Un descenso anunciado. Bien se podría titular así la temporada 2017-2018 del Málaga en La Liga. A largo plazo acabó pasando factura la venta de jugadores clave, como Diego Llorente, Camacho, Fornals o Sandro. Estos son solamente unos nombres más de la larga terna de futbolistas que han ido perdiendo los 'boquerones' verano tras verano con la gestión de Abdullah Al-Thani. Otros anteriores fueron Juanmi, Samu Castillejo, Samu García, Sergi Darder...

Un cúmulo de bajas que hacían cada vez más grande la bola de nieve hasta que esta les pasó por encima. La suerte de obrar un nuevo milagro con la permanencia e incluso alcanzar cotas más altas después de la fuerte desbandada de un verano más fue imposible. Un clima de tensión que aumenta con la 'casi' nula implicación del jeque catarí, desaparecido durante gran parte del curso.

Poco brillo desde el inicio

Cierto es que se reforzaron con nombres más que interesantes, como los de Roberto, AdriánKuzmanović, Borja Bastón o Rolán, siendo este último la gran esperanza durante toda la temporada. Pero, ni Míchel primero, ni José González después, lograron encontrar el ecosistema perfecto para tan siquiera acercarse a la salvación y soñar con la permanencia. Solo hay que ver los números que han registrado a lo largo del presente curso, batiendo récords negativos de la historia de La Liga.

Por ejemplo, tuvieron que pasar hasta nueve jornadas para conseguir su primera victoria, después de un empate y ocho derrotas. Ahí encadenaron varios partidos sacando puntos, lo que les dio algo de oxígeno e ilusión. Todo esto desapareció de un plumazo cuando cayeron de nuevo en otra crisis y sumaron 14 encuentros sin saborear los mieles del éxito, repartidos en tres igualadas y once perdidos. Poco después, la caída en el Ciutat de Valencia contra el Levante con un gol en el 93' supuso su sentencia definitiva a Segunda División.

José González se lamenta durante la derrota ante el Deportivo Alavés. / Foto: La Liga

José González se lamenta durante la derrota ante el Deportivo Alavés. / Foto: La Liga

Su balance antes de disputar la última jornada frente al Getafe son de cinco victorias, cinco empates y veintisiete derrotas. O lo que es lo mismo, tan solo 20 puntos. En cuanto a los goles, son el segundo equipo menos goleador con 24 tantos y el tercero más goleado con 60 encajados. Precisamente para este último duelo, y más siendo en La Rosaleda, los malaguistas querrán, al menos, despedirse con un triunfo que, además, podría servirles para abandonar el farolillo rojo y evitar descender como colistas y hacerlo 19º, pasándoles el testigo a la UD Las Palmas. Evidentemente algo que supone un mal menor y no calmará para nada los ánimos entre los aficionados blanquiazules.

Todo esta pobre imagen contrasta con la transmitida las anteriores campañas, destacando por ser un equipo atractivo y que siempre se le tenía que tener en cuenta en la lucha por Europa. Atrás quedan esos históricos cuartos de final de Champions League donde cayeron dramáticamente en el último minuto ante el Borussia Dortmund. Pero, a veces, es mejor dar un paso atrás para dar dos hacia adelante. Y si no que se lo digan al equipo que se enfrentarán este mismo sábado. El 'Geta' tiene la hoja de ruta a seguir.