Es imposible quedarse con un solo futbolista del Getafe en la magnífica campaña que están realizando. Sin embargo, hay una figura que brilla por sí sola: Fayçal Fajr. El internacional marroquí está siendo una pieza fundamental en los esquemas de José Bordalás. Y es que el ex del RC Deportivo arrancó la temporada como titularísimo, bajo el ecosistema del 4-2-3-1 inicial, en la zona de interior (turnó la derecha con la izquierda). 

Pero con la explosión de Ángel, el técnico alicantino se vio obligado a pasar al 4-4-2, lo cual se cobró el puesto de Fajr para dar entrada al '9' azulón, ya que Amath y Portillo ocupaban los extremos, y la medular era la zona de los fijos Arambarri-Bergara. Sin embargo, las bajas comenzaron a sacudir al conjunto de la capital del sur de Madrid. Especialmente esa sala de máquinas, con las lesiones de Gaku o el mentado Bergara. De este modo, Bordalás decidió retrasar la posición de Fajr para que formase en el doble pivote, de donde no se iba a mover prácticamente en el resto de la temporada.

El rendimiento del marroquí ha ido in crescendo. Es cierto que, al principio, le costó encontrarse cómodo ya que esa no era realmente su zona de confort. Con el paso de las jornadas ha ido mejorando, siendo inamovible del puesto. Mientras su compañero es el encargado de achicar agua, él busca siempre la salida limpia del cuero, tejiendo el juego del cuadro azulón. Debido a las numerosas ausencias, ya sean por lesión o sanción, Fajr ha visto como han ido pasando Arambarri, Bergara, Sergio Mora, Flamini y Gaku por su lado. En total, son 31 partidos los que ha disputado (29 en La Liga y dos en Copa del Rey), anotando una diana y repartiendo cuatro asistencias.

Ese nivel mostrado no ha pasado desapercibido, especialmente en este pasado mes, donde el Getafe se ha enganchado por completo a la lucha por la Europa League. Por ello, la parroquia azulona le ha elegido como el mejor jugador de abril.