Este mismo fin de semana el Sporting de Gijón podría certificar de forma matemática su clasificación para la promoción de ascenso a Primera División. Un pasito más hacia la élite del fútbol español. Sin embargo, disputar playoffs supondría, en último término, no haber logrado ascender de manera directa. Por tanto se plantea la siguiente cuestión: ¿son los playoffs el verdadero objetivo del Sporting o, por el contrario, lo es el ascenso directo? Si finalmente se disputa la promoción, ¿es la temporada rojiblanca un éxito o un fracaso?

Un as bajo la manga (Pelayo Rodríguez Fernández - @pelayo_rf)

La temporada está llegando a su fin, por lo que el margen de error es cada vez menor. Otro tropiezo puede convertirse en una sentencia definitiva. Actualmente existe un constante debate entre la Mareona sobre si es un éxito o no el hecho de disputar los playoffs de ascenso a la máxima categoría de fútbol español, ya que el club asturiano debe ascender en esta presente temporada o, de lo contrario, se iría perdiendo la esperanza de cara a la próxima campaña fruto del gran nivel que, presumiblemente, presentarán equipos como Las Palmas, el Deportivo de la Coruña o el Málaga tras sus descensos de Primera División.

Esto, como es lógico, provoca un efecto ambiguo en todo lo que rodea al Sporting puesto que, de no conseguir ocupar una de las dos plazas que dan acceso al ascenso directo y que actualmente se disputan contra Rayo Vallecano y Huesca, puede sacar a relucir su as bajo la manga y jugarse, a un completo todo o nada, el ascenso en dos eliminatorias a doble partido, donde, además, el tercer clasificado se ahorraría los penaltis. Un plus a favor de los asturianos, ya que son ellos los que ocupan actualmente esa plaza.

El fracaso en esta presente temporada, no obstante, tuvo lugar entre los meses de octubre y noviembre, donde los playoffs se veían como un objetivo con el que el club se debería conformar como consuelo de la mala temporada que, hasta la fecha, estaba protagonizando. Sin embargo, con la llegada de Rubén Baraja las exigencias subieron y ahora, casi una vuelta después, el objetivo ha pasado a ser el ascenso directo.

Baraja es responsable directo de la gran segunda vuelta que ha protagonizado el Sporting // Imagen: Diego Blanco - Vavel
Baraja es responsable directo de la gran segunda vuelta que ha protagonizado el Sporting | Foto: Diego Blanco (VAVEL)
 

En unos hipotéticos "playoffs" de ascenso, el Sporting de Gijón sería el rival a batir.

Volviendo a los playoffs, un equipo como el Sporting sería el rival a batir, tanto por historia como por su despliegue futbolístico y su actual estado de forma. Si se habla de los futbolistas, este hecho puede producir un proceso de maduración importante, ya que les obliga a superarse y amoldarse a este tipo de situaciones, que requieren una mayor implicación tanto en el plano individual como en el colectivo.

Se sabe también que una eliminatoria con El Molinón – Enrique Castro 'Quini' como escenario final de la batalla haría mucho más fuerte a este Sporting, puesto que en casa llegaron a acumular una gran racha de partidos invictos. Todo ello sin olvidar el factor "afición" que tantas alegrías ha dado en Gijón.

Es cierto que no se puede saber a ciencia cierta si el Sporting acabaría ascendiendo en caso de clasificación para los playoffs, pero, en cualquier caso, si el resultado final es la tercera posición, la temporada no se podría calificar de "fracaso" de ninguna de las maneras

Con la miel en los labios (Fer Rodríguez Martínez - @Fer_Pocahontas)

A estas alturas nadie duda ya del gran hacer del 'Pipo' Baraja desde que este tomase las riendas del navío rojiblanco en el mes de diciembre, hace exactamente una vuelta, en el encuentro que enfrentó al Sporting de Gijón y al Club Deportivo Tenerife en El Molinón y que se saldó con una contundente victoria local gracias a los tantos de Michael Santos, Carlos Carmona, con una soberbia "picadita", y Moi Gómez, que actualmente milita en las filas de la Sociedad Deportiva Huesca.

Carmona celebra su gol ante el Tenerife // Imagen: LaLiga
Carmona celebra su gol ante el Tenerife | Foto: LaLiga
 

Desde la llegada del técnico vallisoletano, el cuadro asturiano ha ido in crescendo, resolviendo las múltiples carencias del esquema propuesto por Paco Herrera a principios de curso y convirtiéndose en un equipo serio, capaz de competir ante cualquier rival y en cualquier estadio. La citada mejoría ha servido para que el Sporting escale posiciones en la tabla. De vagar por tierra de nadie a situarse en plena lucha por el ascenso directo. Sin embargo, la alegría no suele durar demasiado en la casa del pobre y, en este caso, no ha sido una excepción. Las derrotas en las dos últimas jornadas, ante el Real Zaragoza en La Romareda y ante el filial del Fútbol Club Barcelona en El Molinón, alejan al Sporting de los puestos de ascenso directo y, salvo debacle oscense y/o vallecana en las tres últimas jornadas, le condenan a batirse el cobre en los siempre impredecibles playoffs.

El sitio del Sporting es la Primera División y todo lo que no sea alcanzarla por la vía rápida no se puede catalogar de éxito.

Es posible que la palabra "fracaso", tan contundente como descorazonadora, no sea la que mejor defina la temporada de los gijoneses, pues el sabor de boca al término del curso, en líneas generales, es bueno. Nada que reprochar. No obstante, el sitio del Sporting es indudablemente la Primera División, la élite del fútbol español, y todo lo que no sea alcanzarla por la vía rápida tampoco se puede catalogar de "éxito". Como el niño que ve caer su helado al suelo, la fiel Mareona se ha quedado con la miel en los labios y, salvo milagro, deberá conformarse con una cruel promoción de ascenso, de la que no suele salir victorioso el mejor, sino el que más acertado está en momentos puntuales.

Quedan tres partidos para que la temporada regular toque a su fin. Tres finales en las que no cabe otra opción que dejarse el alma por conseguir la victoria. Tres encuentros que, sin duda, marcarán el futuro inmediato del club y que pueden convertir a los jugadores de la actual plantilla en leyendas o en meros trabajadores que, por un año, se permitieron en lujo de vestir la rojiblanca.

Si finalmente no se consiguiese el ascenso directo, tocaría buscar la Primera División mediante los playoffs. ¡Faltaría más! Ahora bien, que nadie dé por muerto a este Sporting todavía. Si algo demuestra la historia reciente del fútbol de plata es que los milagros existen. Como bien señala Abelardo en una entrevista concedida a El Comercio, "el Sporting tiene que creer hasta el final. Hay que obligar al Huesca y al Rayo a ganar en la última jornada. Ahí puede pasar de todo". Amén, míster.

Abelardo es optimista con respecto a las posibilidades de ascenso directo // Imagen: Diego Blanco - VAVEL
Abelardo es optimista con respecto a las posibilidades de ascenso directo |Foto: Diego Blanco (VAVEL)