Igualada sin goles en el Fernando Torres entre Fuenlabrada y Real Sociedad B en un partido en el que las defensas ganaron a los ataques. Pocas ocasiones de gol, demasiadas posesiones infinitas sin profundidad alguna y muchísimo miedo a fallar.
Las intenciones de sendos equipos eran bien claras. El Fuenlabrada siempre con las líneas muy juntas, sin dar lugar a espacios a su espalda y confiados a la inspiración de Dioni. El Sanse, todo a partir del balón, de la posesión y con mucha entrada por banda con las subidas de sus profundos laterales.
El Sanse domina ante un cómodo Fuenla
Planteado así el contexto del partido, el dominio del mismo fue de cabo a rabo para los visitantes que dieron una excelente imagen en la primera media hora de partido sorprendiendo con la calidad de algunos de sus jugones. Los Capilla, Sanz y Guevara mandaban en la medular ante el poderío de Randy, único azulón con argumentos físicos como para discutirles la posesión.
Bien es cierto que los niveles de posesión de los de Zulaika sobrepasaban por momentos el 65%, pero la zaga del Fuenlabrada no pareció incomodada en ningún tramo del partido. La experiencia de Juanma y del Cata eran suficientes para contrarrestar la frescura del ataque txuriurdin.
Capilla era el único de plantear algo diferente sobre el tapete fuenlabreño
La primera del partido llegó con un centro a la espalda de Fran García que remató fuera Capilla absolutamente libre de marca. El Fuenlabrada, sin apenas ideas ofensivas, confiaba su ataque en buscar el error de la zaga visitante con Dioni y Arruabarrena siempre al acecho. El Sanse seguía con su bonito pero inofensivo fútbol con un Capilla que estaba en todas y con un potente Gorosabel que no dejaba de subir su carril derecho. Poco más destacable sucedería antes del descanso, con un partido con mucho detalle pero poca materia.
Tras la reanudación, intentó sorprender el Fuenla con una salida más en campo contrario. Adelantaron líneas y sufrieron por momentos los donostiarras, pero el ataque kiriko tenía un día demasiado gris como para llegar a sorprender a Zubiaurre. Poco a poco, el Sanse volvía a dormir el partido a base de posesiones y, entonces, Eloy Jiménez decidió sacar a Marcos Gullón para intentar discutir ese dominio en el medio.
Este cambio adelantó a Hugo Fraile más junto a Dioni y, con ello, su pudo ver un Fuenlabrada con más recursos y mayor velocidad en punta. La mejor por el bando local llegó con el asturiano lanzando desde la frontal, haciendo a Zubiaurre tener que intervenir meritoriamente.
Con el paso de los minutos, el partido se fue cerrando más y más y ambas plantillas empezaron a dar por bueno el empate. El miedo a fallar era enorme, un gol en los minutos finales podía decantar trágicamente la eliminatoria. Salió Quero, salió Dávila, pero nadie daba con la tecla. Y así acabó un partido muy táctico, con todo por decidirse en Zubieta en un partido de vuelta que se antoja mucho más apasionante.