Como se estila en las clases políticas, la oligarquía, reinaba por sí sola ante las miradas y críticas del pueblo, que veían con estupor como sin ningún aprecio y sí mucho desprecio, se tomaban las decisiones de su pueblo sin ningún escrúpulo, ni reparo, de a quién podían afectar dichas desiciones.

El Córdoba y la oligarquía

Algo parecido, es lo que ocurría en un club de fútbol de LaLiga 1|2|3 del fútbol español, más concretamente en el Córdoba CF. Un club histórico, que siempre se ha caracterizado por la simpatía que ha trasmitido y por la afición tan venerable que tiene, una afición que no escatima en ayudar al club, llenando el estadio en las peores situaciones, o queriendo participar en cualquier aspecto del club.

Esto es lo que tenia el equipo en el aspecto social, mientras que en lo institucional, no era del todo así, en las oficinas del club llegaba una directiva procedente de Madrid, comandada por Carlos González, y cogían el mando un 21 de julio de 2011. Con buenas expectativas, cogían al equipo en una situación cómoda y lo llevaron a la gloria, pero una gloria enmascarada y con una pizca de suerte.

El equipo ascendía a primera divisiónLlegaban y en poco tiempo saneaban al club, y lo que es mejor, ascendían al equipo a la primera división del fútbol español, un hito histórico para los blanquiverdes, que después de 42 años de idas y venidas por las categorías B de la liga española, conseguían poner al equipo entre los más grandes.

Se preveía que eran años buenos para el club, había llegado Don Carlos González, el salvador de Córdoba, pero pronto empezaron a germinar las malas espinas que había detrás de este, llegaba el verdadero González, y para quedarse por mucho tiempo; gestionaba el club a sus anchas, hacia y deshacía lo que él solo creía conveniente, él y sus camaradas en cubierto.

Quería todo sin dar nada, llegaba a las instituciones y las presionaba para que ayudaran al club, con la excusa de mosquearse si no accedían, se querellaba con jugadores ilustres como son Juanin y Diego, por unas diferencias con un jugador de la cantera de estos, quería pillar cacho de todos lados y por ello realizaba cláusulas a su jugadores más valiosos, para llevarse él su pellizco, no daba puntada sin hilo.

En el terreno deportivo, creaba esperanzas de cara a el año que le venía en la primera división, realizaba poca inversión, en un equipo que para él era top. Prueba de ello fue el paseo que se pegaron en tal categoría, realizando partidos paupérrimos y sonrrojantes ante las miradas de todo el mundo.

Resultados y día a día

Por culpa de ello, fue un equipo con muchos altibajos, con muchos cambios en el banquillo, y mucha irregularidad sobre el terreno de juego, el señor González, solo culpaba a los que había a su alrededor, y venerandose él mismo, como si no tuviera abuela.

Que veía que no podía pillar cacho de un fichaje, se la jugaba a los que tenían sus derechos; que veía que la gente se le echaba encima, salía en la TV diciendo que el club estaba saneado y que era gracias a su gestión, en tono chulesco; que veía que el equipo iba mal, no tenía pudor en ratificar al entrenador y a las pocas semanas cesarlo de sus funciones.

Carlos González, oligarca en toda reglaAsí era todo en la gestión de Don Carlos González, un oligarca en toda regla, ahora se entiende la entradilla del artículo, una persona que solo miraba por él y sus intereses, y que no reparaba en humillar al que se le pusiera por delante, ante las miradas de sus cuervos en la sombra.

Exhibía gran experiencia en los despachos, pero nefasta gestión en lo deportivo, ni él ni sus mandados, pero como se ha dicho antes, él se glorificaba en todos los aspectos. Los únicos damnificados eran los entrenadores, que entraban y salían como si de un bar se tratara, que la gente entra, come y se va.

Por otro lado, la afición. Una afición descuidada y dolida con tan mala gestión de los gobernantes del club, los ninguneaba a sus anchas, les hacía promesas falsas y jugadas del más estilo capo mafioso de la bella toscana Italiana.

Aficionados del Córdoba animando a su equipo | Fotografía: Córdoba CF
Aficionados del Córdoba animando a su equipo | Fotografía: Córdoba CF

Los entrenadores afectados eran nueve en los varios años de mandato que se tiró presidiendo el equipo, algunos con mejores números y resultados que otros, pero lo que sí se vio es que intentaron lo imposible con lo poco que tenían en cada momento.

