En el fútbol, dos más dos siempre no son cuatro. Y un partido en la última jornada de liga de Segunda División B donde ambos conjuntos se juegan algo lo más probable es que dos más dos sean cinco, o incluso ocho, pero cuatro muy pocas veces. Y eso fue el Córdoba B - Mérida, un partido que tuvo de todo y que tuvo que llegar hasta el minuto 100 para resolverse.

Esta crónica podría ser una más de las de toda la temporada, resaltando acciones y jugadas, pero vamos a ir a lo importante, los goles y sobre todo, los no goles. Aunque es cierto que los dos equipos empezaron con ganas el encuentro, las ocasiones brillaban por su ausencia, una ocasión para el Mérida en las botas de Germán, que mandó alto, y otra un tiro de Quiles para el filial cordobés fueron las únicas ocasiones claras del encuentro.

Pero el bueno de Alberto Quiles decidió darle emoción al partido. Recibió un balón en tres cuartos de campo, controló, lo orientó y soltó un tremendo zapatazo sobre la portería de Felipe Ramos donde el meta no pudo llegar. 1-0 y la euforia local contrastaba con el bajón de los visitantes. Justo unos minutos después el Mérida lo intentó con una falta directa de Santi Villa, pero una espectacular parada de Lavín evitó el gol. Al descanso, todo pintaba muy negro para el Mérida.

La segunda parte hacía indicar que el Mérida volvería a recorrer los campos del grupo XIV de Tercera División. El Córdoba B era el dueño del partido y con el Mérida volcado intentaba matar el partido. De hecho, Felipe Ramos salvó al conjunto romano tras parar un mano a mano a David Moreno. El Córdoba B llegaba con facilidad y apenas sufría en defensa, aunque con el paso de los minutos esto cambió.

Por su parte, Nafti apostó por los tres delantero en punta de lanza, Germán, Iván Aguilar y Javi Gómez. Pero pasaban los minutos y nada cambiaba, hasta que comenzó 'el otro partido'. Llegaba el minuto 90 y el colegiado añadió 6 minutos por las reiteradas pérdidas de tiempo del encuentro con sus respectivos parones, algo muy protestado por los locales.

Un descuento que dio para mucho

En ese tiempo añadido, el Mérida logró empatar gracias un gol de Paco Aguza de córner, tras varios remates que la defensa local había logrado salvar bajo la línea o habían sido desbaratados por Lavín. Pero ese gol de Paco Aguza dio vida a un Mérida que tenía ya una rodilla en el suelo pero nunca llegó a poner las dos.

Justo en la siguiente jugada llegó la madre de las polémicas. Tiro desde fuera del área del filial que rechazó Felipe Ramos dejando el balón muerto en la frontal del área para que Sebas Moyano solo tuviera que empujarla y poner el 2-1. Pero el linier anuló el gol por fuera de juego. En ese momento, los jugadores locales rodearon al colegiado y a su asistente y el juego estuvo parado varios minutos. Durante la conversación entre el árbitro y el asistente los jugadores locales volvieron a celebrar el gol, creyendo que había sido validado, pero no. El gol no subió al marcador.

Ya casi en el 100 de partido, balón a la espalda de la defensa del Córdoba B donde iba el delantero del Mérida, Javi Gómez, y el portero local, Lavín. Llega antes Javi Gómez, Lavín levanta mucho la pierna y el colegiado pita falta y amonesta al guardameta, viendo así la segunda cartulina amarilla, dejando a su equipo con 10 jugadores, sin cambios y con el futbolista Esteve de portero.

Era todo o nada para el Mérida. Casi todos los resultados de la tarde eran contrarios a los intereses de los romanos. Solo valía ganar y tenían una última oportunidad. Y en esos momentos es donde aparecen los grandes jugadores. Kike Pina, un chaval de solo 21 años, que disputa su primera temporada en Segunda División B, cogió el balón y se disfrazó de héroe para anotar un gol de falta que dio la victoria y la vida a un equipo que solo 10 minutos antes perdía 1-0 y ya tocaba con la punta de los dedos la Tercera División. Ese zapatazo del manchego llevaba detrás a toda una afición y a toda una ciudad, por lo que el resultado no pudo ser mejor para sus intereses.

Tras el gol de Kike Pina no hubo tiempo para más. La afición y los jugadores romanos celebraban la permanencia, por el momento, de los suyos y la clasificación para un playout que veían muy lejano con el transcurso de los minutos. Mientras tanto, ese gol condenó al Córdoba B a la Tercera División, cuando parecía que lo tenía todo a favor.

Imagen: Mérida AD - Celebración de Paco Aguza tras el pitido final
Imagen: Mérida AD - Celebración de Paco Aguza tras el pitido final

Tras la celebración de los jugadores del Mérida con su afición, hubo tiempo para la trifulca, cuando los conjuntos se metían para los vestuarios y se enzarzaron varios futbolistas de ambos clubes y donde los colegiados tuvieron que ser escoltados por la policía para retirarse del terreno de juego rodeados de jugadores locales.

Sabor dulce para unos y agrio para otros. Unos que siguen con una vida más y otros a los que ya no le queda ninguna. Las últimas jornadas son crueles, dirán unos, y las últimas jornadas son las mejores, dirán otros. Lo que está claro que el fútbol tiene algo que hace que no sea 'solo fútbol'.

Puntuaciones Vavel

Kike Pina (Mérida AD) 3 Puntos
Alberto Quiles (Córdoba B) 2 Puntos
Lavín (Córdoba B) 1 Punto

 

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