Sí, la meta del club emeritense en esta temporada 2017/2018 era que, al final de curso, VAVEL tuviese elaborado un informe sobre ellos de cara a los playoffs. Bueno, quizás no estaban pensando precisamente en nosotros, pero no vamos muy desencaminados con nuestra suposición: el Mérida quería meterse, esta vez sí, en playoffs de ascenso a Segunda División.

Hoy, nueve meses después, les traemos dicho informe… pero con un fin que no se corresponde con el ascenso a la categoría de plata sino con la permanencia en Segunda División B. Aunque podría parecer que es un final triste debido a las expectativas iniciales, la forma en que se consiguió (victoria fuera de casa en el minuto 102) y el sufrimiento que ha acompañado a los romanos durante casi la totalidad del curso hace que el puesto dieciseisavo no sepa mal en absoluto.

Objetivo inicial: playoffs

Después de haberse quedado a tan solo un punto de entrar en los puestos de playoff la temporada pasada (64 el Mérida, 5º, y 65 el Cartagena, 4º), el Mérida quería poner toda la carne en el asador en la presente para meterse en puestos de ascenso de una vez por todas. A pesar de que no comenzó muy bien la temporada para los emeritenses (perdieron 2-0 en casa del actual segundo clasificado, el Marbella), tampoco nadie les podía negar que estuviesen dando la cara en casa. De hecho, no fue hasta la quinta jornada en casa (la décima en general) cuando el Mérida cedió los tres puntos en su fortín (0-2 ante el descendido Lorca Deportiva). Sin embargo, la sensación que dio aquello fue más de patinazo que de catástrofe, nada hacía presagiar lo que finalmente acabaría aconteciendo ya en 2018.

La afición comenzaba a ser consciente de que la plantilla confeccionada este año difícilmente iba a poder dar el nivel en el playoff de ascenso, o incluso ni siquiera para meterse en ellos. La derrota copera en Fuenlabrada por 2-0 permitía imaginarlo. Aun así, no hubo ni un solo ‘pero’ al entrenador contratado en verano, Mehdi Nafti. Sí hubo alguno contra ciertos jugadores por su escaso rendimiento, pero quien se llevó la mayor parte fue la directiva. Los jugadores pueden ser más o menos intensos, en el Romano lo eran, pero la calidad es la que es, y ahí la culpa, para la grada emeritense, tenía nombre y apellidos: Bernardo Plaza.

Foto: VAVEL
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Dos equipos diferentes

Tras el resbalón del Lorca, vino la victoria ante el entonces líder, el Écija (a quien precisamente los romanos han mandado a Tercera tras su gol in extremis), pero a partir de ahí comenzaron los empates. Hasta entonces, el Mérida conseguía sobrevivir con cierta holgura gracias a su buen hacer en feudo propio. De hecho, el 8 de octubre el Estadio Romano vivió una gran fiesta nos solo por imponerse a sus máximos rivales, el CD Badajoz, por 3-0, sino también por el gran juego mostrado.

Sin embargo, y a pesar de que en el estadio de los emeritenses se empezaba a entrar en una dinámica peligrosa, lo que más le preocupaba a todo el círculo pecholata era la cara que mostraba el equipo a domicilio. Un golazo de Kiu en Melilla dio a los blanquinegros sus primeros y últimos tres puntos fuera de casa el 19 de noviembre… hasta justo este último fin de semana. En los dos derbis que le siguieron no pudo conseguir más de un punto, el del empate 0-0 ante el Villanovense. La derrota por 3-0 en el Francisco de la Hera y el posterior 0-0 en casa ante el Córdoba B, un supuesto rival inferior, hicieron tomar una decisión drástica a la directiva del club: echar a Mehdi Nafti.

Foto: VAVEL
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Destitución de Nafti, llegada de Loren… y vuelta de Nafti

La destitución del franco-tunecino no fue bien recibida por la afición, quienes, como ya se ha dicho, achacaban los problemas a otra esfera ubicada por encima del césped. Asimismo, el míster por el que se decidió el club para ocupar el banquillo emeritense tampoco generó una gran ilusión. Loren Morón apenas tenía bagaje en la categoría de bronce como primer entrenador. Pero no fue el entrenador el único puesto que cambió en el Mérida en esta época. El club, viendo la deriva del equipo, decidió reestructurar media plantilla para poder levantar la temporada. Aunque al principio parecían no llegar fichajes, al final se convirtieron en el equipo extremeño que más refuerzos trajo y de los que más efectivos prescindió… pero de nada sirvió.

El equipo parecía haber rebajado su rendimiento a la mitad, y cada encuentro era un sufrimiento para los romanos. Los empates ante Cartagena en su casa y Murcia en la capital extremeña no evitaron lo inevitable: el Mérida cayó por un contundente 4-2 en el Nuevo Vivero. Tres días después del duro golpe, sucedió lo esperado: el director deportivo del Mérida, Bernardo Plaza, renunciaba a su cargo. A pesar de vencer al Betis B en el Estadio Romano, la goleada que recibió la siguiente jornada a cargo del colista, el Lorca, acabó con la paciencia de aficionados y directiva. Las oportunidades se acabaron y, tras conseguir nueve puntos de 30 posibles, el Mérida decidió no contar más con Loren como entrenador… pero eso no fue todo. Lo más increíble fue que, para sustituir al sustituto, llamaron al sustituido: Mehdi Nafti volvía a ser entrenador del Mérida AD hasta final de temporada.