1- Paco Jémez: dio bastante resultado, y cambio la dinámica del equipo, fue el primero en meter al equipo en playoffs. Al final decidió marcharse del Córdoba por diferencias con González.

2- Rafael Berges: entrenador de la casa, más concretamente del filial. Fue el elegido para seguir con el equipo, pero fue más decepción que acierto. Terminó cesado por González.

3- Juan Eduardo Esnáider: otro que hizo más daño que cosas buenas en el banquillo. No acertaba y empezó perdiendo tres partidos consecutivos, haciendo méritos propios para que González lo destituyera a final de temporada, “habiéndolo ratificado semanas antes”.

4- Pablo Villa: la temporada del ascenso empezó con otro hombre de la casa, un profesional como la copa de un pino, que duró 25 jornadas, siendo el conejillo de indias de González, para tapar lo de Esnáider. Cogió las riendas en una jornada de interino Luis Carrión.

5- Chapi Ferrer: se hacía cargo del equipo con 16 jornadas por delante y quedó séptimo por debajo del Barcelona B, (No podía jugar playoffs) y fueron los blanquiverdes quienes lo jugaron a última hora. Tuvo suerte y a Uli Dávila, el famoso minuto 93 en Las Palmas, y ascenso a primera división. Comenzó en primera sólo ocho jornadas, puesto que debido a sus malos números, González decidió cesarlo.

6- Miroslav Djukic: el encargado de mantener la permanencia en primera división. Consiguió las únicas tres victorias del equipo en primera, pero fue cesado al ver que era incapaz de conseguir el objetivo, González no tuvo compasión.

7- José Antonio Romero: iba de mal en peor el banquillo con Romero, no ganó ningún partido y además el vestuario se dividió, siendo el que descendió al equipo matemáticamente. González lo humilló.

8- José Luis Oltra: el que más duraría en el mandato de González, era el encargado de devolver al equipo a la primera división, duró un año en su puesto, no lo consiguió y de nuevo González prescindía de un técnico.

9- Luis Carrión: relevó a Oltra para intentar seguir con una dinámica ganadora, pero más bien lo intentó y no lo consiguió. Otra presa para González, ratificado y cesado, incomprensible.

Rebelión del pueblo

Pasaban los años de mandato de González y la situación se puso tensa en el graderío, a razón de que el aficionado veía como su equipo del alma andaba perdido en el ancho mar, sin que nadie hiciera nada por él, la afición pitaba y pedía su salida del club. Se realizaban concentraciones en el estadio, presionaban para que se marchara y dejara el sitio a alguien que sí apostara por invertir y revertir la situación, como en la Edad Media, el pueblo se echaba a la calle y pedía la hoguera del hasta entonces presidente de la entidad.

Llegaron las buenas noticiasLlegaban buenas noticias, un empresario cordobés de la mano de un ex dirigente del Betis, se interesaba por la compra del club, ahí empezaba el calvario para este empresario que quería apostar por el equipo de su tierra. González, como buen terrateniente, jugaba al despiste, a veces vendía, otras no vendía, llegó a poner al límite la negociación, con cláusulas imposibles y propuestas indecentes.

En lo deportivo seguían las nefastas planificaciones, y salían entrenadores como rosquillas, esta vez le tocaron a Juan Merino, ex del Betis, y al del filial Jorge Romero, antes de que se marchara el oligarca.

La venta a Jesús León y Juan OliverPor fin llegó la noticia de la venta del club a este empresario cordobés, Jesús León y Juan Oliver, quienes por fin pusieron cordura a un proyecto. Pusieron patas arriba el club, haciéndose cargo de deudas, fichajes de última hora y demás basura que el señor González les había dejado.

En la actualidad el club está por la lucha de la permanencia a cuatro puntos, cuando lo cogió a once. Se están empezando a ver los brotes verdes tanto en la afición, que ayuda en todo, como en los resultados de la mano de su técnico José Ramón Sandoval.

Si hay alguien que sabe lo que es la represión y el juego sucio en sus carnes, es esa bendita afición del Córdoba CF.