La noche del sábado se le atraganto al oviedismo, parece que la historia se vuelve a repetir para el equipo azul. La irregularidad mostrada por el equipo en los últimos meses hace que el objetivo de intentar ascender a primera división se vuelve muy complicado. Quedan nueve puntos por delante y muchos equipos luchando por tres puestos, la única posibilidad pasa por ganar todos los partidos restantes.

Los azules saben que sus opciones han bajado considerablemente pero sigue habiendo esperanzas entre los jugadores, a esto refirió uno de los capitanes Saúl Berjón: "No queda otra que ganar los tres para meterse. Todos los equipos son buenos, pero sí es cierto que lo tenemos mejor que otra gente porque hay enfrentamientos directos". El famoso calendario parece que es lo que más juega a favor del equipo, ya que el juego desplegado no es bueno, sí bien el partido ante el CA Osasuna no fue el peor tampoco dejó unas buenas sensaciones. La tres finales que quedan por delante necesitan de un Oviedo mejor, con más presencia en el área rival y con mucho más control del partido.

El siguiente match se disputará ante el Sevilla Atlético, equipo descendido y sin nada que perder, me refiero a esto ya que su último partido consiguió la victoria ante el Nástic de Tarragona que se juega el descenso. El filial sevillano posee talento y ganas de agradar, presentarse ante un estadio como el Carlos Tartiere seguro que les imprime la motivación suficiente. El Real Oviedo tiene un partido difícil ante sí pero sabe que solo la victoria es el único camino posible.

La recuperación es posible y la mano del míster azul hace que aunque difícil todavía existen opciones de estar con los mejores de la categoría. Anquela vuelve a tener disponible a el carrilero valenciano Mossa tras cumplir sación por acumulación de tarjetas.