Otra temporada que llega a su fin. Otra competición liguera que, tras 38 partidos, pondrá el punto final a un año con muchas emociones de distintos tipos. La segunda temporada del Club Deportivo Leganés en Primera División acaba como el año pasado, con el último partido jugando en casa y que sirve de despedida, sin ningún tipo de peligro deportivo después de evitar el abismo jornadas antes.
Esta vez el elegido para despedir a la afición pepinera hasta dentro de tres meses será el Real Betis Balompié. El conjunto verdiblanco pondrá el broche final a una temporada de ensueño, de aquellas que vuelven a unir a la afición después de los duros años que han sufrido los aficionados béticos, con algún que otro descenso de por medio. La llegada de un nuevo entrenador, Quique Setién, unida a un gran proyecto de futuro con una reconstrucción de la plantilla, ha permitido devolver a un histórico de la Liga a las competiciones europeas.
Además, el equipo del Benito Villamarín tiene el aliciente de acabar justo por delante de su más eterno rival, el Sevilla. Llegan a Butarque con la sexta plaza asegurada, pero con opciones de asaltar la quinta posición si consigue puntuar en el sur de la capital española y el Villarreal no puntúe o saque un punto menos en esta última jornada ante el Real Madrid. Eso es de lo poco que estará en juego en la trigésimoctava jornada de la Liga Santander.
Un partido sin nada en juego pero con motivos de victoria
Para el Leganés, por otro lado, será un partido de despedidas para dos héroes de la época dorada del conjunto pepinero, Asier Garitano y Martín Mantovani, que dejarán el club tras hacerle ascender de la siempre difícil y temida Segunda División 'B' a la máxima categoría del fútbol español. Con la decimoséptima posición asegurada, el 'Lega' volverá a ser el último de los que permanecen un año más en la categoría, pero eso mañana dará igual, tras la magnífica temporada que se ha hecho de principio a fin.
Pero, seguramente, ninguno de los dos equipos saldrá al Estadio Municipal de Butarque a pasearse por el verde. Todo el mundo sabe cómo trabaja el equipo de Asier Garitano que le quiere [y debe] dedicarle una victoria de despedida para cerrar un ciclo, pero el equipo de Quique Setién ha demostrado en cada uno de los encuentros que el espíritu de victoria y las ansias de ganar han vuelto para los sevillanos, algo que parecía haberse perdido.
18 victorias ha conseguido el Betis a lo largo de esta temporada, resultados que se han completado con seis empates y trece derrotas. Tintes de renovación fueron los que llegaron al Benito Villamarín el pasado verano, y ha sido una renovación más que acertada y bienvenida para el fútbol, ya que el juego desplegado ha sido verdaderamente exquisito y gustoso, del estilo de Setién.
Un equipo goleador y goleado
58 goles a favor y 58 goles en contra, ese es el balance goleador que ha mostrado a lo largo de la temporada. Quizás, el único "pero" que se le puede achacar a un equipo que, en su primer año con el nuevo proyecto ha conseguido colocarse en puestos europeos y quién sabe lo que puede deparar el año que viene, es haber recibido tantos goles. Mucha juventud y aire fresco que ha captado a la perfección el mensaje del técnico cántabro, y ha conseguido formar un equipo competitivo sin importar el rival que se anteponga en su camino.
Y es que Setién ha contado con una plantilla completamente manejable a su gusto. Él, el dueño de la batuta, el director de orquesta que ha sabido leer los partidos y estudiar a los rivales sin que ellos fueran capaces de saber por dónde podía salir. Porque el Betis ha jugado con muchas variables distintas, aunque su Talón de Aquiles quizás ha sido la solidez defensiva, algo que suelen sufrir los equipos que tienden a tener el balón pegado al pie y al juego combinativo.
El Real Betis ha pasado de jugar con un 4-3-3 a optar por algo más compacto como un 4-1-4-1, como arriesgar a jugar con tres defensas u optar por los cinco en la zona defensiva, dejando así esquemas similares al 5-3-2, o 3-5-2 entre otros. Pero, sí que es cierto que su fútbol lo ha basado en una serie de futbolistas que han entendido desde el primer momento la idea propuesta por el míster y la han plasmado sobre el terreno de juego.
Con la posesión de balón y los movimientos sin él, aparte de la buena colocación que ha mostrado el equipo sobre el campo, el Betis ha implantado una base de buen juego. En tareas ofensivas el conjunto verdiblanco es uno de los más goleadores el campeonato, así como también es de los más goleados.
Plantilla competitiva para desplegar el buen fútbol
Adán en portería ha sido fijo y, poco a poco, se han ido adecuando a la defensa de tres Aïssa Mandi, Jordi Amat y el refuerzo del equipo en el mercado invernal, Marc Bartra, sobre todo tras la lesión de Feddal. Por delante de ellos tres, Javi García. El canterano del Real Madrid llegó en verano después de su andadura en la liga rusa, tras su paso por el Zenit de San Petersburgo. Otro que ha encontrado una segunda juventud ha sido Andrés Guardado. El mexicano ha sido una pieza clave en el esquema de Quique Setién que, junto a Fabián, han sabido llevar las riendas del centro del campo del Betis.
El esquema táctico utilizado por Setién no cobraría sentido si no tuviera por las bandas dos jugadores capaces de sacar toda su artillería tanto en ataque como en defensa. En la zona de los carrileros, tanto derecho con Barragán o el joven Francis, como en el izquierdo con Durmisi, como el revulsivo Tello, han sido los encargados de ofrecer ese poderío ofensivo en el Betis que les ha permitido llegar hasta la Europa League.
Y en ataque, Sergio León, el pichichi del equipo, junto a Sanabria, Joaquín, Tello Boudebouz o la revelación de la temporada, el descubrimiento de Setién, Loren Moron, que ha dado ese toque especial al equipo, ese oportunismo que tienen solo algunos jugadores y que su entrenador no ha dudado en sacarle provecho.
El Lega quiere revancha de la ida y el Betis por el año pasado
En la ida, el Real Betis venció al Leganés por 3-2, después de sentirse muy poderoso contra el conjunto pepinero tras colocar el 2-0 a los 40 minutos, fue entrando en la monotonía de esos partidos que ha parecía tener controlados. El 'Lega' consiguió empatar con poco esfuerzo y luego el Betis se encontró con una mano dentro del área que Rubén Castro transformó en forma de penalti y le dio los tres puntos al Betis.
Pero ese es sin duda el único problema que ha tenido este equipo que, si se soluciona, el año que viene puede ser aún más glorioso para la plantilla, la afición como para la institución. Porque que el Betis se "deja" marcar fácilmente, y en partidos así, equipos como el de Garitano pueden sacar mucho provecho y, como se le dé un partido malo, la concentración de los jugadores puede esfumarse, como por ejemplo pasó en Eibar, y ahí es donde puede sacar beneficio el Club Deportivo Leganés.
Lejos queda aquel Betis que se fue de Butarque el año pasado tras recibir un 4-0 con una imagen pésima para el equipo. De hecho, de los titulares verdiblancos de aquel partido solo siguen dos en la plantilla, por lo que la imagen está muy renovada. En cuanto a lo personal, el Betis quiere empatar ese balance de victorias global, por 3-2 que tiene el Leganés en los cinco enfrentamientos previos.