El Sporting de Gijón saltaba a las 21:00 horas al césped del Heliodoro Rodríguez López con la única idea de ganar y de conseguir los tres puntos, aunque al final sería todo lo contrario. Los de Rubén Baraja empezaron el partido de una forma muy tímida y pasiva, siempre esperando un fallo del rival para montar una contra rápida. Los primeros acercamientos serían del rival, pero estos siempre fueron desviados y sin mucho peligro.

Los asturianos tardaron en reaccionar, aunque Michael Santos empezaría a coger el esférico y llevarlo a líneas ofensivas con el único objetivo de marcar gol. Prueba de ello sería el primer mano a mano contra Dani Hernández, guardameta del Tenerife, aunque este conseguiría desviar el tiro con una buena parada, aunque en el rebote tendría un poco de suerte para despejar el esférico. Seguían pasando los minutos y los asturianos empezaban a tener saques de esquina, llegan hasta cinco seguidos, aunque sin éxito tras los intentos de poner en práctica las jugadas ensayadas.

La segunda parte empezó con dominio sportinguista, algo que no ocurrió en la primera parte, pero seguían sin tener las ideas claras los jugadores rojiblancos una vez se acercaban con peligro al área rival. Centros y tiros desviados era con lo que más miedo en el cuerpo conseguían meter los asturianos, pero el desastre llegaría cuando Malbasic, tras un grave error de Jordi Calavera, se plantaría sólo ante la portería de Diego Mariño y, para desgracia de los asturianos, el balón entraría por el palo largo ante una imposible parada del guardameta gallego.

Con este resultado, el Sporting solo puede esperar a que se obre un milagro y el Huesca no consiga sacar los tres puntos en Lugo ya que, en caso de que ganen los oscenses, el club asturiano sería oficialmente equipo de Play Off a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato liguero.