La motivación es uno de los pilares sobre los que se sustenta cualquier agrupación deportiva. Por ello, Francisco buscó mantener viva la ansia de victoria de sus jugadores con dos nuevos retos: el primero, superar el récord de 56 puntos del club en segunda división; el segundo, no abandonar la idea del play-off mientras que sea matemáticamente posible. Además, el técnico almeriense se quitó la carga de ser el verdugo de ningún equipo, ya que la competición es larga y no se decide en 90 minutos: "No, por supuesto que no. Al final cada uno está donde se merece porque esto es muy largo y nosotros no vamos a ascender ni descender a nadie. Esto es una competición de 42 jornadas y al final cada uno va a estar donde se merece. Lo que está claro es que son partidos bonitos de jugar. Nosotros no tenemos mucho, o en este caso un objetivo claro y real que sería estar entre los seis primeros, pero si tenemos un objetivo ambicioso que es el de sumar 56 puntos”, aseguró.

La relajación que aportó al equipo el garantizar la permanencia es otro valor que destacó Francisco en su testimonio, a la vez que se mostró satisfecho con la mejora experimentada con el grupo tras el cambio de sistema: "Necesitábamos esa tranquilidad de tener la salvación matemática, necesitábamos tener ese partido con la portería a cero y encadenar tres partidos sin conocer la derrota. El equipo está de otra manera. Si miramos hace un mes estábamos más espesos en muchas cosas y el cambio de sistema nos ha venido bien”, afirmó.

Finalmente, el preparador del bando albivermello alabó la propuesta de fútbol de su próximo rival, un equipo al que le gusta tener el balón y que les va a poner las cosas complicadas ante su público: "Es un equipo al que le gusta tener el balón como nosotros, que juegan en su casa, tienen que sumar puntos para sellar esa permanencia también... un equipo complicado, un equipo que aprieta, que por momentos acumula mucha gente en campo contrario y nosotros vamos a intentar hacer lo mismo que en estos últimos partidos”, concluyó.