuando empezaron a combinar tras estar un poco ausentes en el inicio, hicieron que el conjunto merengue se sintiera muy cómodo.

El FC Barcelona empezó el encuentro con una presión altísima | Jordi Grífol - VAVEL
El FC Barcelona empezó el encuentro con una presión altísima | Jordi Grífol - VAVEL

La expulsión, un cambio de guión

Antes del descanso, el colegiado del encuentro, Hernández Hernández, expulsó por roja directa a Sergi Roberto, tras entender una agresión hacia Marcelo. Eso, lógicamente, deshizo los planes de Ernesto Valverde, que tuvo que rediseñar y componer de nuevo al equipo.

El técnico extremeño decidió así relevar a Coutinho por Semedo y organizar el equipo en un 4-3-2 con el cuál buscar solidez y un poco más de conservadurismo, dada la situación de tener que jugar con un futbolista menos. En este sistema, destacaron Leo Messi y Paulinho. El argentino tuvo menos apoyos en zona de ataque, pero destacó e hizo grandes jugadas prácticamente en solitario, como la del segundo gol. Y, por otro lado, Paulinho destacó por sus carreras y largos desplazamientos, que dieron músculo y oxígeno al equipo.

Obviamente, aguantar ante el Real Madrid durante 45 minutos con un hombre menos no es tarea fácil, pero los futbolistas culés lo consiguieron con una actuación notable.

El Barça se colocó en un 4-3-2 en la segunda mitad | Jordi Grífol - VAVEL
El Barça se colocó en un 4-3-2 en la segunda mitad | Jordi Grífol - VAVEL

Sigue la racha de imbatibilidad

Este encuentro correspondiente a la jornada número 36 era el antepenúltimo escollo del FC Barcelona para intentar lograr un hito histórico, el de ganar la liga sin perder ni un sólo partido. Además, este era el obstáculo más complicado que quedaba y los futbolistas culés lo han superado con buena nota.

Ahora, les quedarán tres encuentros para certificar el récord, algo que la plantilla lleva buscando desde hace meses y que pueden lograr tras una temporada excelente en lo que la liga respecta, con regularidad, fiabilidad y mucha solidez, sumada a la calidad individual de la que gozan los futbolistas del Barça.

El miércoles, el Barcelona recibirá al Villarreal en el partido aplazado por la copa, posteriormente visitarán al Levante y finalmente recibirán a la Real Sociedad. Lógicamente, con la liga ganada, Ernesto Valverde dará oportunidades a los futbolistas menos habituales, aunque no perder es la máxima por la que se ha conjurado el equipo. Tienen el récord a nada y ahora no pueden ni quieren fallar.