Anhelando la salvación

Nafti volvió con un único objetivo, uno que, aparentemente, ya había adivinado él meses atrás: la salvación. Su reestreno no pudo ser mejor: victoria en casa sin ‘peros’ ante el Linense, que llevaba ocho partidos sin perder. Pero, como bien diría Javi Chino unas jornadas más adelante, “la cosa estaba cara”, por lo que Nafti no iba a tenerlo nada fácil para llegar al destino deseado. De nuevo recurría al Romano como factor de garantía a la hora de sumar puntos… y de nuevo volvió a fallar en una época donde cualquier error se paga. El tedioso empate a cero ante el Recre en casa supo a poco, pero mucho peor fue la derrota ante el Villanovense. Además, la victoria a domicilio tampoco aparecía. Estuvo muy cerca ante el UCAM Murcia, pero los emeritenses se volvieron a casa con un 1-1.

Sin embargo, el golpe más duro de la temporada aún estaba por llegar. El Romano se vestía con sus mejores galas para recibir a Villanovense y Extremadura en unos derbis donde todos estaban necesitados de puntos, aunque unos con más apuros que otros. Aunque la derrota contra el Extremadura no sorprendió a nadie, peor fue la del Villanovense: un gol de penalti en el minuto 93 daba los tres puntos a los serones y hundía anímicamente a los emeritenses. No obstante, la afición no iba a dejar solo a su equipo en la última bala que les quedaba por tirar: unos 400 pecholatas se desplazaron hasta Lucena para jugar el último encuentro de Liga ante el filial del Córdoba B… y el resto ya se lo hemos contado.

Un equipo sin estrella

Sería muy difícil destacar a un jugador por encima del resto en la actual temporada del conjunto romano. Los emeritenses no cuentan en sus filas con el típico delantero referencia que esté marcando muchos goles, el centrocampista que da un partido sí y otro también asistencias de gol, o un portero salvavidas.

El Mérida, para bien y para mal, de inicio a fin de temporada ha sido un equipo donde primaba el bloque por encima de las individualidades. Aún así, se puede destacar el rendimiento del guardameta Felipe Ramos en el primer tramo de la temporada, el buen estado de forma de un Álex Bernal que marcaba la diferencia en la medular aunque se marchó en el mercado invernal o a un Kike Pina que ha sido la revelación del conjunto romano con tan solo 21 años junto con un voluntarioso Kiu. También cabe destacar, por supuesto, al incansable Santi Villa, un futbolista que es de los que mejor sabe cómo funciona esto del fútbol con balón en los pies y sin él también y que ha llegado a jugar en varios partidos hasta de lateral izquierdo.

En cuanto a coraje y corazón no se le puede discutir nunca nada a los dos capitanes del equipo, Javi Chino y Paco Aguza, que siempre lo dan todo y realizan buenas actuaciones sobre el césped. Quizá se pueden considerar la prolongación de su entrenador, Mehdi Nafti, en el terreno de juego.

Foto: VAVEL
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Fiables en casa

Ver los números de este del Mérida deja una cosa clara: el equipo es uno en casa y otro lejos de su feudo. Los romanos, de los 46 puntos obtenidos, han logrado 33 en su estadio, consiguiendo solo 13 a domicilio, con tan solo dos victorias. 

La mayor victoria lograda en casa del conjunto romano fue el contundente 4-0 que le endosó al filial de Las Palmas y la mayor derrota fue ante el Lorca Deportiva por 0-2, precisamente el mismo equipo con el que sufrió la mayor derrota a domicilio, en el Artés Carrasco con un doloroso 4-0.

Una de las peores cosas de este Mérida ha sido su rendimiento fuera de casa, que le ha hecho caer hasta los puestos de peligro. Es más, en la presente campaña el Mérida no ha logrado sumar dos victorias seguidas, debido a su paupérrimo bagaje lejos del Romano. La mayor racha de partidos sin perder de la temporada fue de seis partidos, de la jornada cuatro a la nueve, ganando a Las Palmas, Cartagena y Badajoz en casa y empatando fuera contra Jumilla, Real Murcia y Betis Deportivo. Y por su parte, la mayor racha de partidos sin ganar en la presente temporada ha sido de ocho jornadas, desde la 16 a la 23.

Foto: VAVEL
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Una alineación cambiante

Con Mehdi Nafti, en su primera etapa, la alineación estaba formada por un solo delantero, acompañado de dos extremos además de un pivote y dos interiores acompañando a la defensa y a un indiscutible Felipe Ramos. Pero el franco-tunecino volvió y lo primero que hizo fue cambiar a Felipe por Álex Lázaro en portería, y poner dos delanteros en punta de lanza.

Pero precisamente en el último partido de liga volvió a los orígenes. En portería volvió a estar Felipe Ramos y en ataque un solo delantero, en esta ocasión Germán. Por lo que será complicado averiguar qué tiene planteado Nafti para los enfrentamientos ante el Coruxo, pero será algo similar a lo de las últimas jornadas.

Posible once inicial