Con la temporada casi concluida, Francisco ha decidido probar nuevas tácticas de cara a la campaña que se avecina. Desde hace tres jornadas, en el partido en El Sadar, el técnico almeriense del Lugo ha apostado por una variación del esquema de juego que rompe con lo visto hasta ahora en el club gallego. De jugar con un 4-2-3-1 durante todo el año, el Lugo ha dispuesto desde el encuentro contra el Osasuna una formación con tres centrales. Y de momento la apuesta no está saliendo nada mal. 

Ante el estupor de gran parte de la afición, el Lugo partió ante el Osasuna con Carlos Pita incrustado entre los dos defensas desde el inicio del partido. Con Josete a su derecha y José Carlos a su izquierda, el capitán tomaba el eje de la zaga. En los costados, Francisco disponía a sus laterales, que pasaban a ocupar una posición de mayor recorrido y carácter más ofensivo. En El Sadar fueron Álvaro Lemos por la derecha y Kravets por la izquierda. Ambos cuajaron un gran partido, pero el ucraniano no repetiría titularidad ni siquiera convocatoria en las dos jornadas siguientes.

Por delante de centrales y carrileros, Francisco dibujaba un doble pivote formado por Seoane y Ramón Azeez. El nigeriano no cuajaría un buen partido en Pamplona, pero se redimiría en el partido siguiente ante el Sevilla B. Por delante de los dos mediocentros aparecería Sergio Gil, con más libertad de movimientos y actitud de enganche. En punta partirían los dos hombres más verticales del equipo, el joven Dani Escriche y Jaime Romero

Grandes cambios

La principal novedad de la formación es la remodelación de la parte más retrasada de la plantilla. Con Carlos Pita como defensor central, el equipo gana en salida de balón. Josete y José Carlos pueden centrarse más en tareas defensivas y dejar la creatividad en manos de su capitán. Los carrileros son también la gran apuesta ofensiva del nuevo esquema. El gran recorrido que les exige esta posición a los laterales hace que sea un puesto complicado de cubrir, pero tanto Lemos como Kravets y Luis Ruíz han cumplido con creces por el momento. 

Un empate meritorio en Pamplona que pudo convertirse en victoria de no ser por un espléndido Sergio HerreraEl esquema ha dado resultados positivos en los encuentros ante Osasuna y Sevilla B. Luego de una racha bastante negativa, con tres derrotas y un empate en cuatro jornadas, el Lugo no tenía otro remedio que intentar salir del apuro. Con las aspiraciones de cara al ascenso ya consumidas y el equipo prácticamente salvado, no parecía mala idea un experimento. Los albivermellos plantearon un gran partido ante un Osasuna con urgencias que se jugaba entrar en los playoff de ascenso. Un empate meritorio que pudo convertise en una victoria si no llega a ser por un espléndido Sergio Herrera. La jornada siguiente, ya en el Anxo Carro, el Lugo se llevó los tres puntos contra el Sevilla B con la misma táctica. Escriche marcó el único tanto del encuentro, una diferencia escasa que casi le cuesta un disgusto en los minutos finales.

El pasado domingo, Francisco planteó el partido con el mismo esquema de tres centrales. La cosa no fue tan bien como se esperaba y en el minuto 32 rectificó sacando a Josete del campo e introduciendo a Iriome. La formación varió también, pasando Pita a jugar como central acompañado de José Carlos y volviendo a los cuatro defensas. Se logró el empate contra una Cultural Leonesa que dio guerra, pero ante la cual el Lugo no se amilanó. 

Está por ver si esta variación es tan sólo un cambio pasajero en la plantilla o se puede mantener de cara a la temporada venidera. De momento, ante el pequeño fracaso de la última jornada en el Reino de León, cabe observar si Francisco apostará de nuevo por los tres centrales ante el Huesca.