El encuentro finalmente se disputó tras la reunión del colegiado con los capitanes, y es que esa semana, y mas concretamente todo el sábado, el Principado registro lluvias de hasta 120 litros por metro cuadrado, a esta circunstancia le sumamos el drenaje del Carlos Tartiere, inexistente en ocasiones, y la mala ubicación del estadio carbayón. Es de todos conocido los grandes problemas que surgen cuando el invierno y las lluvias acechan la capital del principado. Nada nuevo. 

El partido pronto dio visos de decantarse hacia los locales, mejor plantados sobre el inundado campo del Carlos Tartiere y más seguros que Osasuna ante los rechaces y extraños del balón. Esas inseguridades penalizaron a los navarros en el área, y cumplido el minuto cinco el árbitro señaló penalti en una salida de Sergio Herrera sobre Folch, pena máxima que no aprovecharon los azules ya que Rocha envió el balón a la derecha de la portería.

La insistencia del conjunto carbayón dio sus frutos de nuevo, y en esta ocasión fue Diegui Johannesson quien remató de cabeza al segundo palo un buen centro de Linares desde la izquierda, para poner a los azules por delante en el marcador y anotar el segundo en la cuenta personal del internacional islandés. Las primeras apariciones del cuadro rojillo las protagonizaron Coris y Clerc; el primero intentó sorprender con una internada por banda sin mucho peligro, y el segundo buscó sin éxito puerta antes de ser cambiado a la media hora para dar entrada a Xisco, cambio extraño en el lado Osasunista ya que el Oviedo ganaba todos los duelos en el centro del campo. Osasuna no arriesgó de más y se pasó casi toda la primera mitad despejando los balones a banda, algo mérito de un Oviedo que llegó al descanso destacando en la presión, encabezada por un pletórico Yeboah.

La sensación de dominio que experimentó Osasuna debido a que se encontraba por detrás en el marcador, duró lo que tardó en estrellarse el conjunto visitante contra la solidez defensiva del Oviedo, muy bien plantados tanto Carlos como el argentino Forlín, dos torres que no pudieron ser vulneradas por el juego aéreo rojillo, un fuerte que no tuvo su éxito en esta tarde. El equipo de Anquela acabó por controlar los tiempos de partido y mantener sin demasiados problemas la victoria por la mínima hasta el final.

Menciòn especial a los operarios del del Tartiere

Desde aquí no podemos dejar en un segundo plano a los auténticos héroes del partido. No iban vestidos de corto, ni de rojo o azul, todo lo contrario, guantes, chubasqueros, botas, etc. Bien pertrechados para luchar contra la lluvia, y es que los más de 20 operarios que se citaron casi 5 horas antes en el Carlos Tartiere, tuvieron su obación tanto en el descanso, como al finalizar el partido por parte de la grada del equipo azul. Los jugadores también se lo reconocieron en el césped, las redes sociales hervían en agradecimientos a los hombres y mujeres que trabajaron más de 8 horas bajo la lluvia y el frio de un domingo para que se pudiese disputar un partido de futbol. Gracias a ellos, y por ellos, la victoria del Real Oviedo que lo deja bien asentado en puestos de Play-Off. Y como decía uno de los jóvenes aficionados carbayones, "Gracias señores de amarillo y verde".