Dicen que engañar está mal, y que si es a uno mismo, que es aún peor. Nadie se esperaba una derrota contra el filial blaugrana el pásado sábado, pero el baño de realidad que no solo se llevó el Sporting esta jornada, sino otros como Huesca o Rayo, demuestra que en esta categoría no te puedes fiar de nadie. No hay tiempo para lamentarse, el calendario aprieta, y son tres las finales que le quedan a los de Ruben Baraja para alcanzar un ascenso directo que se aleja cada vez más.

El Sporting viaja esta jornada a tierras tinerfeñas para enfrentarse a un C.D. Tenerife con la temporada acabada y que será uno de los jueces de este final de liga al enfrentarse tanto a un equipo luchando por subir directo como es el Sporting como con un Barcelona B agotando sus últimas balas para lograr la permanencia en la Liga 123. El Tenerife ha demostrado esta campaña que tiene algo de lo que se debe tener en esta categoría, regularidad en los resultados, pero en el sentido contrario. Únicamente con la llegada de Etxberarria al banquillo azul parecía que la parroquía tinerfeña podía soñar con el ansiado playoff, pero tres derrotas consecutivas en las cinco jornadas fueron clave en la no consecución del objetivo.

Son varios los jugadores de gran calidad que tiene el C.D. Tenerife. Probablemente el jugador con más calidad sea el extremo Juan Villar. Pese al calvario sufrido con las constantes lesiones que ha ido sufriendo (el pasado partido lo completó entero 415 después), ha sumado 9 goles y tres asistencias en 22 partidos. Dani Hernández, portero internacional venezolano, es también uno de los pilares del club tinerfeño junto al central Carlos Ruíz o Camille. Es en el centro del campo donde más problemas encontramos en el Tenerife, donde destacamos a Luis Milla, que llegó en enero del Fuenlabrada. Filip Malbasic, que sonó y mucho para el Sporting, no ha dado el rendimiento superado, sumando 7 goles en 34 jornadas.